Mar¨ªa A. Blasco, diario de una cient¨ªfica en el ?rtico: ¡°D¨ªas de agosto sin noches, mirando el futuro del planeta¡±
La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas describe una naturaleza tan maravillosa como amenazada por el cambio clim¨¢tico. La p¨¦rdida de biodiversidad y de hielo tiene consecuencias en todo el planeta
El ?rtico es una de las zonas del planeta en las que los efectos del cambio clim¨¢tico son m¨¢s evidentes, acelerados y dram¨¢ticos. Bello, remoto y amenazado, es un lugar privilegiado para conectar con la necesidad de protegerlo de la destrucci¨®n que ya va dejando huella con el deshielo. El Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO) tiene un proyecto que explora la intersecci¨®n de ciencia y arte volcado, este a?o, en el futuro del clima y su impacto en la biodiversidad, con el ?rtico como escenario. Mar¨ªa A. Blasco, directora del CNIO y una de las principales cient¨ªficas del campo del envejecimiento y su relaci¨®n con las enfermedades y el c¨¢ncer documenta, en forma de diario escrito y con algunas im¨¢genes, sus impresiones en una semana de viaje.
D¨ªa 1: ¡°Lo que ocurre en el ?rtico no se queda en el ?rtico¡±
Hoy hemos viajado desde Madrid al archipi¨¦lago Svalbard, que significa punta fr¨ªa o l¨ªmite fr¨ªo en noruego. Tambi¨¦n recibe el nombre de terra nullius, tierra de nadie, pues ning¨²n humano vivi¨® en las islas hasta que los holandeses las descubrieron. Es uno de los lugares habitados m¨¢s al norte de la Tierra. Rusia y Noruega, sobre todo esta ¨²ltima, se reparten los asentamientos, aunque el Tratado de Svalbard de 1920 reconoce el derecho de explotaci¨®n de recursos naturales a los 40 pa¨ªses firmantes.
En el ?rtico, lo que ocurre cada d¨ªa es fundamental para hacer una predicci¨®n del clima futuro. Vamos a estar aqu¨ª durante una semana, en unos d¨ªas de agosto sin noches, mirando hacia el futuro. Un futuro no muy alentador¡ Porque lo que ocurre en el ?rtico, no se queda en el ?rtico. Pero de esto hablar¨¦ los pr¨®ximos d¨ªas. La temperatura hoy es de 9 grados cent¨ªgrados.
D¨ªa 2: ¡°Hay un oso nadando cerca. Tardan seis segundos en recorrer 100 metros, as¨ª que hay que ir con un gu¨ªa con rifle¡±
Hoy hemos hecho nuestra primera exploraci¨®n. Nos hemos detenido en varios puntos del fiordo, donde est¨¢ el asentamiento de Longyearbyen, y en el radar EISCAT, dedicado a la investigaci¨®n. Desde all¨ª hemos podido apreciar el imponente valle glaciar en forma de U.
Al despertar nos han visitado unas barnaclas blancas con sus polluelos. ?Hay miles de ellas por el verdor del fiordo! Me han recordado a la pel¨ªcula Volando juntos. En el asentamiento hemos visto un reno cruzar la calle cuando ¨ªbamos a desayunar. Un helic¨®ptero sobrevolando el mar avisaba de la presencia de un oso polar nadando cerca de Longyearbyen.
Los osos rondan el asentamiento y de vez en cuando se acercan. Mataron a un turista holand¨¦s en 2019 mientras dorm¨ªa en su tienda de campa?a en un ¨¢rea habilitada para ello. Est¨¢n altamente vigilados, pero es imposible controlar sus movimientos. Un oso tarda seis segundos en recorrer 100 metros, y por eso hay que ir en compa?¨ªa de un gu¨ªa con rifle, como nosotros hoy durante todo el d¨ªa. Vemos nidos de charranes ¨¢rticos en el fiordo, rodeados de glaciares. He visto una grulla, correlimos oscuros que no se asustaban de los humanos y un p¨¢galo par¨¢sito intentando cazarlos. El experto en el ?rtico David Nogu¨¦s-Bravo, del Globe Institute de la Universidad de Copenhague, nos ha contado que la velocidad de extinci¨®n de especies es ahora 1.000 veces m¨¢s r¨¢pida que antes de los humanos.
El ?rtico se calienta dos veces m¨¢s r¨¢pido que el resto del planeta. El mar de Bering se calienta cinco veces m¨¢s r¨¢pido que otros mares. Lo que pasa en el ?rtico es un adelanto de lo que va a pasar en el resto del mundo.
