Los elefantes errantes en China y el investigador espa?ol que les sigue la pista
Ahimsa Campos-Arceiz explica que la dispersi¨®n de estos animales ha aumentado en Yunnan por la reducci¨®n de su h¨¢bitat, pero tambi¨¦n por el ¨¦xito de los programas de conservaci¨®n. ¡°Mientras m¨¢s gente y m¨¢s atenci¨®n, m¨¢s presi¨®n sobre ellos¡±
Son las nuevas estrellas medi¨¢ticas en China, y en el resto del planeta. Un grupo de 14 elefantes errantes, que han recorrido m¨¢s de 500 kil¨®metros por la provincia de Yunnan, en el suroeste del pa¨ªs, desde que abandonaron su reserva en esta ¨¢rea tropical hace m¨¢s de un a?o. Peregrinan sin destino aparente, aliment¨¢ndose de los cultivos humanos, d¨¢ndose banquetes de ma¨ªz ¡ªsu nuevo men¨² favorito¡ª, tumb¨¢ndose para una siesta o cruzando una calle como Pedro por su casa. Su paso por las afueras de Kunming, la capital provincial, moviliz¨® a centenares de polic¨ªas y decenas de drones para evitar que entraran en un n¨²cleo urbano de nueve millones de habitantes. Tras un breve descanso, han retomado la marcha, con un miembro de menos, un macho que se ha separado del grupo. Su ruta ha cautivado a millones de personas en todo el mundo. Pero aunque su viaje resulta ins¨®lito, no son los ¨²nicos paquidermos en marcha en busca de nuevos horizontes en esta zona fronteriza de China.
El ec¨®logo espa?ol Ahimsa Campos-Arceiz lo sabe bien. Como uno de los grandes expertos mundiales en el comportamiento de los elefantes, las ¨²ltimas dos semanas no ha tenido respiro. Este profesor e investigador principal del Grupo de Conservaci¨®n y Ecolog¨ªa de Megafauna en el Jard¨ªn Bot¨¢nico de la ciudad china de Xishuangbanna (Yunnan), en la frontera con Laos, no solo ha seguido la ruta del reba?o en Kunming; otra manada errante le ha entrado en casa: un grupo de 17 ejemplares se han refugiado en los bosques de su jard¨ªn bot¨¢nico.
¡°Llegaron en febrero, estuvieron una noche, se fueron y siguieron caminando hacia el sureste. Y despu¨¦s, a final de mayo, volvieron. Pens¨¢bamos que se ir¨ªan pronto, pero no. Encontraron que hab¨ªa un mont¨®n de comida, un mont¨®n de ma¨ªz y un sitio muy c¨®modo, y se han quedado¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica desde Xishuangbanna este investigador de origen zaragozano y criado en Galicia. Este segundo grupo ha recorrido unos 70 kil¨®metros, una distancia dentro de lo normal.
El ¨¦xodo de la otra manada m¨¢s al norte es mucho m¨¢s peculiar. Sus movimientos son muy err¨¢ticos, y los expertos no se explican con certeza por qu¨¦ se han desplazado tan lejos, cinco veces m¨¢s del m¨¢ximo habitual. Campos-Arceiz explica que ¡°se fueron a zonas que no conoc¨ªan, donde no hab¨ªan estado antes, y que son muy diferentes desde el punto de vista bioclim¨¢tico. Han abandonado el bosque tropical h¨²medo de Xishuangbanna y se han metido en bosques m¨¢s secos y m¨¢s calurosos del centro de [la provincia de] Yunnan, ah¨ª les ha costado m¨¢s encontrar un ambiente que puedan reconocer como favorable¡±. En esas zonas de mayor densidad humana han generado m¨¢s atenci¨®n y consumido m¨¢s cultivos de los campesinos de la zona.
¡°Mientras m¨¢s gente y m¨¢s atenci¨®n, m¨¢s presi¨®n sobre ellos. Entonces han entrado en una especie de espiral, donde con m¨¢s presi¨®n han estado comiendo m¨¢s cultivos. Caminaban m¨¢s r¨¢pido y eleg¨ªan zonas como carreteras o por las que era muy f¨¢cil moverse. Y al final han acabado en una ciudad de nueve millones de personas¡±, se?ala el cient¨ªfico, especializado en los elefantes desde hace 15 a?os y que lleg¨® a China el a?o pasado. Previamente estudi¨® a estos mam¨ªferos en Malasia y Sri Lanka.
De momento, la posici¨®n de los responsables chinos es esperar y ver, atrayendo a los animales con comida y recompensas para mantenerlos alejados de los n¨²cleos urbanos. La idea es supervisarlos con cuidado y tratar de que lleguen a alg¨²n lugar donde puedan asentarse. Si la situaci¨®n se complicara y los elefantes causaran da?os graves habr¨ªa que plantearse opciones m¨¢s dr¨¢sticas, como transportarlos tras anestesiarlos. ¡°Pero eso ser¨ªa muy complicado, y son medidas que pueden ir mal de muchas maneras¡±, explica el experto.
El desplazamiento de los elefantes, seres sociales agrupados en familias, no es en s¨ª raro. Los machos abandonan el reba?o cuando llegan a la adolescencia, en busca de su territorio. Tambi¨¦n puede producirse cuando un grupo percibe que necesita m¨¢s espacio. Pero en Yunnan este comportamiento, conocido como dispersi¨®n, ha aumentado. En parte, por la reducci¨®n del h¨¢bitat natural de los animales. En los ¨²ltimos 40 a?os, los cultivos de caucho o palma han ganado considerable terreno a los bosques h¨²medos donde se refugian. Y en parte, parad¨®jicamente, tambi¨¦n por el ¨¦xito de los programas de conservaci¨®n. En los a?os noventa, la poblaci¨®n de elefantes en esta provincia se encontraba en v¨ªas de extinci¨®n con unas pocas docenas de ejemplares, y su supervivencia pend¨ªa de un hilo. Hoy, aunque contin¨²a en peligro, ronda las 300 cabezas.
