El mundo de Obaba catapult¨® a Bernardo Atxaga a lo m¨¢s alto de la literatura nacional. El libro Obabakoak, luego llevado al cine por Montxo Armend¨¢riz, le vali¨® al vasco el Premio Nacional de Narrativa y lo consagr¨® como uno de los escritores m¨¢s en forma. Luego llegaron otros como El hijo del acordeonista o Lugares. Atxaga ha charlado con los lectores sobre sus libros y su particular universo literario.
1Morgan03/10/2008 11:11:00
?Volver¨ªa a escribir un libro infantil, como "Raimuntxo detective"?Recuerdo haberlo leido de peque?o y me encant¨®
S¨®lo escribo para ni?os cuando estoy de buen humor. Y de todos los buenos humores posibles, el que m¨¢s me gusta es el estrafalario. El humor de ciertas novelas de Dickens o el humor de Edward Lear. Antes de "Ramuntxo detective", escrib¨ª otro libro titulado "Aventuras de Nikolasa Bix Baporux". El cuento que ahora tengo en mente habla de una carta que los leones y los tigres escriben al director del zool¨®gico para protestar contra los patos, que entran en su territorio y les roban la comida.
2F¨¦lix ( desde Guadalajara)03/10/2008 11:19:20
Admirado Sr. Atxaga: Tengo entendido que su mujer es la traductora al castellano de sus libros. ?Son traducciones digamos al pie de la letra o son versiones algo distintas con cambios respecto al original en euskera?. ?Cu¨¢ndo dispondremos en castellano de "Lekuak"?. Saludos de un lector fiel. F¨¦lix.
La traducci¨®n literal nunca queda bien, y la traducci¨®n que se aleja una y otra vez del original, tampoco. El arte del traductor consiste en saber cu¨¢ndo debe seguir el texto al pie de la letra y cu¨¢ndo no. Desde que mi mujer, Asun Garikano, traduce mis textos, la cosa va mejor. Los textos son m¨¢s ajustados. Antes, cuando lo hac¨ªa yo solo, me tomaba demasiadas libertades. En cuanto a Lekuak saldr¨¢ despu¨¦s de mi pr¨®xima novela, y quiz¨¢s se llame "D¨ªas de Nevada". Hemos vivido all¨ª, en el Lejano Oeste, durante casi un a?o. Tengo la cabeza llena de im¨¢genes de aquel lugar.
3Bj?rn03/10/2008 11:29:08
?Por qu¨¦ escribe?
Trabajaba de economista en un banco, y me sent¨ªa muy infeliz. Un d¨ªa, alguien que me conoc¨ªa de la ¨¦poca de la universidad me habl¨® del dibujante Juan Carlos Eguillor y de su intenci¨®n e publicar un libro de humor para los ni?os. De ah¨ª salieron los libros de "Ramuntxo"y "Nikolasa" que he citado antes. Casi al mismo tiempo, el cantante Ruper Ordorika grab¨® un disco con mis poemas, Hautsi da anphora, "Se ha roto el ¨¢nfora". A partir de ah¨ª entr¨¦ en el oficio. A los treinta a?os dej¨¦ todos los trabajos y me dediqu¨¦ exclusivamente a escribir. ?La raz¨®n profunda? Se lo dir¨¦ sencillamente. La complejidad de eso que llamamos realidad me impresiona mucho. Esscribiendo, respondo a esa complejidad.
4Mario03/10/2008 11:40:00
Da la impresi¨®n de que en Obaba se respira una profunda melancol¨ªa por la p¨¦rdida de un mundo antiguo al mismo tiempo que una aguda denuncia de lo moderno. ?Qu¨¦ ha aprendido usted de la melancol¨ªa? Gracias.
