Marina Poll¨¢n, epidemi¨®loga: ¡°Hay que prohibir ya fumar en las terrazas de los bares¡±
La directora del Instituto de Salud Carlos III urge a las autoridades a luchar contra el tabaquismo y a subir el precio de la comida basura y las bebidas azucaradas
La epidemi¨®loga Marina Poll¨¢n est¨¢ impulsando uno de los mayores estudios de la historia en Espa?a: la Cohorte IMPaCT, un seguimiento de m¨¢s de 200.000 personas, durante 20 a?os, con 35 millones de euros de financiaci¨®n, para averiguar los factores sociales, ambientales y biol¨®gicos que determinan el origen de las enfermedades. Poll¨¢n naci¨® hace 64 a?os en el pueblo leon¨¦s de La Ba?eza, donde su familia ten¨ªa una f¨¢brica de chocolate. Desde enero, es la directora del Instituto de Salud Carlos III, el principal organismo p¨²blico de investigaci¨®n espa?ol en el ¨¢mbito de la salud y la biomedicina, con casi 500 millones de euros de presupuesto anual. En esta entrevista, Poll¨¢n urge a las autoridades a prohibir fumar en las terrazas de los bares y a poner impuestos a la comida basura y las bebidas azucaradas para encarecer su precio. A su juicio, la obesidad infantil es ¡°una verg¨¹enza¡± para Espa?a.
Pregunta. Usted impulsa el seguimiento de 200.000 personas durante d¨¦cadas. Un estudio similar, el del UK Biobank en Reino Unido, asoci¨® ver la televisi¨®n a sufrir c¨¢ncer y enfermedades cardiovasculares. Sus datos mostraron que, si todos los participantes limitaran su tiempo de ver la televisi¨®n a dos horas al d¨ªa, casi el 6% de todas las muertes se podr¨ªan haber prevenido o retrasado. ?A usted le cuadra esto?
Respuesta. Me puede cuadrar por el sedentarismo. La ausencia de ejercicio f¨ªsico es uno de los factores de riesgo m¨¢s importantes para el c¨¢ncer y las enfermedades cardiovasculares. Estamos hechos para movernos. Adem¨¢s, pasar muchas horas sentado delante de la tele est¨¢ asociado al picoteo de cosas que normalmente no son saludables. Hay una imagen que me gusta poner cuando doy clase: es un c¨®mic en el que se ve a un t¨ªo gordito que est¨¢ con una lata de cerveza y comiendo una hamburguesa, tirado viendo la tele, y lleva una camiseta que pone ¡°Libre para ser yo mismo¡±. Est¨¢ acumulando todos los factores de riesgo en s¨ª mismo. Ver la tele se asocia a todo eso, as¨ª que s¨ª que me cuadra. El sedentarismo explica alrededor de un 15% del c¨¢ncer de mama.
P. Podemos decir que ver la tele aumenta el riesgo de c¨¢ncer.
R. No es ver la tele, es pasar muchas horas en inactividad. Menos plato y m¨¢s zapato, dec¨ªa el m¨¦dico de mi pueblo, y ten¨ªa toda la raz¨®n.
P. Hablando de riesgo de c¨¢ncer, el Instituto de Salud Carlos III prohibi¨® fumar en este campus en octubre de 2023.
R. Se fumaba, s¨ª.
P. Es llamativo que se fumase en el coraz¨®n de la salud en Espa?a. Ve¨ªas a gente fumando incluso en la puerta del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas. ?C¨®mo es posible que no se haya prohibido hasta octubre de 2023?
R. Pues no lo s¨¦, esa normativa es anterior a mi llegada, pero me parece perfecta. Recuerdo que antes de la ley [antitabaco], en el Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, donde yo trabajaba, nos pusieron carteles de ¡°Espacio libre de humo¡± y la gente fumaba dentro, al lado de los carteles.
P. Mariano Rajoy, cuando era ministro, en 1996, presum¨ªa de que un d¨ªa la consejera de Econom¨ªa del Gobierno andaluz se present¨® con un decreto que prohib¨ªa fumar, pero ¨¦l se fum¨® un puro porque no estaban los carteles preceptivos. Venimos de ah¨ª.
R. Es verdad. El tabaco se pudo prohibir porque ya estaba demostrado que la exposici¨®n pasiva al humo del tabaco tambi¨¦n produce c¨¢ncer. Tus h¨¢bitos est¨¢n estropeando mi salud. Entonces hay un argumento muy bueno, desde el punto de vista ¨¦tico, para decir: ¡°Hasta aqu¨ª hemos llegado¡±.
Es una verg¨¹enza que Espa?a sea uno de los pa¨ªses con m¨¢s ni?os obesos
P. Como epidemi¨®loga del c¨¢ncer, ?cree que habr¨ªa que prohibir ya fumar en las terrazas de los bares?
R. S¨ª, creo que es importante. Lo digo como epidemi¨®loga del c¨¢ncer y como no fumadora: para los que no consumimos tabaco, ir a una terraza es muy desagradable. Y, por otro lado, es un ejemplo terrible para los ni?os. Yo soy partidaria de prohibir fumar en las terrazas y en los espacios p¨²blicos comunes.
P. ?C¨®mo es posible que los pol¨ªticos espa?oles todav¨ªa no hayan decidido prohibir fumar en las terrazas? ?Hay tanta presi¨®n de la hosteler¨ªa?
