El nuevo mapa de la mortalidad en Espa?a, el m¨¢s detallado de la historia, revela brutales desigualdades entre los vecinos de una misma ciudad, a veces a ambos lados de una misma calle. El coordinador del atlas, el estad¨ªstico Miguel ?ngel Mart¨ªnez Beneito, habla de ¡°resultados demoledores¡±. El mayor riesgo de morir por las 15 causas analizadas se concentra en los barrios m¨¢s pobres, sobre todo en el caso del c¨¢ncer de pulm¨®n, la enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica y el sida, en los hombres; la diabetes, en las mujeres; y la cirrosis y el c¨¢ncer de est¨®mago, en ambos sexos. Las 26 ciudades analizadas albergan al 25% de la poblaci¨®n espa?ola. El atlas forma parte del proyecto Medea 3, una iniciativa coordinada por la Fundaci¨®n Fisabio y financiada por el Instituto de Salud Carlos III para obtener una fotograf¨ªa de la mortalidad en los barrios.
¡°Vemos una y otra vez el mismo patr¨®n, que se corresponde con la privaci¨®n socioecon¨®mica¡±, explica Mart¨ªnez Beneito, de la Universidad de Valencia. Los mayores riesgos se observan en barrios como Villaverde, en Madrid; el Raval, en Barcelona; o las Tres Mil Viviendas, en Sevilla. Pero no es un problema de poblaciones marginadas. La desigualdad en salud es gradual: las personas suelen enfermar y morir antes que las que tienen inmediatamente por encima en la jerarqu¨ªa laboral.
Los autores han analizado un mill¨®n de muertes en 26 ciudades espa?olas entre 1996 y 2015, agrupando los fallecimientos por secciones censales, las peque?as ¨¢reas donde viven unos 1.500 vecinos que votan en el mismo colegio electoral. El atlas, a cuyos datos ha tenido acceso EL PA?S, permite visualizar como nunca los efectos de la desigualdad socioecon¨®mica en la salud. Las viviendas deficientes, los bajos salarios, la marginaci¨®n social y el desempleo est¨¢n asociados a una peor alimentaci¨®n, a una menor actividad deportiva y, sobre todo en el caso de los hombres, a un mayor consumo de tabaco y alcohol. Algunas calles act¨²an de frontera entre dos mundos diferentes, uno a cada lado de la acera.
El mapa que encabeza esta noticia refleja un valor que resume todos los patrones de causas de muerte en cada secci¨®n censal. El riesgo mayor o menor en una secci¨®n frente a otra puede variar mucho simplemente porque una enfermedad concreta sea mucho m¨¢s com¨²n que el resto. A continuaci¨®n, mostramos los detalles de determinadas enfermedades en los barrios donde m¨¢s golpean.
1. Las Tres Mil Viviendas (Sevilla)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
Una v¨ªa de tren con un muro separa el barrio sevillano de Bami, con piscinas y zonas verdes, de las Tres Mil Viviendas, uno de los barrios m¨¢s pobres de Espa?a, con poco m¨¢s de 5.000 euros de renta media anual por habitante. Los ra¨ªles son una aut¨¦ntica frontera urbana. En Bami, el riesgo de muerte por casi todas las causas es inferior al del promedio de Sevilla. Al otro lado de la v¨ªa del tren, en las Tres Mil Viviendas, el riesgo de morir por c¨¢ncer de pulm¨®n en los hombres es un 112% superior; por cirrosis, un 214%; por enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica, un 230%; y por sida, un 590%. El atlas muestra riesgos relativos, no absolutos. Si en una ciudad se observa un promedio de 80 muertes anuales por c¨¢ncer de pulm¨®n por cada 100.000 habitantes, un aumento del riesgo del 100% se traducir¨ªa en una tasa de 160 fallecimientos por cada 100.000.
Pablo S¨¢nchez Villegas, investigador de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica y coautor del atlas, es contundente: ¡°Cuando decimos que la pobreza mata, no nos referimos a las im¨¢genes de hace 30 a?os de los ni?os en Etiop¨ªa con las barrigas gordas. Hablamos de nuestras propias ciudades¡±.
2. El Ruedo de la M-30 (Madrid)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
M¨¢s de 300 familias del poblado chabolista m¨¢s antiguo de Madrid ¡ªel Pozo del Huevo (Villa de Vallecas)¡ª fueron realojadas en 1990 en el llamado Ruedo de la M-30, un complejo de viviendas sociales junto a la carretera de circunvalaci¨®n de la capital. El Ruedo todav¨ªa aparece como una isla con mayor mortalidad en los hombres por casi todas las causas: un 40% m¨¢s en c¨¢ncer de pulm¨®n, un 53% m¨¢s en enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica, un 84% m¨¢s en cirrosis, un 194% m¨¢s en sida. En las mujeres apenas hay diferencias con el promedio de Madrid, como subraya Ana Gandarillas, epidemi¨®loga de la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid. ¡°En las mujeres, en general en todas las ciudades, los patrones de mortalidad son mucho m¨¢s suaves, m¨¢s homog¨¦neos¡±, explica.
