Personas an¨®nimas crearon la Resistencia francesa, seg¨²n sus diarios fundacionales

La resistencia francesa naci¨® en Par¨ªs con la ocupaci¨®n nazi gracias a "intelectuales y personas an¨®nimas", que no eran h¨¦roes pero que tejieron una red a partir del boca a boca "sin un plan preconcebido", seg¨²n los diarios fundacionales del movimiento, que se publican por primera vez en Espa?a. Los diarios fueron escritos por Agn¨¨s Humbert, que ten¨ªa 43 a?os cuando estall¨® la guerra y trabajaba en el Museo Nacional de Artes y Tradiciones Populares, y en sus p¨¢ginas recoge el d¨ªa a d¨ªa de la creaci¨®n de la Resistencia". Su nieto, el editor Antoin Sabbagh, que ha vuelto a publicar los diarios, ha explicado hoy que "en el diario tambi¨¦n se registran los cuatro a?os que Humbert estuvo recluida en prisiones alemanas en Francia y m¨¢s tarde en campos de concentraci¨®n cerca de D¨¹sseldorf".

En esta primera red de resistencia creada a partir de 1940 participan, recuerda Sabbagh, "intelectuales, periodistas, personal de museos, bomberos, mec¨¢nicos, que se convierten de un d¨ªa para otro en personas de acci¨®n". La propia Humbert anota en una entrada del 15 de abril de 1941: "Me r¨ªo pensando que el fichero de R¨¦sistance -cuatrocientos nombres y direcciones- est¨¢ bien oculto bajo la alfombra de la escalera, entre dos pisos, junto con todas las copias de las octavillas editadas desde septiembre de 1940".

Seg¨²n Sabbagh, "aunque hoy vemos a aquellas personas como h¨¦roes, en realidad ellos, seg¨²n se deduce de los diarios, se sent¨ªan como gente corriente y nada m¨¢s, y de hecho tras la guerra muchos volvieron a sus profesiones anteriores". Agn¨¨s Humbert no quiso volver al Museo de Tradiciones Populares, porque "hab¨ªa sido instrumentalizado por Petain y su personal se hab¨ªa mostrado muy colaboracionista", y por esa raz¨®n solicit¨® ingresar en el Museo de Arte Moderno de Par¨ªs.

En el libro, titulado La Resistencia (RBA en castellano y La Magrana en catal¨¢n) no se recoge el papel de los espa?oles en el movimiento antinazi franc¨¦s, porque, como dice Sabbagh, "su protagonismo comenz¨® en 1942 y, sobre todo, en la zona suroeste de Francia". Sin embargo, las anotaciones de Sabbagh muestran a franceses, junto a rusos y b¨¢lticos, "todos intelectuales antifascistas, que hab¨ªan defendido la causa republicana espa?ola".

Los diarios, alimentados con sus recuerdos, se publicaron en primera instancia en Francia en 1946 y tuvieron, seg¨²n su nieto, "una buena acogida, pero pronto surgieron nuevos testimonios y al final quedaron en el olvido". Sabbagh los volvi¨® a publicar en 2004 en base a aquella primera edici¨®n lejana, sin saber que su padre, un militar de la Marina francesa, muy conservador, hab¨ªa ocultado el manuscrito original, que s¨®lo encontr¨® entre sus cosas despu¨¦s de su muerte, en 2006. "Durante la guerra, mi padre no fue ni resistente ni colaborador, sino prudente, como el 90% de los franceses, pero despu¨¦s de ver el manuscrito he entendido por qu¨¦ lo mantuvo oculto: al final del diario mi abuela contaba que se iba a inscribir en el Partido (comunista)".