Discurso del presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva
Agradicimiento del mandatario brasile?o en la ceremonia de entrega del Premio Internacional "Don Quijote de La Mancha"
Ser agraciado con el Premio Don Quijote de La Mancha es m¨¢s que un honor. Es tener la oportunidad de reafirmar una creencia en el extraordinario potencial transformador de la cultura.
En una ¨¦poca carente de valores, como la actual, el Quijote debe verse como una met¨¢fora relevante. En el mundo en transici¨®n en el que vivi¨®, luch¨® por ideales que consideraba vigentes y nobles. Su idealismo, por distante que estuviese de la realidad, acab¨®, sin embargo, por transformarlo en una referencia fundamental para la cultura mundial en estos ¨²ltimos siglos. Don Quijote pone de relieve, con su aparente locura, la importancia de la audacia y de la imaginaci¨®n en la construcci¨®n de otro mundo.
Con la imaginaci¨®n solamente no cambiamos la realidad. Pero sin la imaginaci¨®n corremos el riesgo de quedar presos de un conformismo ceniciento.
De ah¨ª la funci¨®n de la cultura. Por medio de ella, podemos afirmarnos y expresarnos como hombres y mujeres libres. La cultura ilumina. Es factor de inclusi¨®n social, de ciudadan¨ªa, de afirmaci¨®n cultural y colectiva. En el mundo globalizado de hoy, la cultura fortalece la soberan¨ªa y la identidad nacionales y, sin embargo, es al mismo tiempo portadora de universalismo.
Esa convicci¨®n siempre ha guiado los proyectos de integraci¨®n regional en los que Brasil est¨¢ inmerso. Contemplamos la creaci¨®n de un espacio com¨²n entre nuestros pa¨ªses como una manera de consolidar y reforzar nuestros proyectos de desarrollo nacionales, de superar la pobreza y conquistar la dignidad. Para esto, no s¨®lo debemos profundizar los v¨ªnculos econ¨®micos. Tenemos que iniciar un di¨¢logo entre sociedades que desean y necesitan conocerse mejor.
Ese intercambio, que tambi¨¦n pasa por la cultura, est¨¢ presente en MERCOSUR o en Unasur y se proyecta de manera natural a toda Latinoam¨¦rica y el Caribe. Incluye necesariamente a la comunidad iberoamericana, en la que participan Espa?a y Portugal. Lo que nos une en ese ejercicio de di¨¢logo es preciamente la cultura, la vivencia hist¨®rica compartida y dos lenguas hermanas: el portugu¨¦s y el espa?ol.
Queremos que el idioma, unido a lo dem¨¢s, aporte fuerza, que ayude a enriquecer nuestros lazos y que permita una mayor comprensi¨®n y aprecio de la herencia cultural que tenemos en com¨²n. Pero las semejanzas entre nuestros dos idiomas tienen sus l¨ªmites. Por eso este discurso m¨ªo est¨¢ siendo traducido al espa?ol.
Debemos difundir el conocimiento del espa?ol y del portugu¨¦s para que el idioma no sea una barrera. Para que nuestra diversidad nos enriquezca y sea factor de atracci¨®n, no de alejamiento. Por eso apostamos fuerte por la difusi¨®n del espa?ol en Brasil.
En 2005, el Congreso Nacional brasile?o aprobaba, por unanimidad, la ley que hace obligatoria la ense?anza del espa?ol en los centros de ense?anza secundaria del pa¨ªs. Hoy, cerca de 9 millones de alumnos estudian ya espa?ol como segunda lengua en todo Brasil. Nuestra meta es alcanzar los 12 millones en 2010.
Necesitaremos al menos 30.000 profesores capacitados para esa tarea. La inauguraci¨®n por parte de Espa?a de nuevas sedes del Instituto Cervantes en Brasil nos ayuda a responder a ese desaf¨ªo.
Se?ores y se?ores:
Recibo el Premio Don Quijote de La Mancha como un reconocimiento por nuestro trabajo de aproximaci¨®n entre pueblos mediante la cultura y el idioma. Recibo el premio doblemente honrado, por compartir esta distinci¨®n con un gran intelectual, Carlos Fuentes.
Recientemente firm¨¦ el decreto de promulgaci¨®n en Brasil del Acuerdo Ortogr¨¢fico de la Lengua Portuguesa. Es un acuerdo que aspira a aproximar el idioma usado en los pa¨ªses de habla portuguesa. Y que tambi¨¦n tiene como objetivo reforzar la presencia del portugu¨¦s en el mundo.
Estoy convencido de que nuestros idiomas deben aproximarse cada vez m¨¢s. Llevamos a cabo acciones para divulgar el espa?ol en Brasil y apoyamos iniciativas rec¨ªprocas para divulgar el portugu¨¦s en los pa¨ªses de habla hispana, sobre todo en nuestra regi¨®n. Qui¨¦n sabe si en un futuro pr¨®ximo tendremos m¨¢s autoridades, adem¨¢s de su majestad el Rey de Espa?a, que hablen portugu¨¦s con soltura. Y menos autoridades brasile?as que hablen portu?ol.
Es una firme determinaci¨®n de mi Gobierno seguir ampliando la cooperaci¨®n y el intercambio cultural con los pa¨ªses de lengua espa?ola. Vamos a poner de nuestra parte para promover su ense?anza en las escuelas, en las universidades, en las empresas y en los centros de investigaci¨®n de norte a sur de Brasil.
Con millones de brasile?os estudiando espa?ol desde la infancia, estoy seguro de que la integraci¨®n regional y las relaciones con nuestros socios ib¨¦ricos tendr¨¢n bases muy s¨®lidas para el futuro.
Amigos y amigas:
Don Quijote adquiri¨® vida m¨¢s all¨¢ de la obra literaria de Cervantes.
El personaje era un hombre generoso y, principalmente, valiente. No dud¨® en afrontar las dificultades, aunque estuvieran aumentadas por su imaginaci¨®n. Ni reneg¨® de sus convicciones, ni siquiera cuando ¨¦stas ya no correspond¨ªan al mundo en el que viv¨ªa. Valor e idealismo. ?sos son los ingredientes fundamentales de nuestras vidas, a los cuales no debemos renunciar. Es esa lecci¨®n suya la que garantiza la actualidad y la universalidad de Don Quijote.
Con valent¨ªa para cambiar, tenemos derecho a so?ar con nuevas conquistas, con un futuro mejor para todos. Solamente con apego a los ideales necesarios, como la solidaridad, tenemos la capacidad de afrontar las profundas e inquietantes transformaciones que caracterizan el mundo de hoy.
Es lo que estamos haciendo en Brasil. Es lo que les deseamos a nuestros vecinos, socios y amigos de todo el mundo, incluida Espa?a.
Agradezco a la Comunidad de Castilla-La Mancha y a la Fundaci¨®n Santillana la concesi¨®n del Premio Don Quijote de La Mancha y la oportunidad de estar en Toledo. Esta bella y acogedora ciudad refleja la diversidad y la pluralidad que hacen de Espa?a un gran pa¨ªs.
Quiero agradecer por ¨²ltimo al rey Juan Carlos I y al presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero que me honrasen con su presencia. Son unos amigos y unos compa?eros a los que admiro mucho y que me han acompa?ado en la construcci¨®n de una relaci¨®n bilateral cada vez m¨¢s s¨®lida y prometedora. Considero su participaci¨®n en esta ceremonia como un homenaje a Brasil y a todos los brasile?os.
Muchas gracias.
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