Ni como cient¨ªficas ni como artistas tenemos fronteras
La ciencia avanza gracias a la capacidad de imaginar lo inimaginable, de adentrarse en la oscuridad infinita del desconocimiento con la mente abierta
Virginia Woolf dijo: ¡°As a woman I have no country¡± (¡±Como mujer no tengo pa¨ªs¡±). De manera similar, cient¨ªficas y artistas no tenemos pa¨ªses ni fronteras. Y con fronteras me refiero no solo a las geogr¨¢ficas, sino tambi¨¦n a las fronteras entre disciplinas, entre culturas, entre actividades creativas tales como la ciencia y el arte.
Arte y ciencia tienen mucho m¨¢s en com¨²n de lo que podr¨ªamos pensar. La ciencia avanza gracias a la capacidad de imaginar lo inimaginable, de adentrarse en la oscuridad infinita del desconocimiento con la mente abierta. Ideas como que la corteza terrestre est¨¢ fracturada en placas que se mueven sobre un magma l¨ªquido; que el secreto de la vida est¨¢ en una mol¨¦cula con forma de doble h¨¦lice que compartimos todos los seres vivos de la tierra; que el universo est¨¢ lleno de una materia que no podemos ver, son fruto de mirar y reflexionar libremente, sin miedo y sin m¨¢s l¨ªmites que la evidencia cient¨ªfica.
Ese tipo de pensamiento creativo, innovador, desafiante es el que tambi¨¦n alimenta el arte. Por eso, cient¨ªficos y artistas podemos y debemos interactuar. Con esa aspiraci¨®n, el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas) cre¨® en 2018 CNIO Arte, contando con el apoyo de la Fundaci¨®n Banco de Santander.
El arte espolea el pensamiento y el debate, algo indispensable en una sociedad en que el avance tecnol¨®gico est¨¢ r¨¢pidamente redefiniendo los l¨ªmites. ?Cu¨¢ndo es ¨¦ticamente aceptable recurrir a la edici¨®n gen¨¦tica en humanos? ?Puede la inteligencia artificial generar un sistema con el que nos vinculemos emocionalmente? ?C¨®mo viviremos en un planeta con una biodiversidad que no deja de mermar?
Para abordar estos retos necesitamos ideas nuevas, ideas que solo pueden llegar de mentes audaces y creativas. Los grandes centros de investigaci¨®n lo saben bien. El CERN, donde se explora la naturaleza misma del espacio-tiempo, cuenta hace a?os con un rico programa de arte y ciencia.
Varios art¨ªculos en Nature resaltan el inter¨¦s creciente de instituciones como la National Science Foundation de Alexandria (Virginia, EEUU), la Simons Foundation de Nueva York o la Wellcome de Londres, por promover proyectos de arte y ciencia sobre temas tan diversos como el cambio clim¨¢tico o la inteligencia artificial. Nature relata tambi¨¦n c¨®mo en la cumbre del clima de Glasgow, por ejemplo, se escuch¨® la composici¨®n The (Uncertain) Four Seasons, una versi¨®n de la obra de Vivaldi modificada teniendo en cuenta las predicciones recogidas en los informes del IPCC, el panel de expertos de Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico.
Esta simbiosis entre arte y ciencia no deber¨ªa extra?ar. Al fin y al cabo el trabajo de la ciencia realmente es asomarse a lo desconocido, a una nada donde se entra solo abandonando los prejuicios. Y all¨ª donde da v¨¦rtigo, ciencia y arte pueden darse la mano.
No deber¨ªa extra?ar, el trabajo de la ciencia es asomarse a lo desconocido, a una nada donde se entra solo abandonando los prejuicios. Y all¨ª donde da v¨¦rtigo, ciencia y arte pueden darse la mano
En CNIO Arte, a lo largo de cinco ediciones, artistas como Eva Lootz, Chema Madoz, Carmen Calvo, Daniel Canogar y Susana Solano han colaborado, respectivamente, con Margarita Salas (fallecida en 2019), el f¨ªsico cu¨¢ntico Ignacio Cirac, el paleoantrop¨®logo Juan Luis Arsuaga, la bi¨®loga computacional Sarah Teichmann y el epidemi¨®logo Pedro Alonso.
