?Fue Houdini envenenado?
La familia del mago va a exhumar sus restos porque sostiene que no muri¨® de peritonitis sino que fue v¨ªctima de un compl¨® de espiritistas
Harry Houdini, el escapista m¨¢s efectivo de la historia, no se fiaba ni un pelo de los espiritistas. Se hab¨ªa criado en el circo, entre magos, y se sab¨ªa todos los trucos. El problema es que se dedic¨® a desenmascarar a todos los m¨¦diums que encontraba y quiz¨¢ ¨¦stos se hartaron de ¨¦l. Muri¨® una noche de Halloween de 1926, de una peritonitis (una inflamaci¨®n abdominal), seg¨²n la versi¨®n oficial, pero los rumores de que fue asesinado contin¨²an 81 a?os despu¨¦s de su muerte. Sus descendientes van e exhumar sus restos para averiguar si las sospechas son ciertas.
Houdini, de nombre real Erich Weiss (Budapest, 1874-Detroit, 1926), estaba en la cima. Sus n¨²meros dejaban boquiabiertos a todo el mundo, de Estados Unidos y Reino Unido a Alemania y Rusia. Cargado de cadenas y sumergido boca abajo en una cuba de agua o atado con una camisa de fuerza y colgado de los pies en la cornisa de un edificio, Houdini siempre consegu¨ªa zafarse de cualquier trampa. Sus trucos deb¨ªan de ser sutiles, porque nadie los descubri¨®. En los a?os 20 era el artista de vodevil mejor pagado de Estados Unidos.
A menudo le gustaba destacar que en sus fugas se jugaba la vida. Eso daba emoci¨®n. ?l confiaba plenamente en sus trucos y en una forma f¨ªsica excelente. Una vez ret¨® a un par de j¨®venes, en Montreal, el 22 de octubre de 1926, a que le golpearan en el abdomen con todas sus fuerzas. El arrogante cincuent¨®n asegur¨® que pod¨ªa resistirlo sin problemas. Hay quien dice que no le dio tiempo a preparase, pero uno de los pu?etazos se pas¨® de la raya, le revent¨® el ap¨¦ndice y le provoc¨® una inflamaci¨®n mortal. Eso dec¨ªa el informe m¨¦dico cuando falleci¨®, d¨ªas despu¨¦s, el 31 de octubre de 1926, en Detroit.
Como no hubo autopsia y se sab¨ªa que los espiritistas le ten¨ªan ojeriza, pronto se difundi¨® el rumor de que hab¨ªa sido asesinado. A los pocos d¨ªas un peri¨®dico titul¨® en primera p¨¢gina: "?Ha sido Houdini asesinado?". Candidatos no faltaban. Los tertulianos ultraterrenos no pod¨ªan verlo. El Houdini consagrado ten¨ªa la costumbre de colarse de inc¨®gnito en sesiones de espiritismo, a veces junto a un reportero y un polic¨ªa, y despu¨¦s anunciaba que todo aquel contacto con espectros del m¨¢s all¨¢ no era m¨¢s que un timo. Un grupo de m¨¦diums, llamados los Espiritualistas, se habr¨ªa cansado de su vocaci¨®n de cazafantasmas y le habr¨ªa envenenado, quiz¨¢ con ars¨¦nico, seg¨²n sostiene una biograf¨ªa, The Secret Life of Houdini, de William Kalush y Larry Sloman, publicada el a?o pasado.
Inc¨®gnitas e incongruencias
Los dos bi¨®grafos afirman que Houdini ya hab¨ªa recibido amenazas, como la del novelista brit¨¢nico sir Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, miembro ilustre de los Espiritualistas y ex amigo de Houdini. "Creo que el d¨ªa de la paga general va a llegar pronto", escribi¨®, dos a?os antes de la muerte del mago, en una carta citada en el libro. Estas sociedades secretas sol¨ªan utilizar el veneno para deshacerse de los oponentes, indican los autores. Houdini sab¨ªa que estaba se?alado pero sol¨ªa viajar sin guardaespaldas, as¨ª que habr¨ªa sido f¨¢cil a?adirle alg¨²n veneno en la comida. Adem¨¢s aseguran que mientras estaba ingresado en el hospital, aquel final de octubre de 1926, a Houdini le inyectaron un suero "experimental" del que nunca se supo la composici¨®n.
Las inc¨®gnitas, que parecen fundamentadas por la documentaci¨®n de Kalush y Sloman, ha dado argumentos a la familia del mago para reabrir el caso. Un sobrino nieto, George Hardeen, en representaci¨®n de un grupo de parientes, va a solicitar este lunes un permiso judicial para exhumar los restos, que descansan en el cementerio Machpelah, de Queens, seg¨²n ha declarado este s¨¢bado el abogado de la familia, Joseph Tacopin, a The Guardian. "Hab¨ªa un motivo para asesinar a Harry Houdini, y ha sido suprimido y encubierto", ha a?adido el letrado. "Es necesario volver a mirarlo. Su muerte conmocion¨® a la naci¨®n, si no al mundo. Ahora quiz¨¢ es el momento de echarle otro vistazo", ha comentado su nieto a Associated Press.
Hardeen ha reclutado a dos forenses experimentados en autopsias controvertidas, Michael Baden y James Starr, para que examinen el cad¨¢ver en busca de rastros de veneno. Baden, que ha dirigido investigaciones sobre la muerte del presidente de EE UU John Fitzgerald Kennedy y sobre el activista de los derechos civiles Martin Luther King, ha indicado dos incongruencias en el certificado de defunci¨®n de Houdini: se?alaba que el ap¨¦ndice estaba a la izquierda, cuando lo normal es que est¨¦ a la derecha, y adem¨¢s el diagn¨®stico de una apendicitis provocada por un pu?etazo es "muy poco com¨²n".
El profesor James Starr tiene experiencia en exhumaciones, ya que ha trabajado en las del forajido Jesse James y en la de Albert De Salvo, el Estrangulador de Boston, y hasta ahora cre¨ªa que la lesi¨®n mortal del mago fue tan s¨®lo un accidente. Pero tras leer su biograf¨ªa ha cambiado de opini¨®n. "[La causa de su muerte] es sorprendente e inquietante, y en el fondo, sospechosa".
En el momento de su muerte, Houdini era una celebridad mundial. Cerca de 2.000 personas asistieron a su funeral, despu¨¦s de que sus restos f¨²nebres llegaran a la estaci¨®n Grand Central de Manhattan. Su legado como ilusionista imprevisible y escapista invicto sigue perdurando. La sociedad de magos de Estados Unidos le rinde un homenaje en su tumba cada a?o.
?Agente secreto a tiempo parcial?
El propio Houdini se rode¨® de un aura de misterio que le fue muy rentable para su carrera de showman, pero las ¨²ltimas revelaciones de su biograf¨ªa, publicada en noviembre de 2006, muestran a un artista con una doble identidad muy real. Mientras viajaba por Alemania y Rusia con sus n¨²meros de ilusionismo, utilizaba su imagen de artista para recabar informaci¨®n para los servicios secretos de Estados Unidos y Reino Unido. Kalush y Sloman basan sus afirmaciones en el estudio de 700.000 p¨¢ginas de documentaci¨®n y, sobre todo, en el diario de un destacado esp¨ªa brit¨¢nico, William Melville, que cita a Houdini varias veces. El trato habr¨ªa sido que el servicio secreto de Su majestad ayudar¨ªa a convertirlo en una estrella a cambio de que les suministrara todo tipo de datos.
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