R. Debe de haber bastante oposici¨®n por parte de los hosteleros, que piensan que van a perder a una parte importante de su clientela. Sin embargo, ahora no ves los restaurantes vac¨ªos por el hecho de haber prohibido fumar dentro. Yo creo que no es una amenaza para su negocio, pero entiendo que hay intereses contrapuestos. Lo mismo ocurre con las bebidas azucaradas. A estas alturas, deber¨ªan tener un impuesto especial, pero todav¨ªa no lo tienen. ?Por qu¨¦? Pues me imagino que ser¨¢n intereses comerciales. Las bebidas azucaradas son baratas y aumentar su precio, posiblemente, ayudar¨ªa a una reducci¨®n de su consumo.
P. Ustedes han dibujado el mapa de la obesidad en Espa?a, gracias al estudio ENE-COVID. ?Qu¨¦ le ha llamado m¨¢s la atenci¨®n?
R. Me llamaron la atenci¨®n las diferencias socioecon¨®micas, sobre todo en mujeres, porque la obesidad ha pasado de ser un problema de los que tienen m¨¢s dinero a exactamente lo contrario: son las clases sociales m¨¢s bajas o peor educadas las que tienen un mayor problema de obesidad. Es una llamada de atenci¨®n para que los poderes p¨²blicos tomen cartas en el asunto. Lo m¨¢s dram¨¢tico es la obesidad infantil. Es una verg¨¹enza que Italia, Grecia y Espa?a sean los pa¨ªses con mayor porcentaje de ni?os obesos, porque somos pa¨ªses en los que, tradicionalmente, se supone que ten¨ªamos dieta mediterr¨¢nea. Hay que hacer algo.
P. La prevalencia de obesidad en mujeres sin estudios alcanza el 37%, frente al 9% en las mujeres con estudios universitarios, seg¨²n sus datos. Es una diferencia brutal. En hombres es menor: un 29% frente a un 13%.
R. Las diferencias son muy grandes. En los hombres est¨¢ m¨¢s atenuado, quiz¨¢ porque el trabajo ha sido un factor de homogeneizaci¨®n entre clases. Un gran porcentaje de las mujeres en niveles educativos muy bajos no trabaja y, por lo tanto, su ambiente est¨¢ mucho m¨¢s restringido socialmente. Es una hip¨®tesis.
P. Un 56% de los adultos residentes en Espa?a presenta exceso de peso y un 19% tiene obesidad, seg¨²n su estudio.
R. S¨ª, y eso que son datos autodeclarados y la gente tiende a quitarse kilos. Uno de cada dos espa?oles pesa de m¨¢s, eso es mucho. Cuando yo estuve en la Universidad Johns Hopkins, en los a?os noventa, vi obesos en Baltimore que no hab¨ªa visto nunca aqu¨ª. Ese tipo de obesidad ya se ve ahora en Espa?a.
?Por qu¨¦ las hamburguesas tienen que ser tan baratas?
P. Ustedes han visto mayor obesidad en personas con menores ingresos, con menos educaci¨®n y en la mitad sur del pa¨ªs. Estos son problemas que no se solucionan poniendo un cartel de ¡°Come br¨®coli¡±, se solucionan m¨¢s bien subiendo los salarios, ?no?
R. Bueno, puede ser. Ha aumentado mucho el precio del aceite de oliva, por ejemplo, que es un elemento clave de la dieta mediterr¨¢nea, pero somos un pa¨ªs donde comer verduras y legumbres no es caro. La fruta puede ser m¨¢s cara. A lo mejor el problema es que la dieta no saludable es muy barata. Y tambi¨¦n es verdad que para la clase trabajadora ¡ªy particularmente para las mujeres, que son las que se encargan normalmente de hacer la comida¡ª utilizar alimentos precocinados es una soluci¨®n r¨¢pida y la vida no es f¨¢cil. No todo es precio, a veces tambi¨¦n es tiempo. Si los alimentos saludables alcanzan precios prohibitivos, habr¨ªa que subvencionarlos o apostar para que todo el mundo pueda comerlos. Y encarecer los alimentos que no son saludables, poniendo impuestos. ?Por qu¨¦ las hamburguesas tienen que ser tan baratas?
P. No es lo mismo trabajar de 8:00 a 15:00 y ganar 2.500 euros que tener horario partido limpiando una residencia de 8:00 a 22:00. Usted suele hablar de estos determinantes sociales de la salud.
R. Yo creo que hay que intervenir en los dos sentidos. Hay que informar mejor a la poblaci¨®n, porque creo que hay grandes sectores que no saben que la obesidad se asocia a un aumento del c¨¢ncer. Y luego hay que tomar medidas, como verificar en los comedores escolares que las comidas son saludables.
P. ?Se puede cuantificar cu¨¢nto baja tu riesgo de c¨¢ncer si bajas de peso?
R. Tenemos un dato del riesgo atribuible. Si todos los obesos y las personas con exceso de peso tuvieran un peso normal y adem¨¢s todos tuvi¨¦semos una alimentaci¨®n saludable, evitando az¨²cares y grasas saturadas, nos ahorrar¨ªamos entre un 30% y un 35% de los casos de c¨¢ncer.
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