Rafael Bonachela: "Entiendo la danza como un poema, que m¨¢s que contar sugiere"

"Mi danza est¨¢ llena de historias, pero no cuento una historia". La obsesi¨®n que tiene Rafael Bonachela (La Garriga, Barcelona, 1972) por no hacer un trabajo art¨ªstico narrativo le lleva a rechazar poner t¨ªtulos a sus coreograf¨ªas, pero como no le dejan no titular sus creaciones las bautiza con nombres en los que, a menudo, los n¨²meros son los protagonistas. As¨ª sucede con su ¨²ltima coreograf¨ªa, 360 Degrees, la m¨¢s larga de todas las que ha creado hasta ahora -60 minutos-, que el 29 de julio estrena la Sydney Dance Company en su nueva sede de CarriageWorks, una antigua cochera de trenes en el barrio de Redfern, otrora distrito de abor¨ªgenes en Sidney, reconvertido en un gran complejo para el arte contempor¨¢neo con el tel¨®n de fondo de la est¨¦tica industrial en decadencia, muy del agrado del artista, cuya habitual indumentaria de pandillero, con toques chic, encaja con el lugar. "El marco ha influido no poco en mi trabajo", confiesa. La compa?¨ªa tiene previsto llevar esta nueva creaci¨®n en gira por Italia, Londres y Espa?a en 2009.

Sucumbi¨® cuando ten¨ªa 10 a?os al m¨ªtico videoclip de Michael Jackson Thriller. En la calle, con los ni?os, jugaba a hacer bailes y la posterior fiebre por la serie de televisi¨®n Fama

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Es esta la primera creaci¨®n en las ant¨ªpodas de Bonachela, afincado en Londres desde la d¨¦cada de 1990, donde ha desarrollado su carrera como bailar¨ªn e inici¨® la de core¨®grafo en 1999. Pero ¨¦l no es un artista desconocido en Australia. Su trabajo como core¨®grafo de las giras internacionales de la princesa de pop, la australiana Kylie Minogue, le ha reportado pedigr¨ª en el otro extremo del mundo. Adem¨¢s, ha hecho buenas migas con la Sydney Dance Company, que vive una temporada de transici¨®n tras la tr¨¢gica muerte en accidente de tr¨¢fico, el a?o pasado, de su reci¨¦n nombrada directora art¨ªstica, Tanja Liedtke. La creatividad de Bonachela, unida a su verbosidad y talante campechano, ha levantado la moral de los bailarines, cuya fisicidad es muy del gusto del core¨®grafo. "Un bailar¨ªn es un atleta, pero no s¨®lo eso, y los bailarines australianos est¨¢n, en general, en muy buena forma f¨ªsica", asegura.

Adicto al movimiento

Se define a s¨ª mismo Rafael Bonachela como un "adicto al movimiento". "Para m¨ª, la danza es movimiento y eso ya es suficiente para crear una coreograf¨ªa", afirma el artista, que se expresa en ingl¨¦s siempre que habla de danza. Y a?ade: "La narraci¨®n no tiene cabida en mi trabajo, entiendo la danza como un poema, que m¨¢s que contar sugiere. Ello no significa que mis coreograf¨ªas no est¨¦n llenas de historias; historias para el p¨²blico, que hace su propia interpretaci¨®n de la obra, e historias para m¨ª, que la he creado, porque las creaciones no surgen de la nada. Siempre hay algo que te inspira, un libro, una pel¨ªcula, un cuadro, una escultura, un paisaje, m¨²sica... Todo puede estar referenciado. Todo el mundo puede estar influido, pero me gusta pensar que no todo est¨¢ hecho, que hay m¨¢s cosas, que se puede sorprender. Y eso es lo que intento con mi trabajo".

La inspiraci¨®n de 360 Degrees no s¨®lo ha sido el antiguo espacio industrial en el que se estrena y que el core¨®grafo vio por primera vez el pasado mes de mayo, sino tambi¨¦n los propios bailarines, a los que Bonachela hace part¨ªcipes de la creaci¨®n, y la m¨²sica, en esta obra piezas desde el medioevo hasta m¨²sica electr¨®nica. "?Lo de 360 Degrees? Pues es que no entiendo la danza s¨®lo en dos dimensiones. La escenograf¨ªa son unos grandes espejos en los que los movimientos de los bailarines se reflejan y el espectador puede verlos desde todos los ¨¢ngulos, de ah¨ª el t¨ªtulo", cuenta.

Desde ni?o

Como Akram Khan o Carlos Acosta, Rafael Bonachela sucumbi¨® cuando ten¨ªa 10 a?os al m¨ªtico videoclip de Michael Jackson Thriller. En la calle, con los ni?os, jugaba a hacer bailes y la posterior fiebre por la serie de televisi¨®n Fama, en la que descubri¨® que se pod¨ªa estudiar y aprender a bailar al mismo tiempo, consigui¨® convencer a sus padres de que le dejar¨¢n ir una vez por semana a Barcelona a estudiar danza. A los 17 a?os ingres¨® en la compa?¨ªa de danza catalana Lan¨°nima Imperial y un a?o m¨¢s tarde, tras una gira por Europa, decidi¨® marcharse a Londres a perfeccionar su formaci¨®n como bailar¨ªn. En 1992 ingres¨® en la Rambert Dance Company, donde en 2003 fue nombrado core¨®grafo asociado. En 2006 cre¨® su propia compa?¨ªa de danza, la Bonachela Dance Company, que el pasado junio present¨® en la Bienal de Venecia Square Map of Q4, la ¨²ltima coreograf¨ªa creada para sus bailarines.

?No ha sentido la necesidad de volver a Espa?a? "Cuando era bailar¨ªn nunca quise volver. Y ahora como core¨®grafo he regresado s¨®lo para presentar mis creaciones con mi propia compa?¨ªa. Cuando me fui no exist¨ªa conciencia de danza en Espa?a. Fue en ese momento cuando Nacho Duato regres¨® y su trabajo ha sido muy importante para la danza en Espa?a, pero a parte de Duato, desde que me fui en 1990 no ha pasado nada m¨¢s. Los core¨®grafos que hay ahora son los mismos que hab¨ªa hace 18 a?os. No han surgido nuevos talentos, pero tampoco hay apoyo para que surjan. Espa?a s¨®lo est¨¢ en el mapa de danza internacional en el apartado de bailarines. Nada m¨¢s".