Este es el secreto de los colibr¨ªes para encontrar comida y refugio
Un estudio desvela las estrategias de vuelo de estas veloces aves para afrontar espacios reducidos y complejos
El vuelo de los colibr¨ªes es tan fascinante como misterioso. Tienen habilidades que ninguna otra ave posee: pueden volar a gran velocidad en todas las direcciones -incluso hacia atr¨¢s- o quedarse suspendidos en un mismo punto. Pese a ser grandes aeronautas, estos peque?os p¨¢jaros han perdido la capacidad de plegar sus alas a la altura de las mu?ecas y los codos y no pueden suspender su vuelo porque tan pronto como dejan de aletear, comienzan a caer. Entonces, ?c¨®mo logran deslizarse por peque?os espacios para refugiarse o para conseguir alimento en lugares de dif¨ªcil acceso? Un grupo de investigadores ha detectado las dos estrategias que aplican estos animales para colarse ente la vegetaci¨®n: o giran sus cuerpos para volar de lado a trav¨¦s del hueco, o mantienen sus alas contra el cuerpo y se disparan como una bala. Han publicado sus descubrimientos en la revista Journal of Experimental Biology.
Marc Badger, investigador de la Universidad de California en Berkeley, se dio cuenta de que los colibr¨ªes que visitaban el comedero de su jard¨ªn ten¨ªan frecuentes ri?as territoriales. Los ¡°intrusos¡±, explica, se escabull¨ªan y utilizaban el follaje como cobertura, mientras que los perseguidos volaban a trav¨¦s de los arbustos para refugiarse. ¡°Comenc¨¦ a preguntarme sobre sus interacciones con la vegetaci¨®n y c¨®mo negociaban espacios tan reducidos y complejos¡±, dice Badger. Para despejar sus dudas, junto a su equipo, instal¨® una pista de vuelo con huecos m¨¢s peque?os que la medida de los colibr¨ªes con las alas extendidas. Luego, dise?¨® un brazo rob¨®tico que lanzaba arena a las aves para obligarlas a atravesar este hoyo, pero los p¨¢jaros se acostumbraron r¨¢pido al artefacto y olvidaron d¨®nde estaba la apertura. Entonces, a su colega Kathryn McClain, se le ocurri¨® un sistema de recompensa: el comedero solo les entregar¨ªa n¨¦ctar si pasaban primero por la abertura. As¨ª pudieron registrar en video la entrada de las aves y detectar sus estrategias de vuelo en c¨¢mara lenta.
Despu¨¦s de analizar m¨¢s de 500 tr¨¢nsitos, reconocieron dos sistemas para sortear los huecos. En el primero, se acercaron y flotaron para evaluar la apertura. Tras analizar y calcular la entrada, extendieron un ala hacia adelante y barrieron la segunda hacia atr¨¢s mientras segu¨ªan agitando sus alas para pasar lateralmente por el espacio. ¡°Me qued¨¦ impresionado la primera vez que vi un v¨ªdeo en c¨¢mara lenta de los p¨¢jaros usando esta t¨¦cnica¡±, confiesa Badger.
¡°Los colibr¨ªes vuelan como helic¨®pteros. Tan pronto como dejan de aletear, empiezan a caer del cielo¡±. As¨ª lo explica Paolo Segre, un bi¨®logo de la Universidad de Wisconsin-Green Bay que no particip¨® en la investigaci¨®n. Por ello, sorprendi¨® a los autores del estudio descubrir que el segundo m¨¦todo que utilizan los colibr¨ªes para penetrar peque?os espacios, es lanzar las alas hacia atr¨¢s y pegarlas brevemente al cuerpo para impulsarse a trav¨¦s del pico como una bala. Es decir, dejan de aletear. Una vez que atraviesan de manera segura, reanudan el vuelo. ¡°Esto es arriesgado porque b¨¢sicamente est¨¢n cayendo¡±, agrega Segre.
Al examinar las dos estrategias, el equipo se dio cuenta de que los colibr¨ªs que viajaban de lado tend¨ªan a volar con m¨¢s cautela y lentitud que aquellas que atravesaban primero las aberturas con el pico. A medida que las aves se familiarizaron m¨¢s, se volvieron m¨¢s confiadas. Durante el experimento solo uno sufri¨® un choque importante, pero se recuper¨® r¨¢pidamente antes de volver a intentar con ¨¦xito las maniobras y seguir su camino. Los cuatro p¨¢jaros picaflor que participaron en el estudio exhibieron una transici¨®n similar entre sistemas de vuelo. De acuerdo con Badger, esto indica que cuando encuentran obst¨¢culos similares en su entorno natural, ajustan su comportamiento a medida que aprenden m¨¢s sobre su h¨¢bitat. Por ejemplo, si en el vuelo libre se enfrentan a un depredador como lo puede ser un gato, probablemente opten por una estrategia m¨¢s cautelosa para protegerse.
En el entorno natural, muchas especies de colibr¨ªes buscan insectos cerca y dentro de la vegetaci¨®n. Las hembras recolectan telara?as y otros materiales de nidificaci¨®n y construyen sus nidos en el interior de ¨¢rboles y arbustos. En general, estas habilidades demuestran que los colibr¨ªes pueden sortear de manera confiable, m¨¢s lugares estrechos de los que normalmente se aprecia.
?Hay una raz¨®n para seguir aprendiendo de la naturaleza? Se pregunta Badger. ¡°S¨ª. Aprender m¨¢s sobre c¨®mo los animales esquivan obst¨¢culos y otros elementos b¨¢sicos del medio ambiente, puede mejorar nuestra comprensi¨®n general del comportamiento animal en entornos complejos¡±. Y el bi¨®logo Paolo Segre, por su parte, reflexiona que ¡°reci¨¦n se est¨¢ comenzando a aprender sobre los aspectos m¨¢s complejos del vuelo de los colibr¨ªes¡±.
Otras curiosidades de los colibr¨ªes
- Es el ave m¨¢s peque?a del planeta y su ¨²nico h¨¢bitat es el continente americano. Las 343 especies conocidas se reparten desde Alaska hasta la Patagonia.
- Considerando su tama?o, tienen un ritmo cardiaco muy alto. En un minuto en estado de reposo, su coraz¨®n puede latir entre 500 a 700 veces. En estado activo alcanzan las 1.200. Esto se puede explicar porque gastan una cantidad importante de energ¨ªa para el vuelo.
- Gracias a su visi¨®n tetracrom¨¢tica, pueden ver m¨¢s colores que los seres humanos.
- Sus patas no sirven para caminar, pero las utilizan para dos actividades principales: sostenerse a las ramas de los ¨¢rboles para descansar o dormir, y para rascarse.
- Tienen un ritual de apareamiento conocido como ¡°la t¨¦cnica del buceo¡±. Para impresionar a las hembras, los machos se elevan hasta 20 metros de altura para luego caer s¨²bitamente. Antes de alcanzar el suelo, se detienen abruptamente y vuelven a subir. Ellas se fijan en el macho que lo haga con m¨¢s gracia, o en aquel que llegue m¨¢s alto.
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