'La bella durmiente' llena de ensue?o el Prado

Hasta ahora nunca se hab¨ªan visto en Espa?a, y desde ma?ana estar¨¢n colgados en el Museo del Prado: El sol ardiente de junio, de Leighton, y El sue?o del rey Arturo en Avalon, de Burne Jones, dos de los lienzos m¨¢s simb¨®licos de la pintura inglesa del XIX. La muestra, titulada La bella durmiente. Pintura victoriana de Arte de Ponce, "contribuye a paliar temporalmente la escasez de pintura brit¨¢nica en el Prado" y re¨²ne una selecci¨®n de 17 obras (diez pinturas y siete estudios sobre papel) de la pintura inglesa del siglo XIX procedente del Museo de Arte de Ponce, de Puerto Rico, patrocinada por BBVA.

Adem¨¢s de los lienzos citados, la muestra incluye obra de John Everett Millais (1829-1896), Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), Thomas Seddon (1821-1856) y William Holman Hunt (1827-1910). Todos ellos proceden de la Hermandad Prerrafaelita, una corriente que surgi¨® en 1848 con la intenci¨®n de reformar o ir en contra de la pintura inglesa de ese momento, que se reg¨ªa por unas l¨ªneas muy conservadoras y grises establecidas por la Royal Academy.

Simbolismo rom¨¢ntico

Los prerrafaelitas toman su nombre de su admiraci¨®n por los primitivos italianos anteriores a Rafael, una corriente est¨¦tica cuya aspiraci¨®n era cambiar el arte religioso y renovarse con el simbolismo rom¨¢ntico o la inspiraci¨®n libre de la naturaleza, a la que miraban atentamente para saber expresar sus ideas. El mundo on¨ªrico y simb¨®lico de William Blake fue uno de los m¨¢s reivindicados por estos artistas, quienes se sent¨ªan fascinados por la obra de Fra Angelico y Botticelli, y un deseo de inocencia y pureza, como record¨® hoy el director del Museo de Arte de Ponce, Agust¨ªn Artiaga.

As¨ª, la enso?aci¨®n, el sue?o, la evocaci¨®n, las hadas, la luz y la belleza simb¨®lica llenar¨¢n las salas del Prado, donde estos d¨ªas tambi¨¦n cohabitar¨¢n con la crudeza existencial y la soledad del hombre del siglo XX representada por Bacon. Sol ardiente de junio es la obra m¨¢s c¨¦lebre del Museo de Ponce de Puerto Rico, que representa a una joven con un vestido de seda naranja sentada en unas escaleras y acariciada por un sol mediterr¨¢neo.

Dormida y evadida de todo, se mira la cara con La bella durmiente, de Edward Coley; El sue?o del rey Arturo en Avalon, de Burne Jones; La se?orita Gladys, de Holman Hunt; La viuda romana, de Dante Gabriel Rossetti, o La huida de un hereje, de John Everett Millais.

Un museo con olfato

La muestra fue presentada hoy por el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza; Agust¨ªn Artiaga, director del Museo de Arte Ponce; Mar¨ªa Luisa Ferr¨¦, presidenta de la junta de s¨ªndicos de la Fundaci¨®n Ferr¨¦ y nieta del creador del museo, y Javier Auyo, de la Fundaci¨®n BBVA, que la pasada semana fue galardonada con la Medalla de Oro al M¨¦rito de las Bellas Artes por el Consejo de Ministros.

Las obras han podido viajar al Museo del Prado en un momento en que se est¨¢n llevando a cabo obras de ampliaci¨®n de este museo situado en el sur de San Juan de Puerto Rico. El Museo de Arte Ponce fue fundado por 1959 por Luis A. Ferr¨¦ (1904-2003), un amante del arte y de la belleza y destacado economista y pol¨ªtico de ese pa¨ªs, que muri¨® con cien a?os, como record¨® hoy su nieta, quien dijo que compr¨® estas obras cuando nadie apostaba por ellas.