'Momento Landa' en falso directo
La gala fue retransmitida con cortes y media hora de retraso
Por muchos cabezones repartidos a lo largo de la noche, por muchas sorpresas en forma de premios y por mucha mala baba esparcida en los comentarios sobre el supuesto glamour del star system celtib¨¦rico, la palma del inter¨¦s de lo ocurrido el domingo por la noche se la llev¨®, sin lugar a dudas, un tal Alfredo Landa.
Landa se levant¨® de su asiento, avanz¨® lentamente hacia el escenario y se cruz¨® de brazos en espera de que el patio de butacas cesara en sus aplausos. Una vez que esto ocurri¨® tras un gesto conminatorio del homenajeado, Alfredo Landa pareci¨® lanzarse a pronunciar el agradecimiento de rigor que, se esperaba, iba a ser de ¨®rdago a la grande por la v¨ªa de lo emotivo.
Pero las emociones llegaron en forma de sorpresa, primero; de preocupaci¨®n, despu¨¦s, y de susto, al fin. Alfredo Landa, el dicharachero Landa de Vente para Alemania, Pepe y Cateto a babor, no hablaba. No hablaba porque no pod¨ªa. Y no pod¨ªa porque una jerga extra?a le sal¨ªa de la garganta, jerga entrecortada e inconexa sin fundamento ninguno. Algunos en las plateas creyeron que estaba de co?a, que los Goya estaban ante la en¨¦sima reedici¨®n del landismo. Los m¨¢s, se asustaron.
"He hecho el tonto, ?verdad?", pregunt¨® a los periodistas una vez acabada la gala. Luego, Landa explicar¨ªa que hab¨ªa tenido que tomarse unos tranquilizantes y que eso le hab¨ªa llevado directamente a decir cosas como "no s¨¦ c¨®mo decir gracias, lo he perfao..., por favor".
La ceremonia hab¨ªa arrancado en realidad a las nueve y media de la noche, pero en su versi¨®n televisiva lo hab¨ªa hecho a las 21.55: el famoso falso directo, acordado por la Academia del Cine y TVE.
El surrealista episodio protagonizado por Alfredo Landa en forma de no-discurso dur¨® unos 10 minutos en la vida real, pero apenas tres en la vida televisiva. Fuentes de la cadena p¨²blica explicaron a este diario que la retransmisi¨®n de la gala "se edita m¨ªnimamente, con el fin de reducir los tiempos muertos o los momentos menos significativos". "Se trata", a?adi¨® este portavoz, "de conseguir que la transmisi¨®n tenga ritmo y sea atractiva". Uno de los cortes de la noche -el m¨¢s feroz- afect¨® al momento Landa.
Una t¨¦cnica, la del falso directo, que ayer volvi¨® a suscitar diversas cr¨ªticas al restar emoci¨®n al desarrollo de la ceremonia. Y es que son muchos los telespectadores que alternan el visionado de la retransmisi¨®n con las visitas constantes a Internet, y se enteran de las noticias con media hora de antelaci¨®n. En la era de la web, a este paso, y si esto sigue as¨ª, la emoci¨®n de la retransmisi¨®n televisiva de los Goya se parecer¨¢ mucho a la de la contemplaci¨®n de un caracol avanzando por el suelo.
Por cierto: la retransmisi¨®n de la XXII gala de los premios anuales de la Academia registr¨® una audiencia de 2.775.000 espectadores (18,1% de cuota de pantalla), medio mill¨®n menos que la edici¨®n del a?o pasado (20,5%).
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