A diferencia de otros pa¨ªses de Asia, en China la tolerancia de los habitantes de las zonas pobladas por elefantes hacia estos animales es grande. Por razones culturales entre las minor¨ªas originarias de all¨ª, pero tambi¨¦n por unas leyes que condenan a 10 a?os de prisi¨®n a quien d¨¦ muerte a un ejemplar. ¡°Tambi¨¦n ha habido otros cambios sociales sobre c¨®mo la gente obtiene sus ingresos. La gente depende menos de los cultivos, sus econom¨ªas son m¨¢s de servicios¡±.
Esto genera que los reba?os se arriesguen m¨¢s a salir de sus reservas, en busca de mayor espacio¡ o de alimentos cultivados por el hombre. Saben que no les van a hacer da?o, y cosechas como el ma¨ªz o el arroz, plantas grasas, les parecen m¨¢s apetitosas que la comida que pueden encontrar en su h¨¢bitat natural. ¡°Han pasado de evitar el contacto con la gente a estar muy despreocupados¡±, asegura el cient¨ªfico, miembro de la Red de Investigadores Espa?a-China (RICE).
La estrategia en China hacia los elefantes es muy distinta de otros pa¨ªses asi¨¢ticos. Mientras que en Sri Lanka o Malasia se intenta ahuyentar a los animales si se acercan a zonas pobladas, en China ¡°tienen un sistema de monitorizaci¨®n muy bueno, con c¨¢maras trampa¡±. Como detalla Campos-Arceiz, tambi¨¦n usan drones que les permiten localizarlos. ¡°Y entonces avisan a la poblaci¨®n de alrededor mediante WeChat (la red social omnipresente en este pa¨ªs) u otros canales¡, bloquean los caminos, no dejan que la gente se acerque a donde est¨¦n¡±. Por eso, explica, los elefantes ¡ª¡±m¨¢quinas de tragar comida¡±¡ª est¨¢n muy c¨®modos. ¡°Han descubierto que pueden salir de su parque y pegarse banquetes de comida ah¨ª fuera, hasta el punto de que algunos deciden no volver¡±.
El problema es que esta situaci¨®n aumenta el riesgo de conflicto entre elefantes y humanos. El trabajo de Campos-Arceiz consiste en buena medida, precisamente, en dise?ar estrategias de largo plazo para impedirlo y para generar tolerancia hacia estos gigantes de la naturaleza. ¡°Aunque la tolerancia en esta zona es muy alta, comparada con otros sitios de Asia, hay problemas reales¡±, explica. Los campesinos pierden sus cultivos, devorados por los paquidermos. Los animales, adem¨¢s, pueden arrollar y matar a personas ¡ª¡±ha habido mucha mortalidad en los ¨²ltimos 10 a?os¡±, reconoce el experto¡ª.
?l trabaja a largo plazo, en proyectos a cinco, ocho a?os vista. ¡°Lo que estamos intentando es entender los elementos ecol¨®gicos que est¨¢n llevando a la expansi¨®n de la poblaci¨®n animal. Queremos ser capaces de predecir c¨®mo la poblaci¨®n se continuar¨¢ expandiendo, y entender qu¨¦ factores influyen en el riesgo de conflicto, qu¨¦ tipo de situaciones se pueden modificar para que la mortalidad disminuya¡±. Adem¨¢s, se busca reducir el quebranto econ¨®mico que puede motivar la cercan¨ªa de elefantes en los n¨²cleos habitados. Y expandir el h¨¢bitat de estos animales. ¡°El precio del caucho ha bajado mucho. Puede ser un buen momento para plantearse comprar tierras y reconvertirlas en bosques para elefantes¡±.
¡°Tenemos que saber que la conservaci¨®n vendr¨¢ con problemas. Son problemas deseables, que queremos tener, porque son la consecuencia de un ¨¦xito. Pero tenemos que gestionarlo. No podemos ser simplistas. Debemos entender que hay intereses que no son compatibles: no podemos tener todo el desarrollo que queramos y a la vez tener naturaleza y animales. Tenemos que ver c¨®mo conseguir lo m¨¢s posible en ambos campos¡ Y eso requiere un poquito de compromiso¡±, concluye.
Respeto a la ciencia en la pol¨ªtica
Campos-Arz¨¦iz asegura que ha encontrado una recepci¨®n magn¨ªfica entre las autoridades chinas. ¡°Las pol¨ªticas son muy reales. Creo que en los pr¨®ximos 20 o 30 a?os China va a ser muy seria con cuestiones ambientales, porque saben que les interesa y acarrea beneficios reales¡±. Adem¨¢s de los elefantes, las poblaciones de otros animales en peligro, como los tigres o los osos panda, crecen, mientras que en otras naciones disminuyen. ¡°Aqu¨ª en China hay mucha confianza en la ciencia¡±, insiste el experto, que recomienda a los cient¨ªficos j¨®venes en Espa?a explorar las oportunidades de investigaci¨®n que se abren en toda Asia.
¡°La ciencia requiere movilidad. No se puede hacer una carrera cient¨ªfica en la Universidad donde hiciste tu grado, tienes que moverte¡± y, seg¨²n se?ala, ¡°el mapa cient¨ªfico ha cambiado¡±. En China hay ¡°buena ciencia y buenos recursos, un ambiente intelectual muy interesante. Hay mucha gente que se queja de que en Espa?a no tiene oportunidades, y tienen que empezar a pensar m¨¢s all¨¢ de Norteam¨¦rica y Europa¡±.
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