Vacunar el monte evita las llamas
La prevenci¨®n en la gesti¨®n forestal es una herramienta eficaz, aunque costosa, para anticiparse a riesgos como incendios, sequ¨ªas o plagas
Los bosques espa?oles son territorio abonado para que los incendios forestales sean cada vez m¨¢s destructivos. Para entender la magnitud del problema, un dato: el a?o pasado ardieron en Espa?a casi 310.000 hect¨¢reas de masa forestal, una superficie similar a la que ocupa la provincia de ?lava. La cifra multiplica por cuatro la media de los ¨²ltimos 15 a?os y demuestra que 2022 ha sido el peor curso en lo que va de siglo.
El problema es que, ante el imparable avance del cambio clim¨¢tico, las previsiones no son buenas. No solo porque en el futuro las temperaturas ser¨¢n m¨¢s asfixiantes y las reservas de agua menguar¨¢n. Tambi¨¦n porque los bosques cada vez tienen mayor vegetaci¨®n, debido al progresivo abandono de cultivos desde hace d¨¦cadas. Ante todas estas evidencias, los ingenieros forestales insisten en que, para anticiparse y prevenir tragedias, es imprescindible dise?ar pol¨ªticas encaminadas a reducir esta ingente densidad de ¨¢rboles que convierten a nuestros bosques en un polvor¨ªn. Planes que, en todo momento, garanticen la biodiversidad en el monte y la sostenibilidad de las masas forestales en el tiempo.
En una tribuna titulada Convivir con el fuego, un grupo de investigadores del CSIC explica c¨®mo el ¨¦xodo rural y la expansi¨®n y densificaci¨®n del bosque en espacios que antes se aprovechaban a trav¨¦s de la actividad forestal, la agricultura y la ganader¨ªa ¡°crean paisajes cada vez m¨¢s homog¨¦neos y vulnerables al avance del fuego¡±. Para evitarlo, seg¨²n los autores, ¡°hay que tomar iniciativas que permitan la recuperaci¨®n de paisajes donde haya un mosaico de usos¡±, como bosques, cultivos herb¨¢ceos y le?osos, pastos y matorrales.
Esta diversidad ¡°act¨²a como un cortafuegos natural mientras se generan rentas que permiten a la poblaci¨®n vivir dignamente¡±. En su opini¨®n, la soluci¨®n pasa por ¡°tejer alianzas entre la gesti¨®n del bosque y el resto de usos rurales para crear territorios resilientes al fuego¡±, ya que ¡°los montes rentables no arden, o lo hacen con menor intensidad¡±. Una rentabilidad que, en este caso, es sin¨®nimo de ¡°gesti¨®n activa del territorio y de las personas que viven en ¨¦l¡±.
Podas estrat¨¦gicas
Pero los incendios no son el ¨²nico peligro que atenaza a los bosques. Tambi¨¦n las plagas, las enfermedades, la sequ¨ªa¡ Para combatir todos estos males, la denominada selvicultura preventiva es una herramienta eficaz. Esta disciplina incluye una serie de estrategias de gesti¨®n forestal, todas ellas con una planificaci¨®n previa, que ayudan a corregir los problemas antes de que surjan. El secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros T¨¦cnicos Forestales, Ra¨²l de la Calle, enumera algunas de estas medidas de prevenci¨®n: la eliminaci¨®n de combustible (le?a, madera, restos org¨¢nicos) acumulado en el monte, la creaci¨®n de cortafuegos estrat¨¦gicos, quemas prescritas, podas perimetrales, la reducci¨®n de la densidad arb¨®rea y la realizaci¨®n de tratamientos fitosanitarios, entre otras.
Lo cierto es que m¨¢s de la mitad del territorio espa?ol es superficie forestal, gran parte ubicada en zonas muy despobladas. ¡°Y en contra de lo que algunos creen, nuestros montes son mayores de lo que eran hace a?os. Hoy tenemos en ellos acumulaciones de energ¨ªa antinaturales por factores relacionados con el abandono rural¡±, denuncia el experto en gesti¨®n forestal Ferran Dalmau-Rovira. En la actualidad, apenas se aprovecha el 20% de los recursos acumulados en el monte y cuando prende la chispa, en demasiadas ocasiones, la mecha ya es imparable. ¡°En Espa?a dedicamos unos 400 millones de euros al a?o en la extinci¨®n de incendios, y eso es un gasto sin retorno directo para la sociedad. Es decir, gastamos dinero en negro por no invertir en verde, que es en gesti¨®n forestal¡±, prosigue.
Para vacunar a los bosques contra determinados peligros existe una serie de acciones eficaces. Una de ellas es la ganader¨ªa extensiva, con los animales que pastan al aire libre. Tambi¨¦n las quemas prescritas, que consisten en introducir fuegos planificados de baja intensidad en determinados ecosistemas, siempre bajo supervisi¨®n t¨¦cnica y tras un riguroso proceso que garantice la seguridad.
En un reciente art¨ªculo firmado por ingenieros forestales, especialistas agr¨®nomos y asociaciones ecologistas como Greenpeace proponen la idea de quemar 100.000 hect¨¢reas anuales de forma controlada para prevenir grandes fuegos forestales. ¡°Esta actuaci¨®n supondr¨ªa una inversi¨®n aproximada de 225 millones de euros. La misma superficie quemada en incendios alcanzar¨ªa los 1.000 millones de euros de coste¡±, argumentan. Adem¨¢s del ahorro econ¨®mico, prosiguen los autores, estas quemas prescritas implican ¡°menos da?o a los ecosistemas y menos evacuaciones e incomodidades a los ciudadanos¡±.
No obstante, el riesgo cero no existe. ¡°Cuando hablamos de seres vivos, como es la vegetaci¨®n, y de las condiciones clim¨¢ticas que vivimos, es dif¨ªcil tener una certeza absoluta de qu¨¦ medidas tomar¡±, admite Esteve Mu?oz, socio de Forescat. Esta empresa est¨¢ especializada en gesti¨®n forestal sostenible y planificada. Las actuaciones encaminadas a la prevenci¨®n de incendios, explica, buscan que la masa boscosa no alcance las 10 toneladas de biomasa por hect¨¢rea, ¡°para que la intensidad del fuego no supere los 10.000 kilovatios por metro, que es el l¨ªmite f¨ªsico de la capacidad de extinci¨®n de los bomberos¡±.
Bosques que se ¡®beben¡¯ los r¨ªos
Los bosques hiperdensificados se beben el agua, un recurso finito que cada vez es más valioso. Un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia demuestra que en un monte con demasiada vegetación puede descender hasta el 59% el caudal de los ríos. La explicación es sencilla. Si las copas de los árboles son muy grandes, la lluvia no llega a tocar el suelo porque se queda retenida en las hojas y se evapora, con lo cual no se incorpora al acuífero natural. “Una gestión forestal adecuada permite optimizar la aportación de la lluvia al subsuelo, con lo cual no solo prevenimos incendios, sino también la carencia de agua”, razona Ferran Dalmau-Rovira, experto en gestión forestal.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.