A la hora de escribir una novela el autor va por dentro de los personajes. Cuando, en "El hijo del acordeonista" hablaba de David, yo era David; cuando lo hac¨ªa sobre Teresa, era Teresa. Y as¨ª con todos. De modo que es dif¨ªcil hablar de un ¨²nico tema. Por ejemplo, yo no sabr¨ªa decir qu¨¦ es m¨¢s importante en el libro, si la a?oranza de David por el para¨ªso de su adolescencia ?el barrio de Obaba llamado Iruain?, o la desesperaci¨®n de Teresa tras haber sufrido la polio. Creo que esto es siempre verdad, y no s¨®lo por la famosa afirmaci¨®n de Flaubert. Diderot dej¨® escrito que los autores son, antes que todo, actores que van poni¨¦ndose en la piel de los personajes.
5oscar llano noriega03/10/2008 11:47:03
Bernardo, con el hijo del acordeonista sent¨ª cosas que pensaba estaban en el recuerdo, sufri tanto que me identifique, ?es una novela? ?es un ensayo de como surgieron esos demonios entre hermanos? Obabakoak me recuerda a los cuentos de Gabo, espeluznantes
Hablar de la la novela es hablar de las ventajas de la edad. Han pasado casi cincuenta a?os desde que fui a la escuela de mi pueblo natal. Cuando observo la fotograf¨ªa que nos hicieron entonces, s¨¦ lo que ha sido de cada uno de ellos. S¨¦ lo que fueron, lo que les pas¨®, c¨®mo son ahora. Y me pasa lo mismo con muchos compa?eros de colegio o de universidad. De ese conocimiento surgen mis libros. De ese conocimiento y de mis ideas sobre la literatura. Apenas necesito documentarme, porqu lo tengo todo en la memoria.
6Montserrat03/10/2008 12:01:03
?C¨®mo lo hace para que sus personajes, especialmente en sus libros "El hombre solo" o "El hijo del acordeonista", lleguen con ternura al lector, si en muchos casos son miembros del comando ETA?
Es dif¨ªcil de responder, aunque no hay nada raro en ello. El escritor no puede quedarse donde se queda el juez o donde se queda el polic¨ªa. Ni siquiera en lo que escribe el periodista. Tiene doscientas o trescientas p¨¢ginas a su disposici¨®n, y est¨¢ obligado a entrar en lo m¨¢s significativo de los hechos. Dicho de otra manera, debe moverse en la zona m¨¢s alejada del estereotipo. He hablado antes de la foto de la ecuela. Pues bien, en esa foto est¨¢ Joxe Arregi, que fue miembro del comando Madrid y luego muri¨® a causa de las torturas. Si pienso en ¨¦l pienso en muchas cosas, no s¨®lo en el mal que hizo y le hicieron. Pienso en c¨®mo era su casa, c¨®mo eran sus padres y sus hermanos?
7AARON ALBERTO03/10/2008 12:09:06
Me gustar¨ªa conocer su opini¨®n en torno de la narrativa latinoamericana actual. Le parece que goza del mismo vigor y preponderancia que la narrativa espa?ola? De sus libros cuales le ha costado m¨¢s esfuerzo escritural, Obabakoa (el cual, dicho sea de paso, lo considero su obra maestra), su literatura para adolescente, o El hijo del acordeonista?
Por lo que s¨¦, la nueva narrativa latiniamericana ( Mart¨ªn Solares, C¨¦sar Aira?) est¨¢ tan fuerte como la de los a?os sesenta. Sin embargo, carece de la caja de resonancia que todo lo latinoamericano ten¨ªa en esa ¨¦poca. Estuve en Finlandia y me mostraron una pel¨ªcula del primer festival de Lahti, muy importante en aquel pa¨ªs. Los escritores espa?oles, Carlos Barral y otros, hablaban de Cuba; Miguel Angel Asturias alababa a todos los escritores latinoamericanos; muchos traductores se expresaban en espa?ol. En fin. Latinoamerica era uno de los centros del mundo. Quiz¨¢s lo vuelva a ser en el futuro. Obabakoak me cost¨® muchos a?os de trabajo. Y lo mismo "EL hijo del acordeonista". En cambio, escrib¨ª "Memorias de una vaca" en menos de veinte d¨ªas.
Mensaje de Despedida
Paso mucho tiempo aislado aqu¨ª en el norte, o aislado all¨¢ en el Lejano Oeste, y me reconforta mucho saber que tengo lectores. Para un escritor, es lo m¨¢s grande.
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