Tres a?os de amenazas contra agentes ambientales en un pueblo de Extremadura
Los cuatro empleados p¨²blicos del Medio Natural de Villanueva de la Vera (C¨¢ceres) han sufrido insultos, intimidaci¨®n y ataques a sus coches con botellas incendiarias
Insultos, ataques a veh¨ªculos, menosprecio¡ Los agentes del Medio Natural de Villanueva de la Vera (C¨¢ceres), el cuerpo que vigila las leyes medioambientales en Extremadura, llevan tres a?os sufriendo amenazas. En marzo, alguien volvi¨® a lanzar una botella incendiaria ¡ªcon aguafuerte y papel de aluminio¡ª a uno de sus coches. No hubo da?os, pero s¨ª un susto. Era la tercera vez que pasaba en pocos meses. ¡°Est¨¢n intimidados, algunos tienen ansiedad. No saben qu¨¦ se van a encontrar al d¨ªa siguiente¡±, dice Antonio Guti¨¦rrez, de la Asociaci¨®n Profesional de Agentes del Medio Natural de Extremadura (Apamnex).
Fuentes pr¨®ximas a los agentes ¡ªcon miedo a hablar¡ª apuntan que estos suelen notificar infracciones por quemar rastrojos en verano, por realizar podas cuando no est¨¢ permitido, por talar ¨¢rboles protegidos, por cazar sin licencia o matar animales protegidos, por hacer un uso privativo de las v¨ªas pecuarias, por destrucci¨®n del espacio natural¡ En una ocasi¨®n, tuvieron que perseguir a un cazador que disparaba desde su veh¨ªculo, algo prohibido por la legislaci¨®n. En los ¨²ltimos tres a?os han notificado 26 sanciones, seg¨²n la Consejer¨ªa de Agricultura extreme?a. Esteban Arribas, presidente de la Sociedad de Cazadores El Corzo, desmiente que en los ¨²ltimos a?os haya habido ninguna denuncia por caza de especies protegidas y defiende que los cazadores ¡°cuidan el monte¡±.
La labor de los agentes no siempre es bien entendida por los vecinos. Andr¨¦s Mart¨ªn, de 70 a?os, y Jos¨¦ Miguel Mart¨ªn, de 67, toman un aguardiente a las 11 de la ma?ana en un bar del pueblo. ¡°Los guardas no se portan bien, se dedican a hacer denuncias porque s¨ª y solo van a por el dinero. Conozco una finca que han desbrozado y no han dejado cortar los restos para hacer le?a. No puedes ni tocar un palo sin que te multen¡±, dice el primero. ¡°Esto no siempre ha sido as¨ª, solo pasa con los ¨²ltimos agentes que han llegado. Hay cuatro agentes para jodernos a todos. Que no te vean cogiendo tomillo porque te denuncian. Est¨¢bamos muy bien sin ellos¡±, apunta el segundo. Un tercer jubilado lo corrobora: ¡°Tienen muy mala fama en el pueblo. Una cosa es cuidar el medio ambiente y otra estas tonter¨ªas. Por ejemplo, ven un roble ca¨ªdo y no dejan que lo quites para labrar la finca¡±. Una mujer de unos 60 a?os est¨¢ de acuerdo: ¡°Crean problemas a agricultores y ganaderos. Para cualquier cosa necesitas permiso. Te sancionan por cortar un tronco de roble o por cualquier cosa. Y ha habido conflictos por v¨ªas pecuarias. A favor de estos agentes no hay nadie en el pueblo¡±.
Al visitar este municipio cacere?o, es f¨¢cil escuchar el murmullo contra estos empleados p¨²blicos, aunque son pocos los vecinos que hablan con nombre y apellido. ¡°Nadie los quiere en el pueblo¡±, dice una residente que pide anonimato. El sindicato CC OO denuncia que ni la Consejer¨ªa de Agricultura ni el Ayuntamiento ¡ªque ha recibido dos infracciones ambientales¡ª los apoyan, algo que ambas administraciones niegan. Proteger la naturaleza en la Espa?a vac¨ªa no siempre es sencillo.
Villanueva de la Vera es una localidad de casitas bajas ¡ªmuchas de ellas antiguas y con caracter¨ªsticos balcones de madera¡ª atravesada por una carretera y flanqueada por un monte de un verde intenso al norte de C¨¢ceres, cerca de la Sierra de Gredos. El centro del pueblo, de algo m¨¢s de 2.100 habitantes, tiene calles estrechas que desembocan en Aniceto Marinas, una recoleta plaza con soportales donde se sit¨²an el Ayuntamiento y varios bares. Este lugar tan tranquilo ha visto c¨®mo la tensi¨®n con los cuatro profesionales encargados de proteger la naturaleza ha ido subiendo de nivel: primero fueron insultos, luego pincharon las ruedas al coche particular de unos de ellos, m¨¢s tarde rompieron los cristales y ruedas a los dos veh¨ªculos oficiales y, en los ¨²ltimos meses, lanzaron tres botellas explosivas. Hay seis denuncias puestas por estos hechos ante la Guardia Civil, que no da datos sobre las investigaciones. La situaci¨®n ha obligado al Ayuntamiento a buscar una cochera para resguardar los veh¨ªculos, mientras que en el ¨²ltimo pleno ¡ªel martes¡ª los tres grupos municipales (PSOE, Unidas Podemos y PP) hicieron una declaraci¨®n p¨²blica en apoyo de los trabajadores.
