La vanguardia impresa en Espa?a hasta 1936
Una muestra en el Muvim recoge la explosi¨®n de modernidad publicada entre 1912 y la Guerra Civil
No solo qued¨® Par¨ªs. Aunque sin tanta pujanza, tambi¨¦n en Espa?a existi¨® una trama moderna. A lo largo de 25 a?os, el interior de las fronteras fue un caldo de cultivo cultural propicio para la vanguardia art¨ªstica, desde el cubismo de las primeras d¨¦cadas del siglo pasado, pasando por las tendencias m¨¢s rompedoras, como el ultra¨ªsmo o el futurismo, hasta la publicaci¨®n de Primeras canciones, de Federico Garc¨ªa Lorca, pocos meses antes de que la Guerra Civil truncara en 1936 toda esperanza de modernidad. Juan Manuel Bonet (Par¨ªs, 1935), escritor, cr¨ªtico de arte y director de Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa y, entre 1995 y 2000, del Institut Valenci¨¤ d'Art Modern (IVAM) inaugur¨® ayer una exposici¨®n en el Museu Valencia de la Il¡¤lustraci¨° i la Modernitat (Muvim) de Valencia, en la que pretende saldar esa peque?a deuda con "unas contribuciones art¨ªsticas que merecen ser mucho m¨¢s conocidas".
La cubierta del cat¨¢logo es el ¨²ltimo trabajo del recientemente fallecido Paco Bascu?an
Bonet explica que son "unas contribuciones art¨ªsticas que merecen ser mucho m¨¢s conocidas"
En Impresos de vanguardia en Espa?a 1912-1936 el experto hace un recorrido hist¨®rico, a?o tras a?o, a trav¨¦s de cuantos documentos impresos supusieron una peque?a revoluci¨®n en su ¨¦poca. No se centra en carteles o ilustraciones, tambi¨¦n hay libros, pinturas, grabados, revistas, ejemplos de tipograf¨ªa, hasta poemas que en s¨ª mismos constitu¨ªan un monumento a la p¨¢gina impresa. "Nunca se hab¨ªa hecho una exposici¨®n recogiendo los impresos de vanguardia en Espa?a", asegura Bonet, que ha reunido m¨¢s de 200 piezas que, aunque no tuvieron la radicalidad de las vanguardias rusas, francesas o americanas, en muchos casos no tienen mucho que envidiar a otras corrientes m¨¢s estudiadas.
Para el experto, el "s¨ªmbolo del arranque de la modernidad espa?ola dentro de Espa?a" se sit¨²a a principios de 1912 con la aparici¨®n en Barcelona del cat¨¢logo de la Exposici¨® d'Art Cubista de las Galer¨ªes de J. Dalmau, que recog¨ªa obras de Marcel Duchamp, Fernand L¨¦ger, Albert Gleizes o Juan Gris, entre otros. Aunque paralelamente en Madrid, el experto propone la revista Prometeo, de Ram¨®n G¨®mez de la Serna. Y entre los hitos m¨¢s importantes de esos primeros a?os destaca la Proclama Pombo, de 1915, el manifiesto fundacional de la tertulia pombiana impreso en papel de peri¨®dico. O la cubierta damero del libro Greguerias (1917), de G¨®mez de la Serna.
De 1918 rescata loslibros madrile?os del chileno Vicente Huidobro, entre los que sobresale Tour Eiffel, con la espectacular cubierta de Robert Delaunay. En los a?os veinte rese?a a importantes "escritores-tip¨®grafos", como Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, Eugenio d'Ors o Max Aub. O la obra maestra del ultra¨ªsmo que constituye el poemario H¨¦lices, de Guillermo de Torre, volumen dise?ado por Rafael Barradas. Y en el mismo n¨²cleo de vanguardia sit¨²a al Joan Salvat-Papasseit; a las cubiertas de Gris; la revista Vida-Americana, de David Alfaro Siqueiros; la titulada Nueva cultura, de Josep Renau; la carpetaLa vida en torno dedicada a Manuel de Falla que dibuj¨® Gabriel Garc¨ªa Maroto...
Pero aquellos fruct¨ªferos 25 a?os tuvieron un final tr¨¢gico, con el levantamiento golpista de Franco. Meses antes, Garc¨ªa Lorca cerr¨® el ciclo con la publicaci¨®n en la colecci¨®n H¨¦roe de Altolaguirre de Primeras canciones. Una contiendaen la que fallecieron el propio poeta junto a Ram¨®n Ac¨ªn, Jos¨¦ Manuel Aizpur¨²a, Anxel Casal, Jos¨¦ Mar¨ªa Hinojosa, Juan Piqueras... O que empuj¨® al exilio a muchos otros.
