Alfredo Landa: "No hablo mal de la gente, s¨®lo constato la realidad"

Con 74 a?os Alfredo Landa perdi¨® la pasi¨®n por hacer cine y anunci¨® su retirada tras una carrera de medio siglo que ahora repasa en la biograf¨ªa Alfredo el Grande. Vida de un c¨®mico, en la que, seg¨²n ha explicado, "no hablo mal de la gente, s¨®lo constato la realidad". "La gente est¨¢ acostumbrada a que cuando un hombre empieza a recordar, todo es bonito y es infrecuente encontrar este tipo de sinceridad, donde se habla de lo bueno y lo malo", a?ade el escritor Marcos Ord¨®?ez, quien firma esta biograf¨ªa en forma de mon¨®logo en la que la propia voz de Landa gu¨ªa al lector a trav¨¦s de su vida y obra.

El veterano actor, "navarro de pura cepa" -se presenta-, vuelca en este libro los recuerdos de su infancia y juventud, sus primeros pasos en el cine, su filmograf¨ªa, los motivos de su retirada tras rodar con Garci Luz de Domingo y su vida actual como "un feliz retirado", en este libro impulsado por el escritor Arturo P¨¦rez-Reverte. "Yo no ten¨ªa necesidad de escribir una biograf¨ªa porque mi vida est¨¢ detr¨¢s de m¨ª, la he facturado yo", apunta el actor, pero este libro "ha sido un aliciente con el que he vuelto a renacer", admite.

Alfredo el Grande es el resultado de m¨¢s de 40 horas de charla entre Landa y Ord¨®?ez - "con pausas para tomar unos martinis y unos gin tonics", se?alan ambos entre risas-, y, tambi¨¦n, la oportuidad de observar la "capacidad de Alfredo como narrador", resalta el autor. "Realmente siento como si yo hubiera escrito el libro. Ord¨®?ez se ha imbuido de mi forma de hablar, de sentir y de manifestarme", dice Landa, visiblemente satisfecho con el resultado a pesar de las cr¨ªticas y comentarios que ya ha levantado su consigna de "decir siempre la verdad".

Cuidado con la mala leche

"En este libro todo es positivo y si sacan de contexto ciertos p¨¢rrafos es debido a la mala leche que impera en este pa¨ªs", apunta tajante con respecto a sus consideraciones sobre el productor Jos¨¦ Luis Dibildos -"un timador profesional"- o la actriz Gracita Morales -"caprichosa, desp¨®tica e intratable"-, entre otros personas. Pero, por encima de las palabras que "simplemente constatan la realidad" -puntualiza-, en Alfredo el Grande abundan los halagos, como los dirigidos a los actores Miguel Angel Rell¨¢n o Tina Sainz, as¨ª como al cineasta Jos¨¦ Luis Cuerda, al que Landa debe dos de sus tres premios Goya.

No obstante, el cari?o y la admiraci¨®n no ponen freno a su afilada sinceridad cuando Landa se?ala: "lo siento mucho, Jos¨¦ Luis tiene mucho talento, pero Los girasoles ciegos -cinta que representa a Espa?a en la carrera hacia los Oscar- no me ha gustado. "El problema del cine espa?ol es que falta talento", destaca el actor, que tras su retirada dedica el tiempo a sus otras pasiones: su familia, sus amigos, la lectura, el mus y el cine, ahora como espectador. En cuanto a su filmograf¨ªa, Landa admite su logros y sus fracasos pero "como he hecho toda clase de pel¨ªculas, he podido hacer las mejores", explica optimista.

"Me equivoqu¨¦ con Garci"

Entre sus t¨ªtulos, m¨¢s de un centenar, figuran los firmados por Jos¨¦ Luis Garci, "el director que m¨¢s y mejor me ha dirigido" -dice en su biograf¨ªa- y con quien ha retomado una amistad de cuarenta a?os que pareci¨® romperse con la negativa de Garci de hacerle entrega del Goya honor¨ªfico en 2007. "Sab¨ªa que la relaci¨®n de Garci con la Academia de Cine no era buena, lo sab¨ªa yo y lo sab¨ªa media Espa?a, pero pens¨¦ y sigo pensando que una amistad de tantos a?os est¨¢ por encima de todo. Me equivoqu¨¦", cuenta el actor en su biograf¨ªa.

En el libro Landa tambi¨¦n es expl¨ªcito a la hora de hablar de uno de los peores momentos de su vida, "el gatillazo emocional" que sufri¨® al recoger este reconocimiento y que todav¨ªa lamenta: "fui al neur¨®logo a ver si me ten¨ªan que meter en un manicomio", reconoce. Con su discurso aprendido, Landa se subi¨® al escenario y se qued¨® completamente bloqueado ante un p¨²blico que le demostraba con aplausos ese "cari?o" que dice sentir de los fans y por respeto al cual est¨¢ decido a cumplir su promesa de no volver al cine.