Visi¨®n y lenguaje son facultades secretamente unidas
Las sincron¨ªas entre el m¨¦todo cient¨ªfico y el mundo art¨ªstico las recibimos a trav¨¦s de nuestro canal ¨®ptico. Los dibujos histol¨®gicos de Santiago Ram¨®n y Cajal son el ejemplo
Hay que se?alar la importancia del lenguaje visual en la investigaci¨®n cient¨ªfica. Para ello, es preciso remontarse hasta Leonardo da Vinci con su famosa obra: El Hombre de Vitruvio; un dibujo donde el estudio de las proporciones ideales del ser humano se manifiesta cient¨ªficamente en su dimensi¨®n anat¨®mica.
Siguiendo esta tradici¨®n, la comunidad cient¨ªfica ha ido desarrollando una destreza en el dibujo que ser¨ªa trascendental en los avances de la medicina. Sin ir m¨¢s lejos, a finales del XIX, Ram¨®n y Cajal postul¨® la teor¨ªa neuronal, descubriendo que el sistema nervioso se compone de c¨¦lulas provistas de diversas prolongaciones. Con su descubrimiento neuronal, Ram¨®n y Cajal tiraba abajo la ¡°teor¨ªa reticular¡±, teor¨ªa dominante hasta entonces, que propon¨ªa un sistema nervioso estructurado como una red continua de fibras.
Para explicar su teor¨ªa, Ram¨®n y Cajal public¨® un art¨ªculo cient¨ªfico que llev¨® por t¨ªtulo Estructuras de los centros nerviosos de las aves, donde se?alaba que el sistema nervioso est¨¢ constituido por c¨¦lulas que se ponen en contacto entre ellas por medio de est¨ªmulos o impulsos nerviosos. El art¨ªculo ven¨ªa acompa?ado de dos ilustraciones; dos dibujos histol¨®gicos de su propia mano donde aparec¨ªan los cortes microsc¨®picos de los cerebelos de una gallina y de una paloma.
Como bien se?ala Jos¨¦ M. Ram¨ªrez en su ensayo Di¨¢logo y valoraci¨®n (acvf), los citados dibujos cumplieron un papel trascendental, puesto que, en una comunidad internacional de cient¨ªficos de distintas nacionalidades, ¡°los dibujos hablaban un idioma com¨²n¡±. Si observamos los dibujos histol¨®gicos de Ram¨®n y Cajal, lo primero que nos viene a la cabeza es que son obras de pintura vanguardista, logradas con gotas de tinta y trazos al buen tunt¨²n que se entrelazan formando una mara?a parecida a una red. Con todo, si alguien nos cuenta la funci¨®n cient¨ªfica de tales dibujos, la apariencia tiende a disiparse.
Es posible imaginar a Ram¨®n y Cajal, a mediados de los a?os veinte, llegando a la Residencia de Estudiantes para hablar de sus descubrimientos, ilustrando su conferencia con aquellos dibujos de apariencia vanguardista donde las neuronas se asemejan a ara?as de patas finas y alargadas, artr¨®podos cazadores de insectos que muy pronto pasar¨ªan a formar parte del imaginario de Dal¨ª, Lorca y Bu?uel, y que calar¨ªan hondo en aquellos tiempos en los que el movimiento surrealista representaba la hegemon¨ªa del periodo de entreguerras.
El ensayo de Jos¨¦ M. Ram¨ªrez nos lleva de paseo por estos laberintos; una galer¨ªa de espejos donde la imagen y la palabra se complementan en su dimensi¨®n cient¨ªfica. Porque es con la palabra como llegamos a alcanzar im¨¢genes. Sin ir m¨¢s lejos, la imagen del Tiempo la complet¨® Her¨¢clito con ayuda de la palabra, presentando las distintas aguas de un mismo r¨ªo. Siguiendo su caudal, Jos¨¦ M. Ram¨ªrez, que es doctor en ciencias del lenguaje, nos presenta las coincidencias entre el m¨¦todo cient¨ªfico y el mundo art¨ªstico. Tales sincron¨ªas las recibimos a trav¨¦s de nuestro canal ¨®ptico. Los dibujos histol¨®gicos de Santiago Ram¨®n y Cajal son un claro ejemplo.
Jos¨¦ M. Ram¨ªrez lo explica llevado por Deleuze, cuando dice que captamos la imagen para convertirla en percepto, ya que, nuestra visi¨®n se ve favorecida por la potencia intelectual de las palabras. La conclusi¨®n que sacamos tras la lectura de este curioso ensayo es que el lenguaje es la primera forma de conocimiento y que la visi¨®n se vio favorecida por ¨¦l. Sin tal influencia, no existir¨ªa el m¨¦todo cient¨ªfico.
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