Un oso se pasea por el casco urbano de Ponferrada de madrugada antes de regresar al monte
Los plant¨ªgrados suelen buscar comida en pueblos, pero no en ciudades grandes. Unos taxistas y la polic¨ªa grabaron al ejemplar en un ins¨®lito recorrido por la urbe
La noche de Ponferrada (Le¨®n, 65.000 habitantes) ha contado con un visitante inesperado: un oso pardo. La presencia del plant¨ªgrado por las calles de este importante n¨²cleo urbano ha sorprendido porque si ya es extra?o, aunque cada vez m¨¢s frecuente, que los animales busquen comida en pueblos peque?os, es a¨²n m¨¢s raro que lo hagan en ciudades grandes como la capital de la comarca de El Bierzo. Unos taxistas que esperaban clientela lo vieron por primera vez a las 3.20 de este martes y avisaron a la polic¨ªa, que constat¨® c¨®mo el mam¨ªfero deambulaba por Ponferrada antes de dirigirse a la zona del r¨ªo Sil y regresar presumiblemente hacia el cercano monte Pajariel. Este animal es una especie protegida en Espa?a y prioritaria en la Uni¨®n Europea, seg¨²n la Directiva H¨¢bitats.
El avistamiento ha despertado una gran sorpresa en la urbe, que al igual que en zonas monta?osas del Principado de Asturias est¨¢ relativamente acostumbrada a incursiones puntuales de los osos en localidades pobladas. Sin embargo, es la primera vez que se ve a un ejemplar de estas caracter¨ªsticas vagando por un municipio tan grande como Ponferrada, seg¨²n confirman tanto la Polic¨ªa Municipal de la localidad como la Fundaci¨®n Oso Pardo
Un taxista que circulaba en su veh¨ªculo grab¨® un v¨ªdeo, asombrado, en el que se puede ver al oso pardo trotando junto a se?ales de tr¨¢fico, pasos de cebra, sem¨¢foros, portales, coches estacionados o contenedores. Fuentes de la Polic¨ªa Municipal de Ponferrada informan de que la primera vez que se avist¨® al ejemplar fue en la plaza de Laz¨²rtegui, una zona del centro de la localidad, gracias a unos taxistas que esperaban pasajeros all¨ª.
Despu¨¦s se dirigi¨® hacia la calle de Manolo Mac¨ªas, pas¨® junto a un importante hotel, recorri¨® las avenidas del Castillo y de los Reyes Cat¨®licos hasta que atraves¨® un paso subterr¨¢neo rumbo a la avenida del Ferrocarril, donde los agentes lo avistaron. Los uniformados se mantuvieron a una distancia prudencial del plant¨ªgrado hasta que lo vieron aproximarse al cauce del Sil y se le perdi¨® el rastro. ¡°Posiblemente se fuera hacia el [monte] Pajariel¡±, cree la polic¨ªa, que ha avisado a la Fundaci¨®n Oso Pardo y al servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y Le¨®n.
Esta comarca del noroeste de la provincia de Le¨®n suele ver c¨®mo manadas de jabal¨ªes se adentran en n¨²cleos urbanos en busca de alimento o de basura o que los osos se acercan a pueblos para atacar las colmenas o los frutales, pero resulta especialmente extra?o que estos lleguen a acercarse al centro de Ponferrada. El presidente de la Fundaci¨®n Oso Pardo, Guillermo Palomero, pide templanza. ¡°Es tremendamente sorprendente, tremendamente excepcional¡±, insiste el experto, que admite que estos animales pueden acudir de vez en cuando a ¡°pueblecitos casi deshabitados y cerca de los bosques buscando basura en contenedores¡±, pero resulta muy an¨®malo ¡°que se pasee por una gran villa como Ponferrada¡±.
La hip¨®tesis que han trazado los especialistas en esta especie pasa por una posible desorientaci¨®n de ¡°un ejemplar en tr¨¢nsito¡± que se estuviera desplazando de un h¨¢bitat a otro de osos, pues en el entorno de Ponferrada hay varios entornos propicios para ellos. Palomero pide a la ciudadan¨ªa ¡°que no se alarme¡± porque, m¨¢s all¨¢ de que el suceso sea inusual, se va a aplicar un seguimiento para detectar si hay otros factores que hayan propiciado esta visita tan particular. De momento han descartado los motivos alimenticios, pues ¡°el monte ahora mismo est¨¢ lleno de bellotas de los robles y de las encinas, no tienen una gran necesidad de comida porque esos frutos les hacen engordar de cara al invierno y la hibernaci¨®n¡±.
Por su parte, el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Pedro Robles, reitera que es un acontecimiento ¡°anecd¨®tico¡± que no debe preocupar a los habitantes. ¡°Seguramente se extravi¨® y a buen seguro haya vuelto a subir a nuestros montes aquilianos¡±, estima el edil, que le quita peso a los hechos: ¡°Es una sorpresa que haya venido a visitar la cabecera del municipio, pero como residente que parece ser tiene derecho¡±.
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