Trataremos de re¨ªrnos, Miguel
Barroso, fallecido a los 70 a?os, se caracterizaba por la conversaci¨®n inteligente y divertida, el an¨¢lisis fino y el respeto absoluto por el trabajo de los periodistas.

Es dif¨ªcil pensar con lucidez cuando el dolor y el sentimiento de p¨¦rdida siguen al shock por la muerte inesperada de Miguel Barroso. Pero hoy se impone la necesidad de despedirlo bien y ojal¨¢ la reflexi¨®n que voy a compartir no hubiera tenido que hacerla como homenaje p¨®stumo. Siempre llegamos tarde a decir las cosas que importan.
Establecer la distancia justa con el poder, dentro y fuera de su empresa, es una tarea fundamental para un periodista. Porque esa convivencia forma parte de la naturaleza de nuestro trabajo, tambi¨¦n la tensi¨®n que conlleva, por eso es imprescindible delimitar bien el terreno de juego. Pero para bailar bien este baile hacen falta dos que se lo crean. Lo contrario acaba con el periodista o con el periodista en la calle.
He tratado a Barroso en dos etapas diferentes de mi vida profesional. De 2004 a 2006 siendo ¨¦l Secretario de Estado de Comunicaci¨®n y yo en la tele p¨²blica como directora-presentadora de Los desayunos de TVE, y otros dos a?os, estos ¨²ltimos, ¨¦l ejerciendo como consejero editorial del grupo PRISA, yo directora de EL PA?S. Ni entonces ni ahora tuve nunca que se?alarle las l¨ªneas rojas, aunque muchas veces no estuvi¨¦ramos de acuerdo. Mi experiencia con ¨¦l ha sido la conversaci¨®n inteligente y divertida, el an¨¢lisis fino y el respeto absoluto por el trabajo de los periodistas. Que esto les resulte inconcebible a tantos dice mucho del momento que vive el periodismo.

Le espantar¨ªa saber que hoy estamos todos escribiendo sobre ¨¦l. Ten¨ªa alergia al protagonismo p¨²blico ¡ªllevaba con resignaci¨®n ser un tentetieso al que golpear para darle a EL PA?S, la SER o PRISA¡ª y, sin embargo, conservaba intacto el placer de estar en la primera fila donde ocurren las cosas ¡ªel periodista que no dej¨® de ser¡ª y la voluntad de que este mundo fuera un poco m¨¢s vivible ¡ªel compromiso con unas ideas que nunca ocult¨® y que siempre estaba dispuesto a discutir con elegancia con quien pensara distinto¡ª. Ese era su poder en realidad, hablar con todos, saberlo todo, y disfrutar buscando soluciones, nuevos caminos. Disfrutar y comprometerse con la pasi¨®n de su tiempo, este tiempo, no el de ayer, el de hoy. Como escribi¨® Jordi Gracia en Tinta Libre, y publicamos en EL PA?S, no es la edad, es el poder, la gesti¨®n del poder presente, pasado o ausente, la que nos hace perder pie con la realidad. Barroso no lo perdi¨®.
Hoy ser¨ªa uno de esos d¨ªas en los que nos reir¨ªamos a carcajadas leyendo lo que se est¨¢ escribiendo de nuevo sobre ¨¦l, esos superpoderes que le permit¨ªan inspirar al sanchismo, asaltar empresas, maniobrar con accionistas, renovar redacciones, dise?ar campa?as electorales, controlarlas en los m¨ªtines, en las redacciones, en las redes, hacer portadas, editoriales, programas, susurrar al o¨ªdo y cantar habaneras. Todo a la vez en todas partes. Esa caricatura que pasean quienes necesitan creer o hacer creer en grandes conspiraciones para justificar prosaicos fracasos personales.
Trataremos de re¨ªrnos, Miguel, aunque hoy nos costar¨¢ sin ti.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.