Las mil historias de Am¨¦rica Latina suenan aqu¨ª: Radio Ambulante cumple diez a?os

La industria mexicana del doblaje vivi¨® una ¨¦poca tan dulce a finales del siglo pasado que a Humberto V¨¦lez todav¨ªa le llaman desde distintos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica para escuchar su voz. V¨¦lez, que durante 15 a?os hizo la voz de Homero Simpson, cre¨® un icono cultural en toda la regi¨®n. Fue despedido en 2005, cuando la serie iba por su vigesimosegunda temporada tras una huelga que buscaba mejores prestaciones laborales. La serie sigui¨® adelante sin ¨¦l. Bajo su sombra, dir¨ªan algunos. Al fin y al cabo, la familia amarilla tambi¨¦n es argentina o boliviana gracias a ¨¦l. Su historia es historia de la regi¨®n.

Un hombre vuelve a Chile a visitar a la familia. Su hermano necesita ayuda en su mudanza. Entre cajas viejas, descubren una veintena de casetes en los que escuchan hablar a su padre. Ah¨ª est¨¢ entera su ni?ez en el exilio. El padre, desterrado durante una d¨¦cada por la dictadura de Pinochet, sol¨ªa enviarlos a su familia en Santiago para amortiguar la lejan¨ªa. Hasta ese d¨ªa, los hermanos pensaban que las cintas estaban perdidas.

Estas historias, que en com¨²n parecen tener solo el haber ocurrido en Am¨¦rica Latina, son dos de cientos que desde hace una d¨¦cada viene contando el podcast Radio Ambulante, un proyecto de periodismo narrativo que naci¨® en Estados Unidos para darle voz a una regi¨®n que casi siempre se asume como un todo, aunque a veces no comparta ni el idioma. El afamado corresponsal polaco Riszard Kapu?ci¨½ski avoc¨® gran parte de su vida a recorrer desiertos y la sabana tropical para manifestarle a su lector que ?frica no existe, que es solo un concepto c¨®modo para describir un planeta aparte. Algo parecido podr¨ªa decir Carolina Guerrero, directora de Radio Ambulante, y su productor ejecutivo y pareja Daniel Alarc¨®n. Y sus equipos por toda Latinoam¨¦rica, que este mes cumple 10 a?os desentra?ando su continente, una historia a la vez.

¡°Los latinoamericanos, aunque as¨ª se vea a los migrantes en Estados Unidos, no somos una comunidad como tal. Un venezolano antichavista en Miami y un activista chicano en Phoenix no tienen nada en com¨²n. Que los dos apelliden Guti¨¦rrez no significa mucho¡±, dice Daniel Alarc¨®n, escritor y profesor universitario, adem¨¢s de su trabajo aqu¨ª. Nacido en Per¨², se crio en el sur de Estados Unidos, en el Estado de Alabama. Radio Ambulante naci¨® por la pasi¨®n por la radio que lo uni¨® con la colombiana Guerrero, tambi¨¦n migrante en el pa¨ªs del norte. Ambos viven en Nueva York. ¡°Los latinos en Estados Unidos pueden ser un colombiano que se muda a Nueva York a hacer una maestr¨ªa o una nieta de mexicanos que creci¨® en Los ?ngeles¡±, resume Alarc¨®n. ¡°Nos escuchan muchos gringos para aprender espa?ol, pero tambi¨¦n latinos que est¨¢n haciendo lo mismo, tal vez hablan un masticado con sus abuelos, y el podcast les sirve para mantenerse conectados con sus ra¨ªces¡±.