3. El paseo de la Castellana (Madrid)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
El 26% de los hombres en Espa?a fuman, frente al 19% de las mujeres, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta Nacional de Salud. La epidemia de tabaquismo en el siglo XX sigui¨® un modelo cl¨¢sico de difusi¨®n de las innovaciones: primero empezaron a fumar los hombres adinerados; despu¨¦s, los hombres de menor nivel socioecon¨®mico; en tercer lugar, las mujeres de clases acomodadas; y, finalmente, el resto de las mujeres. Como el c¨¢ncer de pulm¨®n tarda d¨¦cadas en aparecer, lo que se ve ahora son los efectos del tabaquismo en las etapas intermedias de esa epidemia.
¡°Cuanto m¨¢s pobre sea una zona, m¨¢s c¨¢ncer de pulm¨®n en hombres. Cuanto m¨¢s rica sea una zona, m¨¢s c¨¢ncer de pulm¨®n en mujeres¡±, resume la epidemi¨®loga Ana Gandarillas. Es un patr¨®n en espejo que se observa en todas las grandes ciudades espa?olas. El mayor riesgo de muerte por c¨¢ncer de pulm¨®n en las mujeres de Madrid se detecta en torno al paseo de la Castellana, una de las zonas m¨¢s privilegiadas de Espa?a, con hasta 35.000 euros de renta media anual por habitante. El pico de riesgo aparece en el paseo de La Habana, con un 258% m¨¢s que el promedio de la capital.
4. El Corral¨®n (Valencia)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
Dos manzanas triangulares de viviendas sociales, conocidas como El Corral¨®n, emergen como una isla con mayor riesgo de mortalidad en torno a la calle Yecla, en Valencia. El Corral¨®n destaca por su riesgo disparado en los hombres: un 33% m¨¢s en c¨¢ncer de pulm¨®n, un 40% en enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica, un 68% en cirrosis y un 300% en sida. El lugar se ha popularizado por los videoclips del joven rapero valenciano Aloy, criado all¨ª. Uno de sus ¨¦xitos empieza as¨ª: ¡°Solo soy un ni?o barriobajero, no tengo dinero¡±.
El estad¨ªstico Miguel ?ngel Mart¨ªnez Beneito navega por el mapa de su ciudad, Valencia, mostrando una y otra vez el mismo patr¨®n: un aumento gradual del riesgo de mortalidad desde los barrios adinerados a los m¨¢s desfavorecidos, con un pico en los hombres de las zonas m¨¢s pobres. El mayor exceso en c¨¢ncer de pulm¨®n masculino, un 58% por encima del promedio, aparece en el Cabanyal, un barrio costero hist¨®ricamente abandonado por las administraciones.
¡°Vemos que casi todas las enfermedades apuntan en la misma direcci¨®n, van al un¨ªsono. A m¨ª me ha dejado fuera de juego ver hasta qu¨¦ punto domina la parte socioecon¨®mica en los mapas de mortalidad de todas las ciudades¡±, afirma Mart¨ªnez Beneito.
El epidemi¨®logo ?scar Zurriaga, de la Universidad de Valencia, critica las pol¨ªticas de derribar viviendas marginales para realojar sin m¨¢s a la poblaci¨®n. ¡°Es muy efectista de cara a la opini¨®n p¨²blica. Luego se plantan unos arbolitos y se dice que lo que antes era una zona degradada ahora es una zona verde. Ya, pero ?d¨®nde est¨¢ aquella gente?¡±, reflexiona. ¡°Esto se ha hecho constantemente, independientemente del color pol¨ªtico, porque no se atacan las causas. El problema es la desigualdad y, por lo tanto, hay que resolver el problema de la desigualdad. Si no, lo ¨²nico que hacemos es trasladar el problema de un sitio a otro¡±, afirma Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa.
5. L¡¯Eixample (Barcelona)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
El c¨¢ncer de mama, el tumor m¨¢s frecuente en mujeres en Espa?a, es otra de las escasas causas de muerte que suelen presentar un patr¨®n inverso: el mayor riesgo aparece en los barrios adinerados. ¡°Es como ver el negativo de la foto de la privaci¨®n socioecon¨®mica¡±, explica Maica Rodr¨ªguez, epidemi¨®loga de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona y coautora del atlas. El fen¨®meno se observa en El Eixample, uno de los distritos con mayor renta media de la capital catalana. En algunas de sus secciones censales, el riesgo de morir por c¨¢ncer de mama es un 78% superior al del promedio de la ciudad.
