"El protagonista de mi novela no es Jorge Herralde"
Enrique Vila-Matas presenta en Madrid 'Dublinesca', el primer libro que publica tras dejar Anagrama
"?El editor que protagoniza su novela es un trasunto de Jorge Herralde ?" La conversaci¨®n entre Ray Loriga y Enrique Vila-Matas en torno a Dublinesca (Seix Barral) , la nueva obra de este ¨²ltimo, hab¨ªa transcurrido por la v¨ªa de la admiraci¨®n, la iron¨ªa y la alta literatura hasta que, en el coloquio final con el p¨²blico que abarrotaba la Biblioteca Hist¨®rica de la Universidad Complutense , uno de los asistentes pis¨® el charco de la sociolog¨ªa literaria. Sin inmutarse, con la misma tranquilidad con la que hab¨ªa hecho re¨ªr a la gente con la historia "pataf¨ªsica" del club de admiradores de Joyce al que pertenece -formado por "buenos tipos" que "est¨¢n locos por expulsar a alguien"-, Vila-Matas dijo que no, que bastaba descubrir al protagonista -un editor arruinado- en la primera p¨¢gina para darse cuenta de que Dublinesca no es un ajuste de cuentas con el propietario de Anagrama, el sello en el que el escritor hab¨ªa publicado hasta ahora la mayor parte de su obra.
"Del que m¨¢s tiene ese personaje es de m¨ª mismo", dijo. "Mezclado con muchos editores a los que he conocido, empezando por Carlos Barral, que termin¨® arruin¨¢ndose". Morbosos, abstenerse. Como le volvieron a preguntar por lo mismo, Vila-Matas argument¨®: "Cuando se separa un matrimonio -y Herralde y yo no est¨¢bamos casados- la gente cree que la explicaci¨®n de la ruptura cabe siempre en una sola frase. Y no es as¨ª. En una relaci¨®n de mucho tiempo entre autor y editor pueden producirse incidencias. La obra es del autor. Yo siempre he escrito solo".
Viajar para perder teor¨ªas
La charla hab¨ªa empezado pasadas las siete de esta tarde. No cab¨ªa un alfiler en la sala y Ray Loriga empez¨® agradeciendo el "adorable trabajo" de presentar a un escritor "m¨¢s grande" que ¨¦l. "Me gustar¨ªa decir que Dublinesca es la mejor novela de Enrique sin que eso hiciera da?o a las anteriores", apunt¨®. Loriga ley¨® el p¨¢rrafo de la p¨¢gina 15 que contiene una particular "teor¨ªa de la novela para el siglo XXI" (intertextualidad, altura po¨¦tica, pintura de un paisaje de ruina moral, despliegue de la escritura como un reloj que avanza) para decir que en la p¨¢gina siguiente esa teor¨ªa queda dinamitada.
Vila-Matas cont¨® que Samuel Riba, el protagonista de Dublinesca, viaja "para perder teor¨ªas": "Toda novela pone en marcha una teor¨ªa y destruye la de la novela anterior". Y aprovech¨® para anunciar que en septiembre publicar¨¢, tambi¨¦n en Seix Barral, un breve texto titulado precisamente as¨ª, Perder teor¨ªas, en el que explica la trama conceptual y la peripecia vital que le llev¨® a escribir la novela despu¨¦s de un delirante viaje a Lyon.
Un email de Fidel Castro
El personaje creado por Vila-Matas, de 61 a?os, viaja a Dubl¨ªn en parte para tener algo que contar a sus nonagenarios padres a la vuelta y en parte para asistir al funeral de la Galaxia Gutenberg -entre la epifan¨ªa de Joyce y la afon¨ªa de Beckett-, pero termina siento parte de un canto al futuro de la literatura. "No hay ruptura entre la era de la imprenta y la digital. La continuidad est¨¢ garantizada por el lenguaje, por la literatura. Lo que se cuenta es lo que se escribe, no el formato", dijo el novelista, que reconoci¨® que hace 10 a?os jur¨® que nunca utilizar¨ªa un ordenador. Ni que decir tiene que al poco tiempo ten¨ªa uno. El detonante fue una frase de su esposa: "Tienes un email". "?C¨®mo puedo tener un email si no tengo ordenador?", dijo ¨¦l. "El teclado me enga?o y ca¨ª. Y empec¨¦ a recibir emails. Incluso, una vez que gan¨¦ un premio en Venezuela recib¨ª uno de... Fidel Castro. Comet¨ª el error de contestar. Y usando el adjetivo fraternal para referirme al pueblo cubano".
Aquella promesa se la hizo a su amigo el escritor Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, que lleg¨® tarde a la presentaci¨®n de hoy. "?Ha llegado Pis¨®n?", pregunt¨® Vila-Matas al final. Hab¨ªa llegado. "?Sabes el resultado del Bar?a?" Pis¨®n, que es ma?o, respondi¨®: "El del domingo, s¨ª. Zaragoza 1 - Bar?a 0". Fue en medio del coloquio en el que los lectores preguntaron por Herralde, pidieron permiso para leer un fragmento de la novela ("si ves a Teddy Bautista, echa a correr", dijo con iron¨ªa Ray Loriga refiri¨¦ndose al responsable de la SGAE) y preguntaron a los dos novelistas por su escritor alcoh¨®lico favorito. "El m¨ªo era Enrique", dijo Loriga, "pero ya no bebe. Tendr¨¦ que buscarme otro".
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