El podcast ha cambiado vidas. La de Sarah Easy, abogada de 25 a?os nacida en Sidney, Australia. Recuerda un episodio de Radio Ambulante, Toy Story, como su favorito. En ¨¦l se cuenta que antes de que la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica pusiera a Cuba contra las cuerdas en la d¨¦cada de los noventa, los ni?os que crec¨ªan en la isla ten¨ªan el derecho asegurado a recibir juguetes. Fidel Castro hab¨ªa cancelado la navidad en 1969, para que no interfiriese con la revoluci¨®n, pero los ni?os pod¨ªan acceder a los juguetes nuevos a mediados de a?o, iniciando una ri?a entre quienes iban a buscar el suyo el primer d¨ªa y los que iban los siguientes. ¡°Al o¨ªr hablar Cuba y siempre est¨¢ Fidel, la revoluci¨®n, el Ej¨¦rcito. Nunca pens¨¦ en qu¨¦ hace un ni?o cuando llega la Navidad¡±, cuenta Sarah. Empez¨® a escuchar el podcast para mejorar su espa?ol hace tres a?os. Desde entonces, ha viajado a Cuba y Centroam¨¦rica, y trabajado asistiendo a migrantes en M¨¦xico. ¡°Creo que antes de ir, y de escuchar Radio Ambulante, ten¨ªa esa perspectiva t¨ªpica de que Latinoam¨¦rica est¨¢ en los extremos, en la fiesta y la tragedia, un territorio enorme, inabarcable. Radio Ambulante lo aterriza en gente de verdad, que vive el d¨ªa a d¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo que se repite sobre sus pa¨ªses¡±.

As¨ª han seguido diez a?os de historias. Un hombre lobo a¨²lla durante las noches de confinamiento de la pandemia de la covid-19 en Chiapas, al sur de M¨¦xico. El expresidente peruano, Alberto Fujimori, planea su regreso a Per¨² desde Chile, ?por qu¨¦ abandonar¨ªa la comodidad de su nueva vida en Jap¨®n? Un hombre en Colombia ayuda a su madre a morir en paz tras unas cataratas que la dejaron ciega. Ella jam¨¢s supo que ¨¦l pensaba seguirla. En Argentina, en el auge de la televisi¨®n por cable, una emisora asegura que tendr¨¢ a los Beatles en exclusiva. Es 1964, los cuatro de Liverpool acaban de aterrizar en Estados Unidos y a Buenos Aires llegan unos imitadores que poco se les parec¨ªan. ¡°Me encanta Radio Ambulante porque todos los d¨ªas es sorprendente a pesar de lo cotidiano¡±, dice Chlo¨¦ Cassagnol, francesa de 28 a?os, que estudi¨® parte de su carrera de Antropolog¨ªa en Buenos Aires. ¡°Hace tres a?os que volv¨ª de Argentina y busco estas historias todos los meses, el podcast es mi ventana a todos esos lugares que llamamos Am¨¦rica Latina¡±.

En los primeros a?os de Radio Ambulante, entre 2011 y 2012, el proyecto alcanz¨® poco m¨¢s de 6.000 descargas semanales, un n¨²mero que Alarc¨®n recuerda como algo maravilloso. ¡°Como escritor, no me parec¨ªa una cifra peque?a. Si t¨² vendes esa cantidad de libros en Per¨², es un ¨¦xito in¨¦dito¡±, cuenta. Este a?o, Radio Ambulante ¨Cjunto a su nuevo proyecto, El Hilo, otro podcast latinoamericano que repasa la coyuntura semanal¨C alcanz¨® las 200.000 descargas.

Hace menos de dos semanas el equipo anunci¨® que su ¨²ltima campa?a de autofinanciaci¨®n reuni¨® 140.000 d¨®lares, el doble de lo esperado. Radio Ambulante, que comenz¨® como un podcast y ahora es un estudio que busca expandir su red de colaboradores e historias, se agranda como una familia. ¡°Para m¨ª siempre fue un ¨¦xito, lo que me interesaba era encontrar nuevas maneras de contar historias¡±, resume Alarc¨®n. ¡°Siento que la audiencia nos aprecia por eso, han crecido con nosotros, somos parte de algo juntos¡±.