?C¨®mo concienciar? El The New York Times propone la observaci¨®n de p¨¢jaros all¨¢ donde estemos para apreciar la biodiversidad, en colaboraci¨®n con The Cornell Lab of Ornithology. Si vi¨¦ramos la naturaleza y a los otros seres vivos apreciar¨ªamos su belleza, y seguro que luchar¨ªamos por su conservaci¨®n.
El lado oscuro del fiordo es que est¨¢ lleno de granjas de perros huskies encadenados a sus diminutas casetas que los turistas alquilan para tirar de trineos, una barbarie.
D¨ªa 3: ¡°Es inevitable pensar en el deshielo, hay que proteger la vida y la belleza de este lugar¡±
En el verano ¨¢rtico el sol ni sale, ni se pone. Se ve a media altura. Hemos tenido dos d¨ªas y noches con un sol radiante y con cielo azul. Es inevitable pensar en el deshielo del ?rtico.
Seg¨²n datos de la NASA, basados en im¨¢genes de sat¨¦lites, la extensi¨®n del casquete polar ha disminuido un 12% por d¨¦cada desde 1980. Un nuevo estudio de la NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea), basado en un modelo clim¨¢tico, indica que entre 2030 y 2050 el ?rtico se quedar¨¢ sin hielo en septiembre. Pienso en la canci¨®n Cold cold Ground, de Tom Waits, y en 50 words for snow, de Kate Bush.
El deshielo del ?rtico es un tema de inter¨¦s geopol¨ªtico global. Un 30% de los recursos de gas y petr¨®leo est¨¢n en el ?rtico, lo cual puede generar conflictos entre pa¨ªses como Noruega, Rusia o China. Los barcos chinos podr¨ªan acortar en 4.500 km la ruta para llegar a Europa si van por el ?rtico en vez de por el canal de Suez. Todo esto augura tensiones pol¨ªticas.
Hemos acabado el d¨ªa en el Banco Mundial de Semillas de Svalbard. David Nogu¨¦s-Bravo nos dice que el 70% de los cultivos dependen de los polinizadores, y esta actividad ahorra billones a las empresas de alimentaci¨®n. El coste econ¨®mico anual de la p¨¦rdida de biodiversidad ser¨¢ de tres trillones de d¨®lares.
Una naturaleza sana ahorra dinero. El informe Dasgupta calcula el impacto econ¨®mico de la p¨¦rdida de biodiversidad. Es necesario el decrecimiento, dice Nogu¨¦s-Bravo. Pero yo pienso que no solo hace falta decrecimiento, hace falta que miremos los paisajes del ?rtico y a quienes viven en el ?rtico, a los animales, a los p¨¢jaros y las plantas, y tengamos como objetivo protegerlos. Proteger la vida y la belleza de este lugar.
Yo soy pajarera aficionada. De momento en el ?rtico he visto charr¨¢n ¨¢rtico, escribano n¨ªveo, gaviota hiperb¨®rea, fulmar ¨¢rtico, barnacla blanca, p¨¢galo par¨¢sito, correlimos oscuro, ¨¦ider com¨²n.
D¨ªa 4: ¡°Hoy he tenido la sensaci¨®n de salir del mundo¡±
Dos horas despu¨¦s de dejar Longyearbyen, el barco herrumbroso en el que viajamos se adentra en lo que me parece el para¨ªso. Parece que los p¨¢jaros ya no vuelan, solo flotan pl¨¢cidamente en un mar m¨¢s denso de lo normal debido al deshielo del glaciar al que nos aproximamos. Me deleito con los cientos de frailecillos que se balancean en las olas, los fulmares boreales, los araos aliblancos y araos comunes, el gavi¨®n hiperb¨®reo. De camino, en la llamada ¡°Punta de los P¨¢jaros¡±, hemos visto nidos de alca torda. Hemos avistado ballenas varias veces.
Frente al glaciar est¨¢ Pyramiden, un asentamiento ruso abandonado en 1998 tras la rotura de la calefacci¨®n de carb¨®n y la decisi¨®n de cerrar la mina. Pyramiden es historia detenida en el tiempo, quiz¨¢s la historia del cambio de rumbo en la URSS, la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. Pero Pyramiden est¨¢ volviendo a la vida. Los antiguos edificios sovi¨¦ticos est¨¢n ahora gestionados por un magnate de la empresa rusa Arktikugol Trust, que emplea a unas 14 personas para el hotel, el bar y la tienda de souvenirs; tambi¨¦n como gu¨ªas, y reconstruyendo el asentamiento.
En el embarcadero de Pyramiden nos espera un gu¨ªa con rifle para protegernos de los osos. Vamos andando hasta la plaza principal, presidida por una escultura de Lenin con la mirada hacia al imponente glaciar. Visitamos varios edificios, reliquias de la grandeza sovi¨¦tica en el ?rtico: un bonito comedor p¨²blico, una elegant¨ªsima piscina ol¨ªmpica, el centro cultural con salas de m¨²sica y un teatro/cine con piano.
