El jazz de Norah Jones mece Madrid

Norah Jones arrastra su voz suave y profunda. Tiene 24 a?os, dos discos en el mercado y una sonrisa pl¨¢cida c¨®mo su m¨²sica. Ayer, el Palacio de Congresos de Madrid se dej¨® mecer al ritmo de los temas de Come away with me y Feels like home. Sentada a un elegante piano de cola se gan¨® al p¨²blico con su simpat¨ªa y con la seguridad que dan 20 millones de copias vendidas.

"Espero que no se me vuelva a olvidar la letra". Norah Jones se sent¨ªa en el escenario como en el sal¨®n de su casa: alfombras en el suelo, una iluminaci¨®n c¨¢lida y alguna que otra confesi¨®n jugosa al p¨²blico. Hace dos meses, en un concierto en Alemania olvid¨® la letra de una de sus canci¨®nes. "Me qued¨¦ en blanco", cont¨® entre risas. As¨ª que decidi¨® tararear el resto del tema ante la desconcertada mirada del p¨²blico germano.

Al d¨ªa siguiente, todos los programas de televisi¨®n y peri¨®dicos recog¨ªan el 'suceso'. "Cre¨ªa que aqu¨ª ya os habr¨ªas enterado". Pero no, en Espa?a nadie sab¨ªa nada del tarareo y, a partir de este momento, la conexi¨®n entre la cantante y el repleto Palacio de Congresos fue tan ¨ªntima y cercana c¨®mo la de un grupo de amigos reunidos en el sal¨®n de una casa: la casa de Norah Jones.

Fue el segundo concierto que la cantante y compositora neoyorquina ofrec¨ªa en Espa?a, el domingo actu¨® en Barcelona. Comenz¨® con Turn me on y Nightingale, de su primer ¨¢lbum, para continuar con Those sweet words y What I am to you, del segundo. Rindi¨® homenaje a uno de sus ¨ªdolos, Tom Waits, con una versi¨®n de Long way home, tema perteneciente a la banda sonora de la pel¨ªcula Big Bad Love y no se dej¨® ni uno s¨®lo de los singles que le trajeron ocho premios Grammy hace dos a?os, como Don?t konw why.

Jones es hija del maestro indio Ravi Shankar, que ense?¨® a tocar el sitar a los beatles. Sobre el escenario, sin embargo, nada ex¨®tico. Una peque?a banda compuesta por cuatro m¨²sicos, una vocalista y jazz, mucho jazz. Durante casi una hora y media repas¨® su discograf¨ªa y, para los bises, de nuevo Come away with me, que son¨® como una nana, suave y lenta, para despedirse.