Rub¨¦n Blades pudo con la lluvia en el cierre del Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n
El paname?o se entreg¨® como si fuera la ¨²ltima vez antes de pasarse al escenario pol¨ªtico
El cantante paname?o Rub¨¦n Blades venci¨® a la lluvia y a los problemas t¨¦cnicos y cerr¨® con un exitoso recital la gran fiesta latina que puso esta noche el colof¨®n final a la 39 edici¨®n del Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n, en la que particip¨® tambi¨¦n el maestro Israel L¨®pez Cachao. El chaparr¨®n que cay¨® mientras la Spanish Harlem Orchestra preparaba el terreno al ¨ªdolo paname?o no agu¨® la fiesta en la plaza de la Trinidad, repleta de p¨²blico y adornada con banderas de Cuba, Panam¨¢ y Colombia, entre otras.
Los espectadores sab¨ªan que quiz¨¢ se encontraban ante la oportunidad hist¨®rica de disfrutar de uno de los ¨²ltimos conciertos de Rub¨¦n Blades, quien, tras 30 a?os lanzando cr¨ªtica social en forma de salsa, ha decidido pasar de las canciones a los hechos y tratar de aplicar la igualdad y la solidaridad desde un ministerio del gabinete del nuevo presidente paname?o, Mart¨ªn Torrijos.
Blades no defraud¨®, hizo una exhibici¨®n vocal impresionante, se comi¨® el escenario bailando y se meti¨® pronto al p¨²blico donostiarra en el bolsillo, al entregarle lo que quer¨ªa escuchar, cl¨¢sicos de salsa y rumba de su repertorio como Juan Pachanga, Buscando guayaba, Pl¨¢stico y, por supuesto, Pedro Navaja.
Extrovertido y bromista, jug¨® con los espectadores mientras los t¨¦cnicos solucionaron los problemas generados por la lluvia (Me recuerda tanto a nuestros pa¨ªses, cuando se va la luz), y se acopl¨® perfectamente a la Spanish Harlem Orchestra, un experimentado grupo que sigue la senda del paname?o, sus ritmos de rumba, salsa y cha-cha-ch¨¢ y su mensaje social de uni¨®n panamericana.
Antes, el maestro Israel L¨®pez Cachao, a punto de cumplir 86 a?os, hab¨ªa demostrado que el Caribe otorga a sus afortunados hijos una forma de vivir que los europeos s¨®lo podemos llegar a admirar.
Encorvado sobre su contrabajo, Cachao dirigi¨® a su orquesta en un festivo recorrido por la rumba, el mambo y los sones cubanos, como una sutil guajira instrumental de profunda carga emocional.
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