Fallece el escritor mallorqu¨ªn Baltasar Porcel
Premio de Honor de las Letras Catalanas, tambi¨¦n cultiv¨® el ensayo y el periodismo
El escritor y periodista Baltasar Porcel ha fallecido hoy en Barcelona. Porcel (Andratx, 1937), voz vital por prol¨ªfica, popular y premiada (24 galardones) en la literatura catalana de la segunda mitad del siglo XX, con una sesentena de t¨ªtulos y primer escritor moderno de Mallorca que se profesionaliz¨®, cont¨® hace dos a?os que le atac¨® el c¨¢ncer y que le extirparon un tumor en la corteza cerebral. No se amedrent¨® y hasta narr¨® su experiencia en los medios y en su ¨²ltima novela Cada castell i totes les ombres (2008, premio Sant Joan). Proclam¨® el "¨¦xito sobre mi enfermedad" confiado "en la ciencia, el azar, la voluntad, el futuro". Pero el mal-mal, as¨ª aluden al tema los mallorquines, contraatac¨®. Hasta acabar con su vida ayer, seg¨²n comunic¨® la familia.
Paradigma del autodidacta que recrece y se torna cosmopolita desde su ra¨ªz local, Porcel no dej¨® de escribir, hasta d¨ªas antes de su muerte, su colaboraci¨®n en La Vanguardia, que inici¨® en 1967. El periodismo fue siempre su otra gran pasi¨®n, que inici¨® en Diario de Mallorca y antes como corrector tipogr¨¢fico del diario franquista Baleares, donde conoci¨® a la novelista Concha Al¨®s, clave en su futuro primer ¨¦xito en Catalu?a, en el mundo editorial en castellano y para su profesionalizaci¨®n como escritor.
Porcel, hijo de familia rural y marinera, decidi¨® ser escritor y triunfar en ello siendo chaval. Construy¨® su mundo m¨¢gico y m¨ªtico alrededor de la tierra pobre de Andratx, con contrabandistas, emigrantes a Cuba, marineros atrevidos, historias fant¨¢sticas y cre¨ªbles, que hizo actuales con los cambios del turismo y la corrupci¨®n.
"Con Andratx no me propuse lograr literariamente nada. Pas¨® que me v¨ª obligado a escribir sobre lo que conoc¨ªa. La experiencia como plataforma de la imaginaci¨®n", lo defini¨®. Pero ser¨ªa ese mito de Andratx cada vez m¨¢s maduro el que dar¨ªa algunos de sus libros m¨¢s importantes y laureados: Difunts sota els ametllers en flor (1970, premio Josep Pla, 1969, y su primera obra de fama); Cavalls cap a la fosca (1975, premio Bertrana); Les primaveres i les tardors (1986, premio Sant Jordi), y El cor del senglar (2000).
La primera piedra de su edificio literario la hab¨ªa puesto en Sol negre (1961), donde aparece mos¨¦n Gabriel Rabassa que, exactamente una d¨¦cada antes, le hab¨ªa pasado los primeros libros escritos en catal¨¢n. Curiosamente, la novela qued¨® emparedada entre dos obras de teatro ?Els comdemnats (1959) y La simboba fosca (1962)?, g¨¦nero que casi aparc¨® en los 60 para dar paso a novelas de aventuras: La lluna i el Cala Llamp (1963) y Els argonautes (1968).
En sus inicios, Porcel fue guiado por su protector, el Lloren? Villalonga de Bearn, que dijo de ¨¦l: "un joven de 21 a?os, casi desconocido, (est¨¢) entre las primeras figuras de la intelectualidad catalana". H¨¢bil en el trato, tambi¨¦n trabaj¨® con el equipo de Camilo Jos¨¦ Cela en Papeles de Son Armadans.
Mientras el boom latinoamericano arraigaba en los a?os 60 en Barcelona, Porcel desembarcaba en la capital catalana para profesionalizarse en el mundo period¨ªstico y editorial. Su literatura, en el fondo, no fue ajena a sagas extensas, el realismo m¨¢gico y las personalidades excesivas. ?l mismo en alg¨²n momento lo fue, escudado durante a?os tras sus gafas negras y una rara perilla, paseando en coches deportivos y embutido en abrigos de pieles ¨¢rticas.
