Pop de alta esfera

Hay bandas que se pasan toda la vida intentando dar con una buena melod¨ªa, y hay otras que en cambio son capaces de sacarlas de dos en dos como si fuera la cosa m¨¢s sencilla del mundo. Sin duda, Fountains of Wayne, de gira por Espa?a, pertenecen al segundo grupo, por donde antes han pasado, entre otros, cl¨¢sicos imperecederos como Beatles, Beach Boys, Ramones o The Who.

Tal vez, los cuatro chicos que componen Fountains of Wayne no tengan tanto recorrido como para compartir categor¨ªa con esos nombres tan ilustres, pero el power pop de esta banda neoyorquina viene desde hace tiempo disparando alto, y sigue dando en pleno coraz¨®n. As¨ª se pudo comprobar ayer en Madrid, donde la sala Joy Eslava registr¨® lleno y congreg¨® a fans de toda clase, desde seguidores de marcado talante rock a la cada vez m¨¢s numerosa escena indie. Incluso el ex cantante del grupo flamenco Ketama, Antonio Carmona, estaba entre el p¨²blico para disfrutar del concierto, el segundo de la formaci¨®n norteamericana en la capital, despu¨¦s de su paso sin tanto rodaje en el 2004.

La buena m¨²sica es universal, y Fountains of Wayne llevan camino de estrellas. Una banda compacta, directa en la ejecuci¨®n, sin alardes y con un repertorio de joyas de no m¨¢s de cinco minutos que puede cortar la respiraci¨®n. M¨¢s a¨²n si se sucede una detr¨¢s de otra. Es lo que pas¨® anoche. En menos de una hora vaciaron el cargador con la interpretaci¨®n de sus mejores composiciones, que llevadas al directo suenan como aut¨¦nticos trallazos, sin ceder un segundo con una contundencia muy cerca de la m¨²sica garaje.

El d¨¦bil de defensas termina entregado sin remedio a ese sprint sonoro y en tromba, del que tienen la culpa, en especial, la pareja formada por Adam Schlesinger (bajo) y Chris Collingwood (voz y guitarra). Con su pinta de ni?os buenos, ambos son los compositores y formaron el grupo en 1996 para dar rienda suelta a su pasi¨®n por el pop. Tambi¨¦n el guitarrista Jody Poter es un elemento clave, con esa est¨¦tica de percha rockera y su sello brit¨¢nico en la l¨ªnea de Pete Towhshend o Keith Richards. Tal vez, por ello, daba un paso al frente siempre que llegaban las canciones en las que las guitarras dominaban el ambiente.

Del rompedor Welcome Interstate Managers, el ¨¢lbum que les catapult¨® a los primeros puestos de las listas de ¨¦xito en 2003 y les hizo recibir calificativos de la prensa estadounidense como "h¨¦roes del arte", tocaron Stacy' Mom, Mexican Wine o Bright Future in Sales. De su ¨²ltimo trabajo publicado el a?o pasado, Traffic and Weather, insuflaron renovada energ¨ªa al single Someone To Love o a Strapped For Cash. Tampoco se olvidaron de temas m¨¢s antiguos pero con igual br¨ªo como Red Dragon Tattoo.

Todas ellas son brillantes piezas pop, donde se da una comuni¨®n perfecta entre un fuerte sentido mel¨®dico, armon¨ªas vocales y riffs de guitarras poderosos y nada abusivos. Es la propuesta m¨¢s interesante de estos chicos, que podr¨ªan ser hijos adoptivos de Teenage Fanclub, aunque a veces se acerquen con gran atino a sonidos del country-folk americano y con peor suerte prueben con los efectos electr¨®nicos, incluso para simular la existencia de trompetas. Puede que sea el defecto de esta banda. Rayan tanto la perfecci¨®n que pueden parecer a veces artificiales.

Al menos, por escasos momentos, sonaron de esa forma en esa segunda hora de concierto donde el tema Traffic and Weather ilustr¨® esa ca¨ªda con unas inclusiones electr¨®nicas poco gratificantes. Sin embargo, poco pod¨ªa manchar la limpieza del resto de interpretaciones. Relucientes gemas de power-pop, donde ese elemento musical tan simple y tan dif¨ªcil de alcanzar llamado melod¨ªa brill¨® con la fuerza de un rayo.