Arquitectura a mano
El marat¨®n del c¨®mic invita a los alumnos de la Polit¨¦cnica a dibujar durante 10 horas y reencontrarse con la vertiente art¨ªstica de su carrera
Cuando se abri¨® la escuela de Arquitectura de Valencia, a finales de los a?os sesenta, se produjo un debate sobre d¨®nde deb¨ªa ubicarse. Algunas voces defendieron que era preferible adscribirla a la Universitat de Val¨¨ncia, entonces conocida como la universidad literaria, porque la carrera ten¨ªa una vertiente art¨ªstica y encajar¨ªa mejor. No hace falta decir que al final se implant¨® en la Polit¨¦cnica de Valencia (centro que pas¨® a contar tambi¨¦n con Bellas Artes). Una prueba: desde las 10.00 hasta ¨²ltima hora de la tarde, la escuela ha organizado un marat¨®n del c¨®mic. Abierto a toda la universidad, hay algunos premios, pero predominan con claridad los alumnos de arquitectura. Quiz¨¢ porque aquel viejo debate desapareci¨®, pero la vertiente art¨ªstica sigue ah¨ª.
"Cada vez se dibuja menos en la carrera, porque no necesitamos tanta t¨¦cnica. Con la introducci¨®n de la inform¨¢tica en la inform¨¢tica ya no se dibuja pr¨¢cticamente a mano. No necesitamos dibujar bien, con que sepamos esbozar es suficiente. Me imagino que a los dise?adores les pasa lo mismo", cuenta Matilde Igual, 24 a?os, estudiante de quinto de Arquitectura, que colorea en una de las mesas instaladas en la primera planta de la escuela. "Yo he venido por eso, porque sola en casa no dibujo", a?ade.
El marat¨®n tiene sus reglas: "La idea es saltar de la vi?eta a la tira, y de ah¨ª a la p¨¢gina entera contando la misma historia. Y hay que basarse un poco en el lema, que es: lugares dentro de lugares", explica Alfonso Fern¨¢ndez, sentado cerca de ella. "En arquitectura", sigue, "se puede aprender mucho del c¨®mic, porque a pie de obra los planos son ilegibles para la mayor¨ªa de los obreros. Y si haces un dibujo muy sencillo, estilo Mortadelo y Filem¨®n, eso s¨ª que lo entienden, y terminan teniendo el dibujo al lado mientras montan la armadura". El gui¨®n de Fern¨¢ndez (escrito por un colega con el que suele hacer t¨¢ndem) aborda las redes sociales, "que son los nuevos espacios p¨²blicos y de los que todav¨ªa no controlamos muchos aspectos como la privacidad".
La idea de todo esto la tuvo, entre otros, Guillermo Guimaraens, profesor de la escuela, que ha conseguido tambi¨¦n que hoy d¨¦ una charla en el centro Paco Roca, Premio Nacional de C¨®mic 2008. "El motivo principal del marat¨®n es soltar la mano con el dibujo. En la carrera se hace mucho hincapi¨¦ en los primeros a?os en la importancia del dibujo manual, pero una vez se asume y se superan esas asignaturas, se entra en cuestiones m¨¢s te¨®ricas, m¨¢s t¨¦cnicas, y el dibujo se pierde".
Visto c¨®mo ha empeorado el mercado laboral para los arquitectos, quiz¨¢ el gusto por los c¨®mics pueda convertirse en algo m¨¢s que una afici¨®n. Aunque delante de sus dibujos Javier Cascales y Alejandro Mart¨ªnez, 20 a?os, no parecen muy convencidos con la idea. "El trabajo para promotoras, dirigido m¨¢s a construir, los buenos sueldos... supongo que se han acabado", tercia Matilde Igual, "pero tampoco eran trabajos muy creativos o que te pusieran muy en valor. Y est¨¢ claro que la gente necesita comer, pero igual cambia tambi¨¦n el tipo de gente que entra a estudiar aqu¨ª. Nos han contado que las ¨¦pocas de crisis se notan bastante en arquitectura. Los arquitectos no tienen trabajo, est¨¢n aburridos, y se dedican a hacer experimenta m¨¢s. Aunque supongo que si dura mucho tampoco se evolucionar¨¢, porque tendr¨¢n que ponerse a trabajar de camareros".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.