Subastado por 1,46 millones el retablo robado de la iglesia de N¨¢jera en 1913
El Ministerio de Cultura, presente en la puja en la casa Sotheby's en Londres, no ha podido impedirlo
El tr¨ªptico flamenco Lamentaci¨®n de Cristo, de Ambrosius Benson (1495-1550), robado de la iglesia de Santa Cruz de N¨¢jera (La Rioja) en 1913, se ha vendido por 1,16 millones de libras (1,46 millones de euros) en una subasta celebrada en la casa Sotheby's de Londres. El Ministerio de Cultura, presente en la puja, no ha podido impedir la venta de la obra.
El departamento que dirige C¨¦sar Antonio Molina hab¨ªa se?alado que, a pesar de que la obra fue un expolio, las ventas sucesivas le hab¨ªan otorgado carta de legalidad. La obra, un ¨®leo sobre tabla con un valor estimado cercano al mill¨®n de euros. La casa Sotheby's ya hab¨ªa comunicado que no hab¨ªa impedimento legal para la subasta. Una portavoz de la casa de subastas ha declarado a Efe que se desconoce la identidad del comprador.
"Este es, despu¨¦s del celebrado retablo del Descendimiento de la iglesia de San Miguel en Segovia, uno de los tr¨ªpticos monumentales de Ambrosious Benson m¨¢s importantes que se conservan intactos y el ¨²nico, hasta donde sabemos, que queda en manos privadas", dec¨ªa Sotheby's en el cat¨¢logo de la subasta.
La venta echa por tierra las ilusiones de los 8.300 vecinos de N¨¢jera, un pueblo monumental a 26 kil¨®metros de Logro?o. Ellos esperaban volver a ver una obra que pasar¨¢ ahora a otro coleccionista. El cura del pueblo, Rafael Gil Vicu?a, explic¨® hoy a esta web que "el tr¨ªptico fue donado a la parroquia en 1675" por Francisco Marin de Rodezno. La obra fue pintada en Brujas antes de 1550 y el autor, supuestamente de origen lombardo, se estableci¨® en la ciudad belga de Brujas. Muchas de sus obras acabaron en Espa?a, dado que hab¨ªa entonces estrechos contactos comerciales con Castilla y en particular con Segovia.
El cura lo cont¨®
La historia del robo fue narrada el d¨ªa de Navidad de 1913 por el p¨¢rroco de Santa Cruz de N¨¢jera, Anastasio Torrecilla, en su libro de cr¨®nicas. Los ladrones se hab¨ªan llevado una joya. "Hemos tenido un robo audaz y sacr¨ªlego, con la complicidad de algunos najerinos", denunciaba el cura, seg¨²n documentos conservados en la parroquia.
Torrecilla explic¨® c¨®mo hab¨ªan obrado los cacos: cortaron el suministro el¨¦ctrico de toda la ciudad y usaron copias de las llaves, lo que explica por qu¨¦ los ladrones no destruyeron ninguna puerta. Fueron interrogados varios sospechosos, vecinos de N¨¢jera, y una persona en cuya casa se rumoreaba que se hab¨ªa mantenido escondido el cuadro hasta su salida de la ciudad. Sin embargo, el nombre de esta persona no es mencionado en la cr¨®nica.
El cura describ¨ªa el tr¨ªptico robado: "Era todo de madera, med¨ªa un metro y setenta cent¨ªmetros de alto y algo m¨¢s de tres de ancho y pesaba entre 13 y 14 arrobas". Otro registro curioso en los documentos guardados por la parroquia de N¨¢jera: a?os despu¨¦s del robo, el p¨¢rroco supuestamente recibi¨® la informaci¨®n de que la obra estaba en Nueva York. Y que para recuperarla deber¨ªa pagar 5.000 pesetas a ciertos agentes estadounidenses. "?l estaba dispuesto a pagar la cantidad, pero la negociaci¨®n no avanz¨®", cuenta el actual sacerdote, Rafael Gil Vicu?a.
En la escena central del tr¨ªptico se ve a la Virgen en compa?¨ªa de varias santas; a sus pies est¨¢ Cristo descendido de la Cruz. Los paneles laterales presentan a dos donantes de rodillas, amparados por las figuras de San Pedro y de Santa Ana. Al cerrarse las puertas del tr¨ªptico, ¨¦stas ofrecen en su reverso la escena de la Tentaci¨®n de Ad¨¢n y Eva en el Para¨ªso.
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