Pepa Bueno: ¡°Una mala praxis contamina toda la profesi¨®n¡±
La directora de EL PA?S defiende la transparencia como mecanismo para recuperar la credibilidad del periodismo en un coloquio con otros periodistas organizado por Hay Forum Festival Sevilla
Recuperar la credibilidad del periodismo para que pueda volver a ser percibido como sost¨¦n de la democracia y devolver el valor social de la informaci¨®n veraz y rigurosa deben ser de los principales afanes de la profesi¨®n. M¨¢s todav¨ªa en tiempos en los que las redes sociales y el apetito por la inmediatez han agitado el veneno de las noticias falsas y la posverdad. Sobre c¨®mo abordar esa tarea y los obst¨¢culos para llevarla a cabo han charlado este s¨¢bado en Sevilla la directora de EL PA?S, Pepa Bueno; el director de informativos de Telecinco, Carlos Franganillo; y el conductor de La br¨²jula de Onda Cero, Rafael Latorre. El coloquio, moderado por el periodista Teodoro Le¨®n Gross, se ha enmarcado en el Hay Forum Festival que estos d¨ªas se celebra en Sevilla.
Partiendo de la premisa de que la aparici¨®n de Internet y la crisis de 2008 alteraron el statu quo de los medios de comunicaci¨®n oblig¨¢ndolos a adaptarse a un nuevo modelo de negocio con nuevos actores y otras formas de financiaci¨®n que pudieran compensar el descenso de ingresos publicitarios, Bueno ha lanzado una advertencia: ¡°La ciudadan¨ªa nos percibe como parte de algo que no es transparente, estamos percibidos como parte del problema y no como una herramienta imprescindible para que tenga los datos de la una realidad siempre compleja y sinuosa, para hacer posible que yo como ciudadana me forme una opini¨®n, y eso es peligroso¡±. Una l¨ªnea argumental que ha compartido Franganillo: ¡°Todav¨ªa no hemos asimilado bien el cambio tecnol¨®gico que, en nuestro caso, ha desmontado el modelo econ¨®mico, pero tambi¨¦n la primac¨ªa que ten¨ªamos en el discurso¡±, ha se?alado.
En esa transformaci¨®n digital, los medios de comunicaci¨®n han perdido el control del relato sobre lo que pasa, d¨®nde pasa y cu¨¢ndo pasa, pero, como ha resaltado Bueno, a¨²n queda ¡°la exclusividad¡± sobre las otras dos grandes preguntas en las que se basa el periodismo: el c¨®mo y el porqu¨¦. Responderlas ¡°es caro¡±, ha recalcado la directora de EL PA?S, porque el periodismo de calidad requiere de recursos y tiempo. Pero la falta de medios, unida a la presi¨®n que marca el ritmo de la actualidad, hace que desentra?ar esa verdad sea cada vez m¨¢s dif¨ªcil y abone el caldo de cultivo para la desinformaci¨®n.
Franganillo ha terciado: ¡°El ritmo de la actualidad, las exigencias de la audiencia sobre cu¨¢ndo quiere la informaci¨®n y c¨®mo se consume nos ha quitado herramientas. Un periodista honesto trata de componer las piezas, de contrastar la informaci¨®n y eso lleva much¨ªsimo tiempo, mientras que un relato mentiroso y t¨®xico te da un relato cerrado y siempre te puedes refugiar en ¨¦l¡±.
¡°Existen buenos periodistas, pero una mala praxis contamina toda la profesi¨®n y nadie est¨¢ a salvo de esa contaminaci¨®n¡±, ha se?alado Bueno. Mientras, Delatorre ha apuntado: ¡°No siempre podemos pedir a un relato que sea coherente, porque ocurre que los hechos relevantes a veces no tienen sentido. El lector ha de desconfiar cuando le damos un relato perfecto que encaja en un macrocosmos, porque entonces es cuando empezamos a convertirnos en esa prolongaci¨®n de las m¨¢quinas del poder¡±.
De Turmp al Brexit
En este contexto es inevitable que el ciudadano se vea abocado a la confusi¨®n. ¡°Algunos periodistas se comportan en las redes sociales como tabernarios y eso ha extendido enormemente el descr¨¦dito de los periodistas, lo que genera una confusi¨®n enorme entre lo que es comunicaci¨®n y lo que es periodismo¡±, ha se?alado la directora de EL PA?S. Franganillo ha a?adido: ¡°Abrir tantas ventanas lleva a que mucha gente no tenga por qu¨¦ diferenciar qui¨¦n es un periodista y qui¨¦n no lo es, pero dentro de la actividad period¨ªstica se han infiltrado activistas y en ese totum revolutum se nos mete a todos y se demonizan los medios de comunicaci¨®n¡±.
Todos han coincidido tambi¨¦n en se?alar a Donald Trump y su campa?a a las presidenciales de 2016 como el catalizador que ¡°aceler¨®¡± la crisis de ¡°desinformaci¨®n y manipulaci¨®n period¨ªstica¡± que luego se consolid¨® con el Brexit o la llegada al poder en Brasil de Jair Bolsonaro o el Proc¨¦s, tal y como ha se?alado Le¨®n Gross. ¡°El poder siempre tuvo una relaci¨®n conflictiva con la vedad. Nixon ment¨ªa, pero Trump desprecia la verdad¡±, ha destacado Delatorre, que ha llamado la atenci¨®n sobre c¨®mo el expresidente estadounidense siempre prescindi¨® de intermediarios: ¡°Hemos aceptado que la relaci¨®n de los pol¨ªticos con la fiscalizaci¨®n de la prensa sea a trav¨¦s de Twitter [actual X]¡±. Bueno, por su parte, tambi¨¦n ha se?alado a la ¡°enorme dejaci¨®n de funciones¡± que hizo el periodismo entonces. ¡°Servimos de forma acr¨ªtica como plataforma a mensajes que van contra la democracia, contra la pluralidad¡±, ha recalcado, como otro ejemplo que ahonda en la p¨¦rdida de la confianza en los medios de comunicaci¨®n.
Pese a esta aparente sensaci¨®n de derrotismo, los ponentes se han mostrado optimistas sobre el futuro. El buen periodismo siempre se podr¨¢ hacer en cualquier formato y, parad¨®jicamente, es el escrutinio en redes sociales al que se ven sometidos ahora los periodistas el que tambi¨¦n les impele a que no se baje el pedal de la calidad, han coincidido Franganillo y Delatorre. Para Bueno, la clave para recuperar esa credibilidad reside en ¡°la inteligencia de nuestros lectores¡± y ¡°en la transparencia¡±. La directora de EL PA?S ha sido muy clara y ha demandado ¡°transparencia econ¨®mica y financiera¡±, para que se conozca qui¨¦nes son los due?os de los medios, con qu¨¦ fondos se sostienen y ¡°qui¨¦n financia los medios que aparecen de la noche a la ma?ana¡±; auditor¨ªas de los suscriptores y del tr¨¢fico que generan y un ¡°control interno editorial y de admisi¨®n de errores¡±.
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