Locura apote¨®sica y tontuna

El Palacio de los Deportes fue un hervidero de voces y luces encendidas al un¨ªsono de unos ¨ªdolos que se entregaron, con reservas, a su mitad: Madrid, una ciudad a la que les une un fuerte sentimiento que demostraron con creces en un directo apote¨®sico.

Tras sus ahijados Sin Rumbo, Personas fue el primer tema que interpretaron, pero le siguieron muchos otros. Cuatro pantallas alrededor de un recinto abarrotado mostraron las grandes de los madrile?os: Insoportable, Nada volver¨¢ a ser como antes o Zapatillas hicieron vibrar a golpe de saltos y guitarreo pero hubo tiempo, adem¨¢s, para momentos ¨ªntimos y merecidos.

Dani y David, voz y guitarra, dedicaron a sus respectivas mujer y novia, madres y amigos varios, Gracias y La suerte de mi vida, mientras llegaba una sorpresa: Madrid traslad¨® el micr¨®fono a David Otero, que cant¨® con un invitado inesperado. Lucas Masciano, por quien el guitarrista de El Canto del Loco ha apostado fuerte, entr¨® en escena para interpretar un himno a la capital espa?ola, en un momento bonito y peculiar.

Pero, sin duda, el momento m¨¢s esperado, que tard¨® en llegar, fue la presentaci¨®n del bater¨ªa que acompa?ar¨¢ a la banda reina del pop rock espa?ol, al menos durante su gira y tras la marcha voluntaria de Jandro Vel¨¢zquez. Ser¨¢ Carlos Gam¨®n, bater¨ªa perpetuo de Amaral y Najwa Jean, que gust¨® al p¨²blico a pesar de la cierta pena.

Tambi¨¦n hubo recuerdos para Jandro, ausencia notable, pero las notas de Eres tonto, actual single de su quinto disco, calmaron por un instante la melancol¨ªa y Foto en blanco y negro hizo las delicias del persona asistente, unas 16.000 personas. Parec¨ªa que este directo llegaba a su fin hasta que a todos sorprendieron con una versi¨®n de Guns N? Roses, que culmin¨® el show.

Un Dani saltar¨ªn, un David familiar, un Chema colocando las notas a la perfecci¨®n y la nueva adquisici¨®n, un Carlos dominando las baquetas, hicieron que, al salir de aquel recinto, la fiesta siguiera con m¨¢s garra, con fuerzas renovadas y con la sensaci¨®n de haber vivido algo grande, a juzgar por la emoci¨®n en las caras.

Locura apote¨®sica y tontuna