Los men¨²(s) del d¨ªa de Concha Jerez
La artista invitada al espacio de EL PA?S en ARCO interpela a los medios de comunicaci¨®n y habla de la autocensura
Hay un lugar oscuro en la feria de ARCO titulado Men¨²(s) del d¨ªa. Las paredes est¨¢n pintadas de negro y el suelo, casi ennegrecido, invita a zambullirse en la reflexi¨®n. Se trata del espacio de EL PA?S de este a?o, que tiene como invitada a la artista contempor¨¢nea Concha Jerez (Las Palmas de Gran Canaria, 1941). Desde dos d¨ªas antes de la inauguraci¨®n de la feria de arte contempor¨¢neo m¨¢s importante de Madrid, el recinto est¨¢ repleto de artistas y galer¨ªas que est¨¢n de pleno montaje. Como Jerez, que se mueve con br¨ªo entre sus preparativos. Va vestida de negro, de modo que se infiltra en su propia exposici¨®n. Tan solo su cabellera rojiza la delata en la oscuridad.
¡°Men¨²(s) del d¨ªa muestra diferentes realidades que se nos plantean a diario en los medios de comunicaci¨®n¡±, avanza la autora. Concha Jerez, pionera de la instalaci¨®n y las pr¨¢cticas conceptuales en Espa?a, propone varias miradas: de un lado, a la prensa escrita; del otro, a la televisi¨®n. Tambi¨¦n quiere mostrar las redes, que han llegado a la reflexi¨®n de su obra recientemente para quedarse.
No desea la autora interpretar la exposici¨®n, lo que s¨ª hace es describir lo que el espectador se encontrar¨¢. A ambos lados del espacio, dos paredes muestran noticias recogidas en diferentes diarios. Confronta las noticias positivas de un lado con otras m¨¢s negativas, del otro. Al fondo, la pared est¨¢ llena de lo que la artista denomina escritos autocensurados. Explica Jerez el concepto: ¡°Ante los medios de comunicaci¨®n y ante la realidad, la gente calla y se autocensura. He querido resaltar ese di¨¢logo que sucede ante la inhibici¨®n de la respuesta. Esa inhibici¨®n que yo reflejo con los escritos autocensurados es algo que con los a?os ha ido increment¨¢ndose. En primer lugar, porque la ¨¦poca de Franco era una autocensura pol¨ªtica. Hoy la autocensura es social, muchas veces en torno al g¨¦nero, otras en torno a las relaciones interpersonales. Se produce, incluso, autocensura laboral. No siempre decimos lo que nos gustar¨ªa¡±.
El centro de la sala lo componen seis mesas: los men¨²s del d¨ªa. El visitante podr¨¢ asistir aqu¨ª a v¨ªdeos de la televisi¨®n y de las redes sociales con diferentes realidades: ah¨ª est¨¢n la publicidad, las apuestas y programas como La Isla de las Tentaciones. Tambi¨¦n est¨¢n los gamers, tiktokers, youtubers y otros creadores de contenidos. ¡°Son como los men¨²s del d¨ªa a los que asistimos. Que cada uno tenga la libertad de escoger¡±, invita.
Abordada la estructura, la medalla de oro al M¨¦rito en las Bellas Artes (2011) y Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas (2015), se centra en las lecturas. ¡°Yo explico el procedimiento, no lo que tiene que sentir cada persona¡±, matiza. Valora entonces la interpretaci¨®n que la te¨®rica Estrella de Diego ha escrito sobre Men¨²(s) del d¨ªa en el suplemento Babelia, de EL PA?S. Le ha gustado la comparaci¨®n de su espacio con una sala de cine: ¡°No lo hab¨ªa pensado, pero creo que tiene raz¨®n, es una posible interpretaci¨®n. A veces aprendo yo de los dem¨¢s. Uno, ante el arte, y precisamente porque este es multic¨®dice, puede sentir, apreciarlo, rechazarlo o admitirlo seg¨²n le venga en gana¡±.
Hace tiempo que la canaria dialoga con los medios de comunicaci¨®n en su trabajo. Por eso, cuando EL PA?S la invit¨® a ocupar el espacio del peri¨®dico en ARCO quiso ampliar su proyecto, porque ya ven¨ªa trabajando en la idea del men¨² del d¨ªa desde hace a?os. La artista tiene una relaci¨®n estrecha con la prensa, como ya demostr¨® en su exposici¨®n en el Museo Reina Sof¨ªa en 2020: ¡°Vengo trabajando con muchas obras en las que he usado EL PA?S. Me gusta comprarlo todos los d¨ªas. A partir de ah¨ª he analizado mucho qu¨¦ es la prensa y c¨®mo es su est¨¦tica¡±. Esta vez, explica, ha extrapolado la idea a otros medios de comunicaci¨®n y ha a?adido su relaci¨®n con las redes. En la selecci¨®n de las noticias y algunos v¨ªdeos le ha ayudado su hija Marta Pereira, que trabaja su archivo y est¨¢ ligada al mundo contempor¨¢neo. Tambi¨¦n se ha apoyado en sus nietos. ¡°Porque a muchos (streamers o tiktokers) los desconoc¨ªa, honradamente. Me he acercado a ellos con curiosidad¡±, apunta.
Dice Jerez que por lo general est¨¢ bastante tranquila en los montajes. Alterna los ¨²ltimos preparativos de ARCO con varias entrevistas. Est¨¢ acostumbrada. Solo en las ¨²ltimas semanas ha conversado con la cr¨ªtica de arte Estrella de Diego, para Babelia; con el periodista cultural ?lex Vicente, para EL PA?S Semanal, y ultima las grabaciones en su espacio para un reportaje de EL PA?S V¨ªdeo. Entre tanto, dice que se ocupa de su madre de 103 a?os, que tambi¨¦n tiene hijos, nietos, pareja, que sigue trabajando en otros proyectos, pero est¨¢ muy presente en el montaje. ¡°S¨¦ que hay muchos tiempos muertos, pero me gusta estar por aqu¨ª de obra¡±.
En un momento dado, la artista de ochenta a?os se sube a un andamio de casi tres metros con agilidad. Comienza a dibujar en la pared con destreza, carboncillo en mano, sus escritos ilegibles autocensurados. Uno de sus ayudantes valora sus movimientos. Ella se pone de pie, se arrodilla, traza, dibuja, escribe. ?Qu¨¦ dice? ¡°Lo escribo pero no lo digo¡±, r¨ªe, ¡°si no, no ser¨ªa autocensura¡±. Abajo est¨¢ su hija, que la observa sonriente y sin aparente preocupaci¨®n por la altura, como quien est¨¢ acostumbrada a contemplar su dinamismo, y admira: ¡°Jerez en estado puro¡±.
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