Hoy he tenido la sensaci¨®n de salir del mundo. Esta incursi¨®n en Pyramiden me recuerda al maravilloso documental Halout, realizado por una pareja rusa que vive en una caba?a en el ?rtico. Muestra el impacto de la p¨¦rdida de hielo sobre las morsas.
Las morsas necesitan descansar de sus traves¨ªas, y lo hacen sobre el hielo. Pero cada vez hay menos hielo, as¨ª que miles de morsas y sus cr¨ªas se hacinan en espacios insuficientes, con la subsiguiente mortalidad por aplastamiento y por agotamiento en el mar. Algo similar pasa con los osos polares. Los osos cazan focas y morsas en el hielo, pero la escasez de hielo les obliga a ir m¨¢s lejos a por sus presas, a adentrarse en los asentamientos y robar comida, o a comer renos. En Pyramiden, este a?o, un solo oso mat¨® a 14 renos.
D¨ªa 5: ¡°El hundimiento del hielo ha sonado como una detonaci¨®n¡±
Hoy hemos visto una manada de belugas y miles de p¨¢jaros disfrutando del mar cerca del glaciar de Tunabreem. Hemos o¨ªdo el estruendo del hundimiento del hielo, como si fuese una detonaci¨®n. Me reafirmo: es un para¨ªso, pero un para¨ªso amenazado.
Si unas especies sufren el calentamiento del ?rtico, otras vuelven a la vida con el deshielo del permafrost. Hace una semana se public¨® en la revista PloS Genetics el descubrimiento de una nueva especie de gusanos de hace m¨¢s de 46.000 a?os. Estos gusanos viv¨ªan en el pleistoceno, la era en que hab¨ªa mamuts, y quedaron congelados hasta hoy. Ahora se ha conseguido que vivan y se reproduzcan en el laboratorio, y la secuenciaci¨®n de su genoma ha indicado que son especies gen¨¦ticamente diferentes de la actual, el famoso gusano C. elegans.
Aunque se sab¨ªa que C. elegans se puede congelar, jam¨¢s se hab¨ªa mantenido nada vivo por m¨¢s de 46.000 a?os. Quiz¨¢s esto nos descubra c¨®mo planificar un mundo futuro, una especie de Arca de No¨¦, terrestre o interestelar, en la que congelar seres vivos durante miles de a?os.
La existencia de gusanos en el ?rtico hace 46.000 a?os coincide con estudios recientes que indican que en esa ¨¦poca el ?rtico carec¨ªa de hielo. Svalbard estaba recubierto de bosques y helechos. Algo que nos puede ayudar a entender las consecuencias de lo que est¨¢ ocurriendo actualmente.
La menor formaci¨®n de hielo en el ?rtico puede llevar a que se interrumpa la corriente del Golfo, entre otras cosas. Esta corriente hace que Europa tenga un clima m¨¢s c¨¢lido del que corresponde a su latitud, y evita que suframos una glaciaci¨®n. La Tierra est¨¢ en un delicado equilibrio clim¨¢tico, y el impacto humano acelerando estos procesos tiene consecuencias devastadoras.
Podemos hacer muchas cosas como individuos para frenar el cambio clim¨¢tico. Naciones Unidas nos dice c¨®mo. Una de ellas es a trav¨¦s de lo que comemos. La alimentaci¨®n contribuye a un 30% del cambio clim¨¢tico. El consumo de carne es uno de los principales factores, porque el terreno para los pastos y el grano se obtiene a menudo deforestando bosques y selvas, y tambi¨¦n por el metano que emite el ganado y por la contaminaci¨®n del suelo y los acu¨ªferos.
D¨ªa 6: ¡°Nos despedimos de paisajes y animales que necesitan toda nuestra protecci¨®n¡±
Ayer conocimos al equipo de Artika, el centro de Arte de Longyearbyen. Tienen programas de residencias art¨ªsticas tambi¨¦n con cient¨ªficos, y han colaborado con CNIO Arte para alojar al equipo de Dora Garc¨ªa. Tras seis d¨ªas en el ?rtico, me voy con la impresi¨®n de dejar un para¨ªso natural. Atr¨¢s quedan glaciares, ballenas, belugas, osos, las aves ¨¢rticas, morsas, focas, los renos. Paisajes grandiosos. Necesitan toda nuestra protecci¨®n.
Sin embargo este a?o se han registrado los meses y d¨ªas m¨¢s c¨¢lidos desde que hay registros, e incluso en el propio ?rtico contin¨²an la explotaci¨®n de minas de carb¨®n, la caza y el consumo de carne. No hay tiempo.
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