El resultado son obras de arte de nueva creaci¨®n, comisionadas por el CNIO, que se inspiran en grandes temas de la ciencia, desde la f¨ªsica cu¨¢ntica o el big data a las pandemias, temas de transcendencia para el mundo futuro. Estas obras de arte del CNIO son expuestas cada a?o en ARCO.
Este 2023 adem¨¢s, por primera vez, han salido salen de nuestras fronteras para ser expuestas en la sede neoyorquina del Instituto Cervantes. Para el CNIO exponer en una ciudad que es centro art¨ªstico y cient¨ªfico global supone dar un paso m¨¢s en el esfuerzo acercar la ciencia a la sociedad. Nueva York es tambi¨¦n la ciudad donde la gran fil¨®sofa y pensadora Susan Sontag escribi¨® en sus diarios: ¡°Every month we could have a new art movement, just by reading Scientific American¡± (¡°Podr¨ªa haber un nuevo movimiento art¨ªstico al mes solo con la lectura del Scientific American¡±).
En la edici¨®n de este a?o de CNIO Arte, actualmente expuesta en ARCO, han colaborado la artista visual Amparo Garrido y Elizabeth Blackburn, premio Nobel de Medicina 2009. Esta ¨²ltima lo considera ¡°un trabajo precioso¡± que la ha hecho pensar: ¡°Qu¨¦ interesante ser capaz de captar, sin palabras, un concepto que emerge de la investigaci¨®n que he hecho, relacionada con el estr¨¦s¡±.
Hace casi 20 a?os, en 2004 ¡ªantes de recibir el Nobel¡ª, Blackburn public¨® en la revista cient¨ªfica PNAS el trabajo Accelerated telomere shortening in response to life stress, traducible como Acortamiento acelerado de los tel¨®meros en respuesta al estr¨¦s de la vida. El art¨ªculo hablaba del v¨ªnculo cuerpo-mente, un concepto dif¨ªcil de medir y, por tanto, de estudiar, y a menudo observado con escepticismo.
Blackburn me ha contado c¨®mo su trabajo fue rechazado por revistas como Science (¡°No pudieron darse m¨¢s prisa en rechazarlo¡±, me dijo en su d¨ªa). Pero ahora esa publicaci¨®n se considera seminal. Numerosos trabajos abordan hoy el impacto f¨ªsico del estr¨¦s psicol¨®gico, un ¨¢rea de investigaci¨®n de importancia creciente.
En 2012, de nuevo Blackburn y Eppel publicaron un trabajo en Nature titulado Too toxic to ignore (¡±Demasiado t¨®xico para ignorarlo¡±), donde afirmaban que los v¨ªnculos entre el acortamiento de los tel¨®meros, el estr¨¦s cr¨®nico y las enfermedades constituyen una dura advertencia sobre los costes sociales del estr¨¦s. Las autoras afirmaban: ¡°Los investigadores no han dejado de constatar que diversos tipos de estr¨¦s cr¨®nico est¨¢n relacionados con la reducci¨®n de los tel¨®meros, y probablemente la causan. Por otra parte, tanto el acortamiento de los tel¨®meros como el estr¨¦s se han asociado de forma independiente a varias enfermedades comunes, como las cardiovasculares y la diabetes¡±.
La obra de Amparo nos abre una ventana a la naturaleza y el silencio, en su interpretaci¨®n puramente art¨ªstica del trabajo de Blackburn. Artista y cient¨ªfica se han conocido y Blackburn particip¨® en la presentaci¨®n de CNIO Arte 2023, donde dijo que ¡°en Meditaci¨®n vemos que la naturaleza es bonita, pero est¨¢ estresada. Y despu¨¦s vemos agua, llueve, el paisaje se regenera. Hay restauraci¨®n. Es una analog¨ªa con lo que vemos que ocurre con los tel¨®meros. S¨ª, el estr¨¦s deja huella molecular en los extremos de los cromosomas, en los tel¨®meros, pero hay esperanza, esto se puede regenerar¡±.
Est¨¢is todos invitados a venir a ver ¡®Meditaci¨®n¡¯ al CNIO, donde quedar¨¢ expuesta en cuanto regrese de ARCO.
Maria A. Blasco es Directora del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas).
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