La relaci¨®n entre el nivel socioecon¨®mico y estos tumores se sigue investigando, aunque se apuntan factores de riesgo como el tabaquismo, ciertos anticonceptivos orales, algunas terapias hormonales durante la menopausia y el hecho de tener el primer embarazo despu¨¦s de los 30 a?os de edad.
6. San Blas (Madrid)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
La epidemi¨®loga Ana Gandarillas camina por la avenida de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, a la altura del n¨²mero 125. Una abuela habla desde su ventana con su nieta, en la calle, sobre cu¨¢ndo le tocar¨¢ vacunarse contra la covid. La avenida es una de las fronteras urbanas que separan dos mundos en Madrid. La secci¨®n censal que observa Gandarillas ¡ªcon torres de viviendas de 12 pisos pertenecientes al distrito de San Blas¡ª presenta un mayor riesgo de muerte en hombres de hasta el 56% por c¨¢ncer de pulm¨®n, del 139% por cirrosis y del 408% por sida. El riesgo de fallecimiento por diabetes en mujeres est¨¢ un 41% por encima del promedio de Madrid. En el otro lado de la avenida, ya en el distrito de Ciudad Lineal, todos los riesgos son muy inferiores a los del conjunto de la ciudad.
San Blas fue arrasado por la hero¨ªna y el desempleo en la d¨¦cada de 1980, pero la zona se ha transformado desde entonces: donde se ubic¨® el poblado chabolista de Los Focos, uno de los mayores de Espa?a, hoy est¨¢ el centro comercial Las Rosas, inaugurado en 1998. El atlas de mortalidad, sin embargo, sigue mostrando San Blas como una llamativa excepci¨®n en el este de Madrid. ¡°Las desigualdades son un fen¨®meno muy persistente¡±, reflexiona Gandarillas.
¡°Cuando hay una mejora socioecon¨®mica que afecta a toda la poblaci¨®n, como el boom econ¨®mico que tuvimos a partir del a?o 2000, a veces ocurre que la ganancia en salud no es igual en todos los niveles. Mejoran todos, pero mejoran m¨¢s los m¨¢s ricos, con lo cual la desigualdad puede incluso aumentar¡±, advierte la epidemi¨®loga. Es una paradoja detectada en muchos otros pa¨ªses: los barrios progresan con los a?os, pero la desigualdad en salud sigue creciendo. El nuevo atlas de mortalidad constata que los barrios con mayor mortalidad en 1996 segu¨ªan siendo los barrios con mayor mortalidad 20 a?os despu¨¦s.
7. Bilbao La Vieja (Bilbao)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
Hace m¨¢s de una d¨¦cada, cient¨ªficos de Londres mostraron que, si se recorr¨ªa la hist¨®rica l¨ªnea de metro Jubilee hacia el este, la esperanza de vida en los barrios ca¨ªa m¨¢s de un a?o cada dos paradas. El Departamento de Salud del Gobierno vasco repiti¨® el experimento en el metro de Bilbao en 2015. Sus datos revelaron que la esperanza de vida se disparaba desde el empobrecido centro de la ciudad hacia el exterior, aumentando cinco a?os en mujeres y casi 10 a?os en hombres desde el barrio de Bilbao La Vieja hasta la parada de Algorta, en Getxo, uno de los municipios m¨¢s ricos de Espa?a, con 20.150 euros de renta media anual por habitante. El nuevo atlas constata ese patr¨®n de mortalidad en el centro bilba¨ªno y en dos de los barrios con las rentas m¨¢s bajas de la ciudad: Iturrigorri-Pe?ascal y Uretamendi.
¡°La esperanza de vida va por barrios¡±, lamenta Elena Aldasoro, epidemi¨®loga del Departamento de Salud del Gobierno vasco y coautora del atlas. La investigadora insiste en una idea: ¡°No todas las personas tenemos el mismo control sobre nuestras vidas como para hacerlas m¨¢s saludables¡±. Factores como el estr¨¦s de no llegar a fin de mes y la falta de educaci¨®n en salud hacen que los ciudadanos fumen m¨¢s, beban m¨¢s alcohol o consuman m¨¢s comida ultraprocesada y bebidas azucaradas. ¡°No hay que culpabilizar a las personas, sino a su situaci¨®n¡±, recalca Aldasoro.
8. Villaverde (Madrid)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
La zona de Madrid con mayor riesgo de muerte por c¨¢ncer de pulm¨®n en hombres ¡ªcon un 123% por encima del promedio¡ª est¨¢ en Villaverde, a lo largo de la autov¨ªa de Toledo, donde estuvo abierta hasta 2012 la f¨¢brica sider¨²rgica de ArcelorMittal, un punto negro de contaminaci¨®n en la ciudad.
