Mark Linkous, la voz triste de Sparklehorse
El viaje de un poeta maldito
En Saturday, una de las canciones m¨¢s hermosas del ¨¢lbum de debut de Sparklehorse, Mark Linkous (Arlington, Virginia, 1962) conjugaba as¨ª la luz triste de sus versos: "Caminar¨ªa hasta el infierno y regresar¨ªa por ver tu sonrisa de los s¨¢bados". Fue un s¨¢bado, el 6 de marzo, cuando el cantautor estadounidense emprendi¨® ese camino al m¨¢s all¨¢ peg¨¢ndose un tiro en el coraz¨®n a las afueras de la casa de un amigo en Knoxville, Tennessee. Por mucho que lloren sus fans, esta vez es probable que no vuelva. Ya estuvo cl¨ªnicamente muerto durante varios minutos hace 14 a?os. Tras escuchar su primer disco, el impronunciable Vivadixiesubmarinetransmissionplot (1995), Radiohead le hab¨ªa invitado a actuar con su banda por primera vez en Europa. Una mezcla fatal de Valium y antidepresivos le tuvo inconsciente durante 14 horas en una habitaci¨®n de hotel de Londres. El peso de su cuerpo cort¨® la circulaci¨®n de sus piernas y en el intento m¨¦dico de reavivarlas sufri¨® un paro card¨ªaco. Cuando despert¨®, su m¨¢xima preocupaci¨®n no era si montar¨ªa de nuevo una de las cuatro motos que le esperaban en el garaje de su granja en Andersonville, Virginia, sino si podr¨ªa volver a componer. "Me asust¨® pensar que esa parte de mi cerebro que me permit¨ªa hacer canciones podr¨ªa haber quedado da?ada", se confesaba en Rolling Stone.
Tuvo que someterse a siete operaciones y sus piernas jam¨¢s recuperaron su fuerza original, pero por fortuna su talento compositivo qued¨® intacto. Las tres obras subsiguientes, Good morning spider (1999), It's a wonderful life (2001) y Dreamt for light years in the belly of a mountain (2006) le permitieron evolucionar de un folk espectral a la experimentaci¨®n electr¨®nica. En su singladura colabor¨® con Tom Waits (una de sus luminarias confesas), PJ Harvey o Danger Mouse. Este ¨²ltimo, mitad del d¨²o Gnarls Barkley, produjo el ¨²ltimo ¨¢lbum de Sparklehorse. La escucha de The grey album (2004), el ¨¢lbum con el que Danger Mouse revent¨® conceptos mezclando el White album de los Beatles con el Black album de Jay-Z, sac¨® del atolladero creativo al cantautor, que llevaba tres a?os deprimido, incapaz de dar forma al sonido que ten¨ªa en su cabeza.
Tan fruct¨ªfera fue su colaboraci¨®n, que parieron un nuevo proyecto conjunto, Dark Night of the Soul, con la complicidad del cineasta David Lynch. Ambos m¨²sicos compusieron diez instrumentales y se los ofrecieron a m¨²sicos del calibre de Iggy Pop, Frank Black, Wayne Coyne (vocalista de Flaming Lips), Julian Casablancas (The Strokes) o Vic Chesnutt (amigo ¨ªntimo de Linkous, que se suicid¨® la pasada Navidad con una sobredosis de barbit¨²ricos). El proyecto qued¨® paralizado por EMI, la discogr¨¢fica con la que editaba Sparklehorse, por un conflicto legal con Danger Mouse. Al parecer, los r¨¦ditos del proyecto donde explotaba el legado Beatle no hab¨ªan sentado bien a algunos ejecutivos. La respuesta del d¨²o fue publicar el CD junto al libreto de 100 p¨¢ginas con fotos de David Lynch inspiradas en la m¨²sica grabada... con la excepcionalidad de que en el CD no hab¨ªa m¨²sica grabada. Era un CD-R en blanco acompa?ado de una proclama que instaba a usarlo para descarg¨¢rselo (ilegalmente) de Internet. Dado que el proyecto hab¨ªa sido enteramente financiado por Danger Mouse, poco ten¨ªan que a?adir las discogr¨¢ficas. Finalmente se lleg¨® a un acuerdo para publicarlo "legalmente" justo una semana antes del suicidio de Mark Linkous. De igual manera, como ocurri¨® con otro m¨¢rtir del folk, Elliott Smith, el alma de Sparklehorse muere dejando el disco en el que estaba trabajando incompleto.
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