Miguel ?ngel Criado, periodista: ¡°Nunca ha hecho tanto calor al menos desde la ¨¦poca de los romanos¡±
El periodista de EL PA?S ha publicado ¡®Calor¡¯, un libro en el que cuenta c¨®mo ¡°estamos cambiando el clima y, con ¨¦l, la vida sobre la Tierra¡±
El periodista cient¨ªfico Miguel ?ngel Criado (Dal¨ªas, 55 a?os) es de la Almer¨ªa cubierta por pl¨¢sticos, del lugar del planeta con m¨¢s superficie bajo invernaderos, sabe bien lo que suponen las altas temperaturas, la aridez del suelo o la amenaza de la desertificaci¨®n, pero tambi¨¦n valora el ingenio humano para enfrentarse al clima extremo. Este compa?ero de la secci¨®n de Ciencia de EL PA?S acaba de publicar Calor. C¨®mo nos afecta la crisis clim¨¢tica (ed. Debate), donde mezcla lo que ha aprendido tras 15 a?os escribiendo art¨ªculos sobre el calentamiento del planeta con sus propias vivencias en el campo, en primera l¨ªnea de un paisaje en plena transformaci¨®n. Seg¨²n alerta, ¡°estamos cambiando el clima y, con ¨¦l, la vida sobre la Tierra¡±.
Pregunta. Algunos afirman que ahora hace el mismo calor que siempre. ?Qu¨¦ opina?
Respuesta. No es el mismo calor de siempre. Es cierto que tenemos un sesgo climatol¨®gico en la memoria que siempre nos confunde un poco, pero los ¨²ltimos estudios muestran que nunca ha hecho tanto calor al menos desde la ¨¦poca de los romanos. Y nos podemos remontar incluso m¨¢s all¨¢, hace 10.000 a?os.
P. Usted naci¨® en un pueblo de Almer¨ªa y cuenta que creci¨® como un ni?o de campo. ?El cambio clim¨¢tico es m¨¢s evidente para la gente que vice cerca de la naturaleza?
R. S¨ª, de hecho, todos mis familiares son agricultores, y es uno de sus temas recurrentes, todo lo que est¨¢ cambiando el clima.
P. ?Entonces por qu¨¦ hay tanta gente de campo que rechaza las pol¨ªticas clim¨¢ticas?
R. A m¨ª tambi¨¦n me confunde. Lluis Orriols, que es polit¨®logo de la Universidad Carlos III, est¨¢ justo investigando esto y asegura que en Espa?a no hay negacionistas clim¨¢ticos, lo que s¨ª hay son negacionistas de las medidas que hay que tomar para mitigar el cambio clim¨¢tico. Y me parece l¨®gico, pues en esto del cambio clim¨¢tico va a haber perdedores, y entre ellos probablemente haya muchos agricultores, quiz¨¢ por eso se resisten a la agenda 2030.
P. Pero se supone que esas pol¨ªticas clim¨¢ticas son justamente las que buscan que sean menos los agricultores perdedores.
R. Ellos se sienten muy perjudicados. Se va a producir un fen¨®meno endiablado, si llueve menos y hace m¨¢s calor, entonces se va a necesitar m¨¢s agua para regar. La ecuaci¨®n es imposible. Pero al mismo tiempo algunos tambi¨¦n se sienten perjudicados por las medidas que hay que tomar para evitarlo, como gestionar mejor el agua. Sobre todo, en la agricultura m¨¢s tradicional.
P. En el libro reconoce que al escribir de esto a veces siente ¡°ecofatiga¡± por la cantidad de datos cient¨ªficos negativos.
R. S¨ª. De esto, Orriols me coment¨® como tanto mensaje de este tipo puede producir dos fen¨®menos contrarios. A alguna gente le agobia demasiado y va a tener problemas de ecoansiedad o de salud. Pero tambi¨¦n hay otras personas que no pueden con esa realidad y prefieren mirar para otro lado.
P. Asegura que al igual que los Ents de El se?or de los Anillos los ¨¢rboles se est¨¢n moviendo en Espa?a.
R. Como detalla Fernando Maestre, que es uno de los mayores expertos en aridez, se est¨¢ produciendo una mediterraneizaci¨®n del pa¨ªs. Se est¨¢n dando las condiciones para que los ecosistemas propios del clima mediterr¨¢neo avancen hacia el norte. Esto ocurre muy despacio, pero puede acelerarse all¨ª donde haya un fuego o una sequ¨ªa, si las condiciones clim¨¢ticas no son ya las adecuadas para recuperar los mismos ¨¢rboles que hab¨ªa antes.
P. Asegura que esta mediterraneizaci¨®n del territorio puede ser una ventaja para especies como el lince, pero perjudicar a otras muchas como el oso pardo.
R. Va a prosperar el bosque mediterr¨¢neo de matorral, de arbusto, que va mejor al conejo, el principal alimento del lince. Hay proyecciones que muestran que habr¨¢ condiciones ¨®ptimas para el lince hasta el sur de Galicia y la ladera sur de la Cordillera Cant¨¢brica, en zonas que ya ocup¨® en el pasado. En cuanto a los osos, estos son m¨¢s vulnerables a los cambios en la regularidad de las estaciones.
P. En el libro pregunta a los lectores qu¨¦ est¨¢n haciendo ante el cambio clim¨¢tico. ?Se ha interrogado usted mismo sobre ello?
R. S¨ª. Hay tres cuestiones clave: hacerse vegetariano, dejar el coche y tener menos hijos. Yo sigo siendo carn¨ªvoro, soy amante de la carne, pero s¨ª he reducido su consumo. Hace 20 a?os era bastante esc¨¦ptico con el vegetarianismo y con los veganos, sin embargo, los datos y la ciencia me han ido quitando mis argumentos. En cuanto a los hijos, tengo solo uno. Y aunque mi coche es un di¨¦sel, el pr¨®ximo ser¨¢ el¨¦ctrico.
P. ?Qu¨¦ piensa de los cient¨ªficos que han decidido no limitarse a ser notarios del calentamiento y han comenzado a participar en las protestas para intentar evitarlo?
R. No veo a ning¨²n cient¨ªfico con los que he hablado yendo al Congreso a pintar los leones. Los cient¨ªficos tienen que hacer lo que hacen, aportar datos de lo que est¨¢ pasando. Lo dem¨¢s es cuesti¨®n de la sociedad y los pol¨ªticos.
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