De casi todos ellos hay algo en una minuciosa exposici¨®n que indagatambi¨¦n en publicaciones infantiles, la arquitectura y las vi?etas de humor junto a libros, revistas, carteles o tipograf¨ªas. El ex director del IVAM y del MNCARS agradece la participaci¨®n en la exposici¨®n de Carlos P¨¦rez y Mar¨ªa Garc¨ªa, como coordinadores, y de Juan Nava, que ha dise?ado el montaje de una exposici¨®n que se muestra en el Muvim hasta el pr¨®ximo 14 de febrero y que viajar¨¢ al Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo, donde se podr¨¢ ver entre el 4 de marzo y el 2 de mayo de 2010. Por ¨²ltimo, Bonet tambi¨¦n destaca de la exposici¨®n el "espl¨¦ndido cat¨¢logo" de la exposici¨®n cuya cubierta es el ¨²ltimo trabajo del recientemente fallecido Paco Bascu?an.
![Exposici¨®n <i>Impresos de vanguardia de Espa?a 1912-1936</i>, en el Muvim.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MJLMKKBKVZYBHOWSB6LTLBY5FI.jpg?auth=446c5baf33c418af9f484f3150c666cfb6ae464e530b31c95fc9847a5b5b83b8&width=414)
![Exposici¨®n <i>Masoner¨ªa e Ilustraci¨®n</i>, en el Muvim de Valencia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PZNCA6F4D2IIBPTKQUSANJULO4.jpg?auth=8104ade9bec87809697bee03e65e4967ae42c1261502edea3b0bc9d505bba276&width=414)
La masoner¨ªa llega al museo de las ideas
La masoner¨ªa tambi¨¦n ha encontrado su espacio en el museo de las ideas que constituye el Museu Valenci¨¤ de la Il¡¤lustraci¨® i la Modernitat (Muvim). Este jueves se ha inaugurado la muestra Masoner¨ªa e Ilustraci¨®n, obras del Museo de la Francmasoner¨ªa de Par¨ªs, que aprovecha las obras de remodelaci¨®n de dicha instituci¨®n, adscrita a la red de museos nacionales franceses, para ense?ar en valencia centenares de piezas que hacen un recorrido por la iconograf¨ªa de un movimiento muy desconocido en Espa?a. Una muestra que ha contando adem¨¢s con la colaboraci¨®n de la Logia Blasco Ib¨¢?ez de Valencia, una de las 1.600 instituciones similares de toda Europa adscrita a la federaci¨®n Gran Oriente de Francia, propietaria de las piezas expuestas.
"Es una idea muy coherente con la l¨ªnea de actuaci¨®n del museo porque la masoner¨ªa est¨¢ estrechamente vinculada con los cambios de ideas que se desarrollaron en el siglo de las luces, el siglo de la ilustraci¨®n", explic¨® ayer Frances P¨¦rez Morag¨®n, comisario de la muestra.
La exposici¨®n incluye hasta un escenario en forma de damero gigante, presente en muchas de las ceremonias mas¨®nicas. Y pretende, lejos de ser un recorrido historicista, mostrar "a trav¨¦s de los objetos mas¨®nicos, la iconograf¨ªa" de estas instituciones, adem¨¢s de sus s¨ªmbolos, las relaciones con el mundo de la raz¨®n osus vinculaciones con las religiones as¨ª como su importancia como espacio de socializaci¨®n en una ¨¦poca en que se empezaron a crear redes burguesas de relaci¨®n, desde clubes y casinos hasta las propias logias mas¨®nicas.
All¨ª se muestran en urnas utensilios ceremoniales, indumentarias, joyas y todo tipo de objetos en los que no suelen faltar iconos como la escuadra y el comp¨¢s, s¨ªmbolos de una instituci¨®n que se inspira, como grandes ejes, en el trabajo especializado de la piedra, en el campo de la acci¨®n, y en el poder de la raz¨®n, en el plano de las ideas.
La exposici¨®n deja claro que mientras en Francia este tipo de instituciones son m¨¢s conocidas, y hasta tienen su propio museo integrado en una red nacional, en Espa?a siguen siendo una gran inc¨®gnita. Quiz¨¢ por la animadversi¨®n que le provocaba al dictador Franco, una persecuci¨®n que tuvo sus analog¨ªas, aunque menos extensas en el tiempo, en la Portugal de Salazar, en la Italia de Mussolini, en la Francia de Petain y en pa¨ªses comunistas como la URSS o Ruman¨ªa, seg¨²n explic¨® ayer P¨¦rez Morag¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.