Ismael, de 30 a?os, toma un caf¨¦ con un amigo en otro bar cercano y aporta otro punto de vista: ¡°Los agentes est¨¢n bajo una gran presi¨®n. Todo lo que hacen est¨¢ dentro de la ley, pero los agricultores y la gente con fincas no est¨¢n contentos. No es f¨¢cil defender la naturaleza aqu¨ª, la gente se ha criado cortando los ¨¢rboles cuando les molestaban sin que nadie les dijera nada. Su mentalidad no es como la m¨ªa¡±.
Campa?a de intimidaci¨®n
Para los ecologistas, la situaci¨®n es tensa. ¡°Hay una campa?a de intimidaci¨®n contra estos profesionales. Hay intereses de caza, urban¨ªsticos, agropecuarios, que chocan contra las leyes de protecci¨®n natural¡±, dice uno, que no se atreve a dar su nombre por miedo a represalias. De hecho, hace dos d¨¦cadas llegaron a prender fuego en tres puntos de la finca de uno de estos profesionales. ¡°Los agentes est¨¢n desacreditados por los ayuntamientos y la comunidad. A la Administraci¨®n le interesa que no hagan nada, porque as¨ª no tienen que enfrentarse a los vecinos¡±, dice otro activista medioambiental que tampoco quiere ser identificado.
Antonio Guti¨¦rrez, de la asociaci¨®n profesional de agentes, denuncia que, tras los ¨²ltimos incidentes, la Consejer¨ªa de Agricultura emiti¨® una orden interna para cerrar de forma temporal la oficina, que tambi¨¦n da servicio a cuatro pueblos cercanos. ¡°Eso no era adecuado, porque si los agresores consiguen echar a los agentes, ganan. Pero han dado marcha atr¨¢s¡±. Un portavoz de Agricultura niega este extremo: ¡°Nunca se ha planteado el cierre, sino la necesidad de un lugar para el aparcamiento seguro de los veh¨ªculos, algo que se ha resuelto con la cochera habilitada por el Ayuntamiento¡±. Adem¨¢s, el departamento explica que, para garantizar la seguridad de estos profesionales, se obliga a que ahora patrullen en pareja.
Los agentes tambi¨¦n sancionaron al Ayuntamiento de la localidad por echar cloro en una piscina natural ¡ªGualtaminos¡ª situada en el cauce de un r¨ªo, lo que conllev¨® la muerte de peces y ranas, y tambi¨¦n por un problema de mala gesti¨®n de residuos. El alcalde, Antonio Caperote (PSOE), responde: ¡°En los ¨²ltimos a?os ha llovido poco y se reduce mucho el agua que viene por la garganta. En determinados momentos hemos tenido que suplementar la depuradora. Los agentes hicieron una anal¨ªtica del agua y comprobaron que hab¨ªamos echado algunos productos para que el agua estuviera en condiciones para el ba?o¡±. El regidor no recuerda qu¨¦ tipo de multa conllev¨®: ¡°En cualquier caso, qued¨® en una sanci¨®n m¨ªnima¡±.
En un comunicado tras otro ataque en febrero, el sindicato CC OO pidi¨® respeto para los agentes y denunci¨® que ¡°determinados comentarios del alcalde y concejales, quej¨¢ndose de que los agentes del Medio Natural no les dejan hacer nada, no contribuyen precisamente a que se valore y respete su trabajo¡±. El edil lo niega: ¡°Yo no he dicho eso¡±. Admite, eso s¨ª, que recibi¨® a residentes que ped¨ªan actuar contra los agentes. ¡°Soy alcalde y tengo que atender a los vecinos. Un grupo de ellos quer¨ªan una reuni¨®n para decirme que ten¨ªan problemas con un permiso. Yo los escuch¨¦, recog¨ª sus quejas y las traslad¨¦ a la Junta de Extremadura¡±. Caperote reconoce que ha habido discrepancias entre el Consistorio y agentes al solicitar permisos para actuar en caminos, ¡°pero una discrepancia puntual no tiene nada que ver con ese tipo de actos vand¨¢licos¡±, que por supuesto repudia. ¡°Desde el Ayuntamiento siempre hemos condenado este tipo de actos¡±, concluye.
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