Qu¨ªmica que no es magia
Un proyecto de la UPV intenta que 350 j¨®venes de bachillerato se interesen por la ciencia con experimentos divertidos
Saray e Itziar, dos alumnas de segundo de bachillerato del colegio Arangoya de Bilbao, miran curiosas a trav¨¦s de unas gafas grandes con un ribete azul. Cuando hablan no pueden evitar intentar ajustarse los guantes de l¨¢tex, tambi¨¦n grandes, y de reojo, nerviosas, no pierden de vista al fot¨®grafo. Llevan una hora larga, junto a otras diez compa?eras, entre probetas, pipetas y erlenmeyers (recipientes de vidrio para mezclar). Participan en el programa Qu¨ªmica en Acci¨®n, organizado por la Facultad de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV).
Cerca de 350 alumnos de bachillerato, de una treintena de colegios p¨²blicos y privados, pasar¨¢n, desde el 25 de enero hasta el 5 de febrero, por los laboratorios de la UPV. El objetivo del programa es que conozcan la universidad y conseguir que se interesen por la qu¨ªmica, seg¨²n explican Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Marcos, profesor de Ingenier¨ªa Qu¨ªmica, y Jos¨¦ Manuel Guti¨¦rrez-Zorrilla, Catedr¨¢tico de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica, dos de los organizadores.
M¨¢s de 30 profesores del centro participan de forma desinteresada
"En primero s¨®lo hay 50 alumnos, hace unos a?os eran 300", explica un profesor
El proyecto, adem¨¢s, busca vocaciones. El n¨²mero de matriculaciones ha descendido de forma dr¨¢stica en las carreras de ciencias, "en qu¨ªmica hace unos a?os entraban 300 alumnos en primero, ahora s¨®lo hay 50", detalla Gonz¨¢lez Marcos. Junto a su colega, explica, en uno de los laboratorios de la universidad, que para cursar una carrera como qu¨ªmica "hace falta tener una buena base de matem¨¢ticas y de f¨ªsica y, sobre todo, estudiar mucho. La norma es que si estudias apruebas, eso s¨ª, hay que hacerlo desde el siete de septiembre y no todo el mundo est¨¢ dispuesto".
Mientras, dos profesores de la UPV explican a las alumnas del Arangoya c¨®mo sintetizar naylon a partir de una reacci¨®n entre un di¨¢cido y una diamina; uno de los cuatro experimentos que realizar¨¢n. Tambi¨¦n las observa de cerca Marisa Urbino, su profesora del colegio. De vez en cuando las corrige, "Adivinar no, identificar". "Pues eso", responde Saray, al intentar explicar uno de los experimentos que han hecho que consiste en identificar varios l¨ªquidos (coca-cola, agua de mar) gracias al an¨¢lisis del color, el olor, la textura o el ph.
Urbino encuentra otra explicaci¨®n a la falta de vocaciones en las carreras cient¨ªficas. "En secundaria se trabajan muy poco las ciencias y luego al llegar al bachillerato resulta muy dif¨ªcil que los alumnos alcancen el nivel necesario o que les pique el gusanillo".
Todos coninciden, sin embargo, en definir la experiencia de maravillosa e interesante. "La ingenuidad, la curiosidad inocente", resalta el profesor Guti¨¦rrez-Zorrilla. "He visto como de repente sacan 10 tel¨¦fonos y empiezan a hacer fotos", cuando explica uno de los experimentos estrella, que consiste en que gracias al nitr¨®geno l¨ªquido un iman levite sobre un ¨®xido cer¨¢mico. "Pero, sobre todo, esto funciona por la participaci¨®n desinteresada de 32 profesores de la Universidad".
Babelia
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