Desierto florido, un laboratorio para estudiar la resistencia de las plantas a la escasez h¨ªdrica
La disminuci¨®n de las precipitaciones y los incrementos de temperaturas amenazan el fen¨®meno de Atacama, en el norte de Chile
En medio del desierto de mayor aridez del mundo, el de Atacama, en el norte de Chile, los pocos mil¨ªmetros de precipitaciones que inesperadamente se producen en la zona empujan el crecimiento de semillas, bulbos y arbustos que han esperado por a?os y hasta por d¨¦cadas algo de agua. Es el desierto florido, un fen¨®meno ¨²nico en el mundo por su belleza y diversidad de especies. Lo esperan tanto los turistas que poco a poco comienzan a llegar tras la pandemia de la covid-19 como los cient¨ªficos, que lo consideran un laboratorio natural para estudiar la resistencia de las plantas a la escasez h¨ªdrica y a las altas temperaturas que azotan al planeta a causa del cambio clim¨¢tico. En una regi¨®n minera, privilegiada por sus cielos que permiten la observaci¨®n astron¨®mica, sus playas color turquesa, salares, yacimientos paleontol¨®gicos de nivel mundial y zonas de avistamiento de ballenas, las patas de guanaco ¨Cla flor de mayor abundancia¨C ti?en en tonos p¨²rpura la tierra que esconde vida, pese a su intensa sequedad.
¡°Es una zona h¨ªper ¨¢rida, donde no llueve por a?os y a¨²n as¨ª, cuando llueve ¨Cy no estamos hablando de lluvias torrenciales, sino de mil¨ªmetros¨C, basta para gatillar lo que se encuentra abajo. Es la maravilla del fen¨®meno, porque se trata de un ambiente que parece inh¨®spito y privado de vida y, sin embargo, por debajo, en el suelo, hay muchas especies vivas y un poquito de agua ¨Cescasa, infrecuente e impredecible¨C empuja su floraci¨®n y crecimiento¡±, asegura la bi¨®loga Andrea P. Loayza, profesora de la Universidad de La Serena.
Lo comenta en el desierto, a unos 885 kil¨®metros al norte de Santiago de Chile, en medio de los campos de flores en las cercan¨ªas de la ciudad de Caldera producida por apenas un par de lluvias. Es un atardecer anaranjado con los cielos celestes sin nubes, con bastante viento, donde poco a poco empieza a sentirse el fr¨ªo que azota por la noche en esta zona, conocida como Llano de los caracoles. A pocos kil¨®metros se observa el oc¨¦ano Pac¨ªfico, al fondo de este paisaje solitario de dif¨ªcil acceso y donde los veh¨ªculos se quedan atrapados en medio de la arena. A las patas de guanaco las acompa?an azulillos, a?a?ucas de color amarillo, suspiros blancos y diversos tipos de arbustos y de suculentas. Los caracoles, enterrados, salen con las lluvias y quedan como vestigios sus conchas. ¡°En esta zona de alto valor para la conservaci¨®n se encuentran al menos 35 especies confirmadas, alguna en peligro de extinci¨®n¡±, dice Francisco Squeo, acad¨¦mico de la Universidad de La Serena y presidente de la Corporaci¨®n Instituto de Ecolog¨ªa y Biodiversidad.
El bi¨®logo explica que se trata de un desierto de cuatro millones de a?os que ha soportado glaciaciones, per¨ªodos secos de mil a?os y situaciones como la actual, donde los cambios se aceleran en poco tiempo producto de la crisis clim¨¢tica que azota al planeta. No se puede predecir con exactitud el tiempo que transcurre entre uno y otro desierto florido que se observa por estos d¨ªas en Atacama, porque depende de diversos factores. El ¨²ltimo grande, recuerda el profesor Squeo, se produjo en 2011, con el fen¨®meno de El ni?o, una corriente marina c¨¢lida. Los locales tambi¨¦n hablan de 2017, donde se pudo apreciar mucha flor en bastantes extensiones. Cuando las lluvias son escasas, sin embargo, las plantas aparecen como manchones en lugares diferentes y desciende la cantidad de especies, como ocurre este 2021. En otros a?os sin precipitaciones, las flores no despiertan.
La flora crece bajo muchas condiciones de desventaja, por lo que tienen caracter¨ªsticas especiales: hojas peque?as, cori¨¢ceas o que acumulan agua, un sistema fotosint¨¦tico distinto, bajas en altura y una gigante ra¨ªz. ¡°Parecen muertas, pero est¨¢n ah¨ª¡±, asegura la doctora Loayza, que invita a poner especial atenci¨®n a lo que no se observa: los hongos y las bacterias que permiten sobrevivir a las especies y a aguantar a?os sin agua. Es lo que recuerda la bot¨¢nica Gina Arancio, con amplia experiencia en la flora nativa de las regiones del norte de Chile, mientras recorre otro de los lugares donde se puede apreciar el desierto florido, en el sector de La Traves¨ªa de la misma regi¨®n de Atacama. En 1991 cay¨® una hist¨®rica precipitaci¨®n en Antofagasta, en la parte norte del desierto, y descubri¨® una especie que no hab¨ªa brotado en los 40 a?os que no hab¨ªa ca¨ªdo agua en esa zona. La bautizaron en honor a su apellido: Cistanthe aranciona.
