Los rayos X en los ojos que ¡®cegaron¡¯ a Ram¨®n y Cajal y Valle-Incl¨¢n
Un caso extravagante y singular en el que se vio envuelto nuestro Premio Nobel de Medicina
La ¨²ltima biograf¨ªa de Santiago Ram¨®n y Cajal viene escrita por el historiador Francisco C¨¢novas S¨¢nchez y ha sido publicada en Alianza. Se trata de una biograf¨ªa social, por decirlo de alg¨²n modo, ya que nos presenta la ¨¦poca que al cient¨ªfico le toc¨® vivir (1852-1934); una ¨¦poca fronteriza que condicion¨® sus investigaciones cient¨ªficas, asumiendo que las circunstancias desfavorables pueden ser mudadas a otras m¨¢s favorables con el tes¨®n y la curiosidad suficientes para ello. Hombre de su tiempo y animal pol¨ªtico social a la manera aristot¨¦lica, Ram¨®n y Cajal fue un activista de la vida p¨²blica, a sabiendas de que la riqueza de un pa¨ªs reside en su educaci¨®n cient¨ªfica.
Con todo, cada vez que toca biografiar a nuestro premio Nobel de Medicina (1906), se pasa por alto el episodio en el que se vio envuelto cuando presidi¨® una comisi¨®n para estudiar un caso tan extravagante y popular como fue el caso del joven Argamasilla, un arist¨®crata que aseguraba estar provisto de unos ojos especiales, capaces de ver a trav¨¦s de los cuerpos opacos.
Estar dotado con visi¨®n de rayos X result¨® algo inaudito y desafiante a la vez, pues la noticia trajo consigo una pol¨¦mica que se hizo viral en las calles del Madrid de entonces. Hablamos de hace ahora un siglo, cuando los fen¨®menos paranormales alimentaban el d¨ªa a d¨ªa de un pueblo que a¨²n era un poblach¨®n manchego. Qui¨¦n no ha fantaseado con poder ver a trav¨¦s de las paredes, de las puertas o de las ropas. En casos as¨ª, la pseudociencia da con un terreno abonado para su germinaci¨®n.
En la comisi¨®n presidida por Ram¨®n y Cajal no solo hab¨ªa oculistas, sino que tambi¨¦n contaba con neur¨®logos y expertos en psiquiatr¨ªa. Uno de ellos era Rodr¨ªguez Lafora, neur¨®logo y psiquiatra, que no se cre¨ªa el fen¨®meno, pero que, llevado por la prudencia cient¨ªfica, pidi¨® m¨¢s pruebas para dictar su veredicto. Otro de los m¨¦dicos que conformaban dicha comitiva, el franc¨¦s Robert Richet, estaba seguro de que el joven Argamasilla no ment¨ªa.
A tales juicios vino a sumarse el de Valle-Incl¨¢n quien declar¨® que no se trataba de un asunto paranormal, sino de un asunto cient¨ªfico, aunque no se pudiese demostrar, ya que, hay asuntos cient¨ªficos que la ciencia no puede demostrar que lo son. Con una argumentaci¨®n m¨¢s propia de un sofista que de un hombre de ciencia, Valle-Incl¨¢n defendi¨® la posibilidad sobrenatural del joven Argamasilla. Hay que apuntar que el autor gallego era amigo del padre del joven Argamasilla, el Marqu¨¦s de Santacara. A partir de aqu¨ª, ya se entiende todo.
Para quien desee acercarse a este desconcertante cap¨ªtulo de nuestra historia pseudocient¨ªfica, se recomienda leer el libro editado por La Felguera con el t¨ªtulo Valle-Incl¨¢n y el ins¨®lito caso del hombre con rayos X en los ojos, una recopilaci¨®n del caso donde Grace Morales y Ram¨®n Mayrata nos narran la relaci¨®n de hechos que convirtieron esta extravagancia en noticia. Adem¨¢s de lo contado por Morales y Mayrata, hay que a?adir la documentaci¨®n del caso con las distintas versiones del mismo, tanto a favor como en contra.
Este caso tan particular, en el que se vio envuelto nuestro premio Nobel, sirve de ejemplo para explicar que el arraigo de creencias paranormales en nuestra sociedad viene de lejos. Y que la pseudociencia y los frikis siempre emergen cuando se trata de contrastar el m¨¦todo cient¨ªfico.
El caso del joven Argamasilla lo podemos encajar en nuestro presente. Porque los tiempos que estamos viviendo nos remiten a ¨¦pocas pasadas, cuando las explicaciones sobrenaturales calaban hondo en una poblaci¨®n sin cultura de ra¨ªz cient¨ªfica, algo que Ram¨®n y Cajal siempre identific¨® con la pobreza de un pa¨ªs.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento
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