A pesar de escribir sin pausas, fij¨® su nombre-marca en la prensa, la radio y la televisi¨®n, siempre con un punto polemista, con cierta insolencia dial¨¦ctica y excelente narraci¨®n oral, herederada por via familiar, en particular de su madre. Esa fuerte personalidad le hizo chocar en m¨¢s de una ocasi¨®n con otros personajes de las letras y la pol¨ªtica, siendo especialmente conocida sus pugnas dial¨¦cticas con Juan Mars¨¦.
Cierta inquina hacia su persona vino generada por su paso por la m¨ªtica revista Destino en los a?os 70. Tras viajar a la China de Mao, ?frica, Oriente Medio y Estados Unidos se dijo seducido por el anarquismo, pero ayud¨® a la refundaci¨®n del PSOE de Andratx y tambi¨¦n se mostr¨® af¨ªn a los criterios de la patronal. Finalmente, acab¨® en el entorno de confianza del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, quien siendo banquero le encomend¨® la direcci¨®n real del prestigioso semanario, donde ¨¦l hab¨ªa destacado con una de sus especialidades, la gran entrevista en profundidad. Porcel dio un vuelco radical a Destino y provoc¨® la salida de la mayor parte de su equipo, especialmente de las voces m¨¢s izquierdistas; ni Josep Pla, que cre¨ªa mucho en ¨¦l como escritor, se libr¨® de un buen encontronazo.
Militante del nacionalismo cultural, el entorno pujolista le acab¨® ensalzando como el mejor escritor catal¨¢n. Pujol mismo le puso al frente del Institut Catal¨¤ de la Mediterr¨¤nia (1988-2000) y del jurado del premio Internacional Catalunya. Aprovechando esa tribuna, durante los a?os 90 desgran¨® para TV-3 todas las culturas del Mediterr¨¢neo, su patria sentimental, objeto de varios t¨ªtulos y compilaciones de textos suyos.
Y es que Porcel fue durante muchos a?os, a ojos, nacionalistas, uno de los pocos nombres exportables de las letras catalanas: escritor biling¨¹e, sin conflictos internos, hab¨ªa tendido puentes con las ¨¦lites de Madrid. Adem¨¢s, Porcel fue en su d¨ªa interlocutor del ex presidente Josep Tarradellas y anfitri¨®n del Rey Juan Carlos en la casita de sus ancestros en las monta?as de Andratx. M¨¢s adelante, fue incluso asesor de tem¨¢tica y habla catalana del Pr¨ªncipe de Asturias. Ese curr¨ªculo ayudaba tambi¨¦n para su candidatura al premio Nobel de literatura, como intent¨® promover sin ¨¦xito el gobierno catal¨¢n.
El escritor produjo hasta el final sin descanso, tanto en los campos ensay¨ªsticos (de historia del mundo mallorqu¨ªn) como en el literario, abri¨¦ndose a todo tipo de subg¨¦neros, como demostr¨® las ¨²ltimas d¨¦cadas criticando a la alta sociedad (El divorci de Berta Barca, 1989) y a los intelectuales que le hab¨ªan cuestionado (a trav¨¦s del follet¨ªn Lola i els peixos morts, 1993). El pen¨²ltimo gran reconocimiento llegaba porL'Emperador o L'ull del vent (2001).
La suma de todo ello culmin¨® hace apenas dos a?os con el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, el mismo a?o que recib¨ªa la medalla de oro del Consell de Mallorca, a la que se sum¨® el M¨¨rito Art¨ªstico de Barcelona (2008).
Siete vol¨²menes de obras completas resumen hasta la fecha su vida literaria, mientras la personal la recoge la investigadora Maria ?ngels Roqu¨¦, con quien tuvo sus dos hijos, Baltasar, periodista, y Violant, comisaria de exposiciones. En su tierra, Baleares, ¨¦ste 2009 es el escritor del a?o. Del parnaso de las letras catalanas, lo es para siempre.
Babelia
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