La sobriedad de Lemoniez y la sofisticaci¨®n de Montesinos inauguran la pasarela Cibeles

Dos estilos y dos formas de hacer radicalmente diferentes, las de Fernando Lemoniez y las de Francis Montesinos, han servido para inaugurar esta ma?ana en Madrid una de las m¨¢s ambiciosas ediciones de Pasarela Cibeles, que contar¨¢ con la participaci¨®n r¨¦cord de treinta y un dise?adores que ofrecer¨¢n sus propuestas en 26 desfiles.

El esfuerzo realizado por los organizadores de IFEMA para conseguir situar la cita madrile?a con la moda entre las m¨¢s importantes se ha hecho patente no solo en el n¨²mero de creadores presentes y en su calidad, sino en todo lo que rodea el certamen, que este a?o cuenta con un presupuesto de tres millones de euros.

El dise?ador vasco Lemoinez ha iniciado esta intensa semana con una colecci¨®n sobria presentada en un entorno tambi¨¦n sobrio. En el desfile ha exhibido tres l¨ªneas, todas ellas perfectamente trabajadas, sin estridencias y muy en su l¨ªnea Balenciaga. Frente a este estilo, con un escenario adornado de flores y plantas y m¨²sica en directo, Montesinos ha presentado la colecci¨®n Mi Mar, para la que se ha inspirado en la mitolog¨ªa del Mediterr¨¢neo. Motivos marineros inundan unos estampados que se repiten tanto para el d¨ªa como en la ropa m¨¢s sofisticada de noche. Para acabar el desfile, un novio y una novia, ambos de blanco y con tocado, acompa?aron a Montesinos, que sufri¨® un tropiezo al pisar su falda, a recibir los aplausos del p¨²blico que llenaba las gradas.

Aghata y Schlesser

El toque m¨¢s glamouroso lo ha puesto ya por la tarde Aghata Ruiz de la Prada. Su colecci¨®n re¨²ne de nuevo todo su particular universo crom¨¢tico, pero esta vez suavizado. Sin inspirarse en una l¨ªnea o ¨¦poca concreta, la dise?adora ha cogido un poco de todas ellas, desde los a?os 20, con talles bajo lacadera, hasta los 80 con piezas y vol¨²menes geom¨¦tricos, y todo ello para buscar una mujer que vista c¨®moda. Su participaci¨®n en la puesta en escena de diferentes cuentos ha hecho que algunas prendas tengan toques infantiles, que recuerdan a Alicia, y, sobre todo, una est¨¦tica del siglo XIX que sirve como nexo de toda la colecci¨®n. Talles de corte imperio, cortos vestidos de amplios vol¨²menes con lazos que se ajustan a la cintura y abrigos con grandes cuellos destacaron en un desfile en el que la dise?adora present¨® su nuevo "logo" en el que aparece su nombre, presente en casi todas sus prendas, incluidas las gabardinas, las botas o los zapatos plastificados.

Piezas importantes en el desfile de Ruiz de la Prada fueron las prendas acolchadas, tipo "plumas", realizadas en seda natural que permiten a la mujer ir abrigada pero elegante. Otra apuesta con buenos resultados fue el ante sint¨¦tico que cambia de grosor si es para pantalones o para abrigo, y la micropana para prendas m¨¢s frescas.

Arriba los talles

Un ejemplo claro del regreso a los talles m¨¢s altos fue la colecci¨®n en la que ?ngel Schlesser ha reivindicado los ligeros vestidos cortados bajo el pecho, en encaje negro o blanco, con largo situado sobre la rodilla, al igual que el de las faldas rectas sin ninguna concesi¨®n. Dos extremos para los pantalones, o muy anchos o pitillo y los abrigos cortos y abullonados recuperando los vol¨²menes de los a?os 60, a lo que colaboran tambi¨¦n las formas evas¨¦, los frunces y los pliegues.

Naranjas, turquesas y rojos dieron color a la colecci¨®n de Elio Berhanyer en la que predomin¨® en negro. Este cl¨¢sico dise?ador hizo una apuesta clara por el abrigo, pieza estrella para el pr¨®ximo oto?o-invierno, y que present¨® en una colecci¨®n confeccionada en lana, crepe, sedas naturales, gasas bordadas y terciopelo.