Los autores del atlas advierten de que no hay que vincular a la ligera instalaciones industriales concretas con la mayor mortalidad observada en su entorno. En esa secci¨®n censal de Villaverde, por ejemplo, el exceso de c¨¢ncer de pulm¨®n en las mujeres ¡ªun 27% m¨¢s que en el conjunto de la capital¡ª no destaca tanto como el de los hombres.
9. Palma-Palmilla (M¨¢laga)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
La diabetes es una de las causas de muerte m¨¢s asociadas a la privaci¨®n socioecon¨®mica en las mujeres. En Palma-Palmilla ¡ªuno de los barrios m¨¢s pobres de Espa?a, con 6.800 euros de renta media anual por habitante¡ª el riesgo de las mujeres de morir por diabetes es hasta un 54% mayor que en el promedio de M¨¢laga. El equipo de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica tambi¨¦n ha detectado en las mujeres un mayor riesgo de muerte por demencia, por cardiopat¨ªas, por enfermedades cerebrovasculares y por cirrosis en los barrios m¨¢s desfavorecidos de las ocho capitales de Andaluc¨ªa.
10. El Raval (Barcelona)
Menos riesgo
M¨¢s riesgo
¡°En los a?os ochenta, las desigualdades que hab¨ªa entre los barrios de Barcelona eran muy salvajes¡±, recuerda la epidemi¨®loga Maica Rodr¨ªguez. Las muertes por sida o sobredosis se concentraron entonces en barrios c¨¦ntricos muy degradados, como el Raval, y en el norte de la ciudad, en Nou Barris, el distrito en el que se instalaron como pudieron las familias obreras que llegaron a Barcelona a mediados del siglo XX.
Rodr¨ªguez, de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona, es optimista. Sus indicadores se?alan que la ciudad ha mejorado. La Ley de Barrios, un programa de regeneraci¨®n urbana puesto en marcha en 2004 por la Generalitat de Catalu?a con fondos europeos, redujo las enormes desigualdades en salud en el Raval, Nou Barris y otros lugares. El equipo de la epidemi¨®loga ha estudiado adem¨¢s otro fen¨®meno paralelo: la llegada al centro hist¨®rico de j¨®venes inmigrantes desde el a?o 2000. ¡°En el Raval hay un 50% de poblaci¨®n extranjera. Hemos observado que ese recambio de poblaci¨®n ha hecho mejorar la salud del barrio, por lo menos a nivel de mortalidad¡±, se?ala Rodr¨ªguez. El atlas, no obstante, sigue mostrando el Raval como una mancha de mayor mortalidad, con algunas secciones censales con aumentos del riesgo del 42% en c¨¢ncer de pulm¨®n, del 147% en cirrosis y del 950% en sida, en el caso de los hombres, y del 95% en diabetes en las mujeres.
La comisi¨®n sobre determinantes sociales de la salud de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud lanz¨® en 2008 un informe con recomendaciones para alcanzar la equidad sanitaria en una sola generaci¨®n. Una de sus principales directrices era ¡°luchar contra la distribuci¨®n desigual del poder, el dinero y los recursos¡±. El nuevo atlas de mortalidad en Espa?a muestra como nunca los efectos letales de esa desigualdad. Ahora es el turno de los pol¨ªticos.
El Congreso de los Diputados ya aprob¨® el 22 de septiembre de 2011, con el voto de la inmensa mayor¨ªa de los diputados, la Ley General de Salud P¨²blica, una normativa impulsada por el Gobierno del socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero que establec¨ªa que todas las pol¨ªticas incluir¨ªan objetivos de reducci¨®n de las desigualdades sociales en salud. Dos meses despu¨¦s, el Partido Popular de Mariano Rajoy gan¨® las elecciones generales con mayor¨ªa absoluta y la ley nunca se desarroll¨®. La norma ha ¡°permanecido olvidada durante demasiados a?os en un caj¨®n¡±, resumi¨® en junio de 2020 el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa. Fuentes del Ministerio aseguran que trabajan para recuperarla.
Dos expertos en salud p¨²blica ¡ªJoan Benach, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, y Carles Muntaner, de la Universidad de Toronto (Canad¨¢)¡ª aseguraron en 2005 que ¡°la peor epidemia de nuestro tiempo es la desigualdad social¡±. En su libro Aprender a mirar la salud, los dos autores recordaban con sorna que los informes sobre desigualdades sociales suelen acabar como la Biblia: siendo poco le¨ªdos, muy citados y con unas recomendaciones que nunca se ponen en pr¨¢ctica.