Discurso de Carlos Fuentes
El escritor agradece el Premio Internacional "Don Quijote de La Mancha"
Majestades,
Se?or Presidente de Brasil,
Se?or Presidente del Gobierno espa?ol,
Se?or Presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha,
Mi querido V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, ?Gracias!
Se?oras y se?ores,
?Por qu¨¦ es tan actual Cervantes? ?Por qu¨¦ Don Quijote? Cruzando el Atl¨¢ntico la v¨ªspera de la II Guerra Mundial, Thomas Mann escogi¨® el Quijote como la lectura que le permitir¨ªa, a un tiempo, despedirse de Europa y asegurarse a s¨ª mismo el regreso a un continente devastado pero salvado, acaso, por la permanencia de unas cuantas obras de arte.
Thomas Mann le dec¨ªa no a un mundo que en s¨ª mismo era una negaci¨®n. Pero le dec¨ªa s¨ª al mundo de Don Quijote.
Imagino que Thomas Mann rescat¨® un ejemplar -uno solo- del Quijote a punto de incendiarse para siempre en la fogata con la que el r¨¦gimen totalitario quer¨ªa convertir en cenizas cuanto negase su poder.
?Y por qu¨¦ ser¨ªa Don Quijote el libro a rescatar de las llamas?
Acaso porque a partir del Quijote se puede recrear el mundo. Como si el mundo estuviese siempre a un paso de la cat¨¢strofe y s¨®lo la palabra pudiese salvarlo, la imaginaci¨®n sostenerlo y la acci¨®n proyectarlo.
Toda gran obra literaria nos propone la salvaci¨®n m¨ªnima de la palabra.
Toda gran obra literaria nos propone imaginar. Tenemos un pasado que debemos recordar. Tenemos un porvenir que podemos desear.
Pero s¨®lo recordamos y deseamos en el presente: aqu¨ª y ahora, en el tiempo que nos es concedido por vivir.
Por eso, toda gran obra es un llamado a la acci¨®n: hablamos, imaginamos y actuamos. No s¨®lo por el gusto de actuar, sino porque queremos una acci¨®n que nos permita decir y nos permita imaginar.
Pensemos en las obras literarias que conjugan palabra, imaginaci¨®n y acci¨®n.Son muchas. Pero ninguna re¨²ne las tres -palabra, imaginaci¨®n y acci¨®n- con la intensidad del Quijote.
Por algo, cuando la Academia Noruega consult¨® hace poco a 100 escritores de todo el mundo sobre la mejor novela de todos los tiempos, 50 contestaron: Don Quijote de la Mancha. La competencia no era menor. Los tres autores siguientes eran Dostoievski, Faulkner y Garc¨ªa M¨¢rquez. Y en sus obras encontraremos las virtudes que Cervantes nos ofrece: la creaci¨®n de una realidad paralela a la del mundo existente.
Una realidad que no exist¨ªa previa a la publicaci¨®n del libro y que ahora existe, no porque el novelista la haya creado, sino porque el escritor nos ha permitido ver lo que ya estaba, y no lo ve¨ªamos, o lo que a¨²n faltaba, y no lo imagin¨¢bamos.
El mal es el precio de la libertad, nos dice Dostoievski en Crimen y castigo: lo es porque el mal nos revela lo que podemos ser siendo libres y le otorga a la libertad un precio superior, m¨¢s all¨¢ del peligro latente en el ser humano.
Todo es presente, nos advierte William Faulkner en Absal¨®n, Absal¨®n. Recordamos hoy, deseamos hoy, porque la unidad de todos los tiempos es la ¨²nica respuesta posible a la divisi¨®n de la tierra, de la comunidad y del alma. Y sumamos genealog¨ªas, nos recuerda Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en Cien a?os de soledad: somos lo que hacemos a partir de lo que heredamos. Nadie escapa a la servidumbre y a la gloria de su ascendencia.
Puedo pensar que Dostoievski, Faulkner y Garc¨ªa M¨¢rquez escriben porque Cervantes fund¨® la novela moderna y nos dio a todos -autores y lectores- una manera nueva de ver el mundo.
Cervantes nos ense?¨® a recordar y a desear a partir de una libertad nueva, la del renacimiento europeo, y a pesar de antiguas opresiones, la del dogma autoritario. Cervantes uni¨® todos los g¨¦neros literarios previos -¨¦pica, picaresca, novela de amor, relato pastoral, novela morisca- para crear un g¨¦nero de g¨¦neros abarcador, incluyente, en el que tuviesen cabida todos los sue?os, las memorias, los deseos, las imaginaciones, las debilidades y las fortalezas del ser humano. No un ser humano liberado a la anarqu¨ªa, sino capaz de ejercer la libertad contra el orden de ser necesario -y eso ser¨ªa lo m¨¢s f¨¢cil- o en el orden -para ser m¨¢s dif¨ªcil-.
Cervantes nos dio una voz, es la voz que nos une a todos los hispanoparlantes. Pero Cervantes tambi¨¦n nos dio una imaginaci¨®n. Una imaginaci¨®n del mundo en la que se reconocen autores y lectores de todos los pa¨ªses y de todas las lenguas.
Prueba suficiente, Majestad, Se?or Presidente, se?oras y se?ores, es la obra del m¨¢s grande novelista latinoamericano del siglo XIX, el brasile?o Joaquim Machado de Assis, Machado de la Mancha le llamo yo, el fabulador de un mundo manchado, impuro, sincr¨¦tico, barroco, que es el nuestro.
Manchar con tal de ser, contagiar con tal de asimilar, multiplicar las apariencias a fin de multiplicar los sentidos: tal es el signo de Machado. Machado, el brasile?o milagroso, nos sigue descifrando porque nos sigue imaginando, y nos imagina para recordarnos que nuestra verdadera identidad iberoamericana se llama imaginaci¨®n literaria y pol¨ªtica, social y art¨ªstica, individual y colectiva. Imaginamos para crear.
Machado es el milagro de la literatura decimon¨®nica de Latinoam¨¦rica. Y los milagros, le dice Quijote a Sancho, son cosas que rara vez suceden.
No obstante, milagro dado, ni Dios lo quita.
Majestades,
Se?or Presidente de Brasil,
Se?or Jefe del Gobierno de Espa?a,
Se?or Presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha,
Se?oras y se?ores:
Celebremos juntos el milagro manchego y el milagro carioca: de Cervantes a Machado, celebremos todo lo que nos une a los pueblos de Iberia, de Am¨¦rica Latina, Portugal y Espa?a, agradeci¨¦ndole al presidente de Brasil que haya incorporado la lengua castellana a los estudios escolares en su pa¨ªs, uniendo de una manera fehaciente la heredad com¨²n de Cervantes y Machado. Pero tambi¨¦n la pol¨ªtica de mutuo reconocimiento entre los pueblos de Iberia y de una Am¨¦rica tan diversificada como la genealog¨ªa del Quijote: euro, afro, indo, ¨ªbero, Iberoam¨¦rica mestiza y mulata como la literatura gloriosamente manchada y manchega de Don Quijote de la Mancha.
Gracias.
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