¡°Este desierto florido es ¨²nico a nivel mundial. A veces aparecen flores en el desierto del N¨¦guev, en Israel, pero no se acerca a lo de estas tierras en diversidad¡±, asegura Arancio, profesora de la Universidad de La Serena. Agrega que el 99% de las especies son end¨¦micas, es decir, se dan solo en esta zona del planeta.
Lo que ocurre en el desierto florido del norte de Chile tiene concentrados a cient¨ªficos de diferentes disciplinas. El bi¨®logo C¨¦sar Pizarro, encargado de las investigaciones cient¨ªficas de la Corporaci¨®n Nacional Forestal de Atacama, colabora en un estudio de Roberto Contreras, investigador de la Universidad de Atacama, para realizar la primera biblioteca gen¨¦tica del desierto. Resulta crucial identificarlas para saber el estado de vulnerabilidad de estas especies, amenazadas por la actividad industrial, ganadera, cambio clim¨¢tico y extracci¨®n masiva de flora. Andr¨¦s Zurita, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, se enfoca en otro asunto: ¡°Nosotros estudiamos c¨®mo a trav¨¦s de la gen¨¦tica podemos implementar la tolerancia de las plantas cultivadas al d¨¦ficit h¨ªdrico¡±, asegura el doctor en biotecnolog¨ªa, que habla de este ¡°laboratorio natural¡± en Atacama. ¡°La planta evolutivamente ha desarrollado mecanismos para adaptarse a condiciones de baja disponibilidad h¨ªdrica y, luego de entenderlos, seleccionamos las especies que presenten estos mecanismos o mecanismos similares que nos permitan disminuir el consumo de agua de los cultivos o usar menos agua sin afectar su rendimiento de manera significativa¡±, informa Zurita, que ha implementado estos descubrimientos en la qu¨ªnoa, entre otros cultivos.
En medio de la crisis del cambio clim¨¢tico, se trata de avances esperanzadores. ¡°La crisis clim¨¢tica tiene dos componentes: la disminuci¨®n de las precipitaciones y el incremento en las temperaturas m¨¢ximas. Las plantas, para poder defenderse, necesitan mayor cantidad de agua y es justamente lo contrario a lo que sucede en muchos lugares, donde la disponibilidad de agua disminuye. En el mediano y largo plazo, por lo tanto, las plantas del desierto florido nos pueden abrir muchas puertas a que nuestros cultivos se adapten y pueden producir con menos agua o que, si disminuye el agua, se impacte menos en su rendimiento de cosecha¡±, explica Zurita, el especialista en gen¨¦tica vegetal. En Atacama, los efectos del cambio clim¨¢tico son evidentes. ¡°Aunque estamos en el desierto, si antes ten¨ªamos un desierto florido cada cierto tiempo, disminuir¨¢ la frecuencia. La intensidad tambi¨¦n est¨¢ decayendo y eso impacta sobre la composici¨®n, porque dentro de la naturaleza hay especies que se adaptan mejor que otras a un umbral de agua¡±, describe el cient¨ªfico a un costado de la carretera, en una de las zonas con flores.
Los visitantes est¨¢n llamados a observar con respeto el entorno y proteger el fen¨®meno, porque se trata de un bien nacional protegido, seg¨²n Chile. No se puede caminar en lugares no habilitados ni menos pasar en veh¨ªculos, aunque las huellas delatan a los infractores: el suelo se compacta y las semillas mueren. Hasta esta zona llegan traficantes de cact¨¢ceas que venden en el mercado negro de Europa los ejemplares ¨²nicos que se pueden encontrar en Atacama. El subsecretario de Medio Ambiente del Gobierno, Javier Naranjo, apela a la educaci¨®n ambiental y a la ayuda que brindan en esta l¨ªnea plataformas como iNaturalist. Administrada para Chile por el ministerio, la aplicaci¨®n permite a los usuarios subir flora, fauna y hasta sonidos en una pesta?a especial del desierto florido, donde se entrega informaci¨®n sobre sus caracter¨ªsticas y cuidado.
Mientras, como explica Andrea Wolleter, directora nacional del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), Chile espera la llegada de visitantes desde el extranjero que, antes de la pandemia de la covid-19, alcanzaban los 4,5 millones anualmente. ¡°Tenemos grandes expectativas de recuperaci¨®n del turismo, porque los viajeros, luego de la crisis sanitaria, seguramente valorar¨¢n como nunca el contacto con la naturaleza que ofrece Chile y regiones como la de Atacama¡±, asegura entre las especies violetas, amarillas, blancas y verdes en medio de la aparente nada del desierto florido.
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