El turismo masivo da?a a la hubara canaria, un ave que solo vive en las islas y est¨¢ en peligro de extinci¨®n
Un estudio del CSIC advierte de que los veh¨ªculos y las personas espantan a los ejemplares de esta especie, que al huir chocan con cables el¨¦ctricos o mueren atropellados
La presi¨®n que ejerce el turismo masivo ¡°es un factor decisivo¡± en el aumento de mortalidad de la hubara canaria, una especie de avutarda end¨¦mica de Canarias y en peligro de extinci¨®n, que sobrevive en las islas orientales (Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa). La elevada presencia de turistas y los veh¨ªculos en las zonas que habita provoca que los ya escasos ejemplares se asusten y en la huida chocan con tendidos el¨¦ctricos o son atropellados, concluye un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). La investigaci¨®n ha estudiado el comportamiento de 51 ejemplares entre 2018 y 2022, incluido el periodo de confinamiento por la covid.
¡°El problema del turismo masivo va m¨¢s all¨¢ de las playas abarrotadas, tambi¨¦n hay efectos nocivos en la biodiversidad como hemos podido comprobar con esta especie¡±, sostiene el investigador Juan Carlos Alonso, director del Proyecto Hubara y coautor del estudio publicado en la revista Biological Conservation. A las hubaras canarias (Chlamydotis undulata fuertaventurae) les gusta mucho caminar, y solo levantan el vuelo para migrar o si se sienten acorraladas, como han comprobado los investigadores con telemetr¨ªa de alta resoluci¨®n. Y esto es algo que ocurre con la llegada de miles de personas a las islas.
Durante el cierre temporal al turismo que impuso la pandemia los investigadores observaron que los ejemplares reduc¨ªan sus vuelos en un 76%, un periodo en el que disminuy¨® la circulaci¨®n de veh¨ªculos, lo que explica que ¡°se registraran menos muertes de estas aves por colisi¨®n con tendidos el¨¦ctricos y telef¨®nicos y atropellos en carretera¡±. De las 51 hubaras estudiadas, se registraron seis muertes relacionadas con causas debidas a la actividad humana: dos murieron por colisi¨®n con tendidos a¨¦reos durante vuelos locales no migratorios y cuatro por atropellos.
Con estos datos, el estudio se?ala que a pesar de que las perturbaciones humanas pueden ser causadas tanto por turistas como por locales, la influencia de la poblaci¨®n de las islas (156.112 habitantes en Lanzarote y 120.021 en Fuerteventura), es relativamente peque?a en comparaci¨®n con la de turistas (2.816.231 y 2.057.495 en 2022, respectivamente, seg¨²n datos del Gobierno de Canarias).
La peor situaci¨®n se vive en Fuerteventura, donde la avutarda hubara ha sufrido una ca¨ªda ¡°brutal¡± en las ¨²ltimas d¨¦cadas y se encuentra al borde de la extinci¨®n con algo m¨¢s de 100 ejemplares, informa Alonso. En Lanzarote, donde su estado no es tan cr¨ªtico, el ¨²ltimo censo de 2018 contabiliz¨® algo m¨¢s de 400 ejemplares, y en La Graciosa existen unos 15. ¡°Los modelos demogr¨¢ficos que hemos llevado a cabo apuntan a una extinci¨®n a medio plazo; solo dan una posibilidad de supervivencia en Lanzarote y siempre que se elimine la mortalidad provocada por la actividad antropog¨¦nica¡±, advierte.
¡°En Lanzarote existe un tr¨¢nsito de veh¨ªculos desmesurado debido a los servicios que requiere el turismo en cuanto a suministro de hoteles y otros servicios, a lo que se a?aden los coches de alquiler con los que te mueves por la isla¡±, explica Alonso. Estos autom¨®viles no solo circulan por las carreteras, sino que entran en caminos. ¡°En este sentido, existe un problema con los quads y los buggies que circulan por espacios des¨¦rticos en los que habitan estas aves y que, en ocasiones, incluso entran en zonas de especial protecci¨®n¡±, a?ade. Como parte de la soluci¨®n, aboga por establecer una se?alizaci¨®n adecuada en las carreteras que advierta sobre el peligro de atropello de estas aves, o instalar radares de tramo ¡°porque las zonas se conocen¡±.
Este problema se suma a los que est¨¢ sufriendo la especie debido al cambio clim¨¢tico. ¡°El aumento de la temperatura y el avance de la desertificaci¨®n provocan, a su vez, que escasee el alimento, porque esta especie come sobre todo plantas e insectos que se ven muy afectados por el cambio clim¨¢tico¡±, explica.
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