Robbie Williams, en la cima del mundo

Robbie Williams es como uno de esos jugadores de f¨²tbol marrulleros, bocazas, faltones y chulos, que casi todo el mundo odia menos cuando juegan en su equipo favorito. El p¨²blico que abarrot¨® ayer por la noche el Palacio Vistalegre en Madrid era forofo del mismo equipo, formado ¨²nicamente por el brit¨¢nico. Aunque lleve consigo una banda formada por 20 personas, el ex Take That es el protagonista absoluto de un show que gira en torno a enaltecer su desmedido ego. Eso s¨ª, de manera brillante y divertida. Durante casi dos horas, se pudo disfrutar del Robbie cantante, del Robbie fen¨®meno de fans, del Robbie c¨®mico, del Robbie bailar¨ªn, del Robbie sinverg¨¹enza, ..., en definitiva del Robbie Williams como entretenedor nato. Ning¨²n forofo del portero-defensa-medio-delantero m¨¢s famoso del pop actual sali¨® ayer decepcionado del juego de su equipo, pese al deficiente sonido que hab¨ªa en algunas partes del recinto.

La gira de presentaci¨®n de Escapology, el quinto ¨¢lbum en solitario del brit¨¢nico, que recala esta noche en Barcelona, da para mucho. De forma paralela al despliegue musical que la banda interpreta tras el cantante, Robbie Williams encandila al respetable de mil y un maneras. Bien besuque¨¢ndose con algunas fans que sube al escenario, bien cantando improvisadas canciones a Madrid y a Espa?a tocando ¨¦l mismo una guitarra ac¨²stica, bien leyendo directamente del papel las frases de rigor en castellano, bien dando el n¨²mero de tel¨¦fono de su hotel e, incluso, hablando por tel¨¦fono m¨®vil con un seguidor que llam¨® al mismo. Incluso organizando un karaoke multitudinario a trav¨¦s de las pantallas de v¨ªdeo que escoltaban el escenario.

Robbie Williams ha editado cinco ¨¢lbumes a raz¨®n de casi uno por a?o desde 1997. Y no se olvid¨® de ninguno, incluida una pieza de su disco de est¨¢ndars de jazz (Swing when you're winning, 2001) acompa?ado por un piano de cola, y una canci¨®n de su anterior grupo Take That que en Espa?a tuvo una fama superior a otros pa¨ªses. Pero las canciones que realmente pusieron patas arriba el palacio de Vistalegre fueron las de su ¨²ltimo ¨¢lbum Escapology y dos piezas, agridulces y grandilocuentes como Come undone y Feel, que trasladaron al brit¨¢nico a la cima del mundo, donde est¨¢ ahora sentado, como dice la canci¨®n.