Vicente Luis Mora: "Skype mantuvo mi matrimonio intacto"

1.C¨®mo est¨¢n afect¨¢ndole a tu literatura la avalancha de nuevas tecnolog¨ªas que aporta Internet

Internet est¨¢ enriqueciendo los formatos de comunicaci¨®n, y es normal (como ya pas¨® con el tel¨¦fono, la radio o la televisi¨®n) que se vaya incorporando gradualmente a la literatura. En mi caso me proporciona soportes (correo electr¨®nico, blog) que permiten la expresi¨®n escrita de los personajes y su respuesta en tiempo real, frente a la lentitud de la correspondencia postal. Tambi¨¦n es un modo de continuar la novela por otros medios, o por m¨¢s medios.

2.C¨®mo sigue manifest¨¢ndose la vida tal como la conocemos (la que hace sangre, por decirlo as¨ª)

La vida tambi¨¦n pasa ahora por la t¨¦cnica; las conversaciones a trav¨¦s de la red son tan reales como las telef¨®nicas. Puedo decir sin ambages que Skype mantuvo mi matrimonio intacto los largos meses en que mi mujer y yo viv¨ªamos en continentes distintos. Hablar con alguien vi¨¦ndole el rostro y los gestos es algo muy importante, y s¨®lo difiere de la conversaci¨®n normal por la ausencia de contacto f¨ªsico, imposible de todas formas a 10.000 km de distancia.

3.C¨®mo ves que est¨¢n afectando las nuevas tecnolog¨ªas a la literatura de tu tiempo (o generaci¨®n)

De una forma muy profunda, del mismo modo que la rueda o la imprenta transformaron la sociedad cuando eran t¨¦cnicas recientes. M¨¢s, mejor y mayor informaci¨®n al instante, diversas formas de comunicaci¨®n, herramientas de escritura, lectura y dise?o... Hay errores y peligros, por supuesto, pero tambi¨¦n los peri¨®dicos tradicionales se equivocan a veces, ?no es cierto? Lo que hay que crear ahora son "defensores del internauta".

4.?C¨®mo ves la batalla entre el papel y la pantalla?

No veo ninguna lucha, creo que hay muchas posibilidades de convivencia pac¨ªfica y de aprovechar uno las ventajas de la otra, y viceversa. Una de los tipos de literatura que m¨¢s me interesa ahora es la llamada textovisual, que considera al texto con toda libertad, y que cree en el escritor como artista visual y en la p¨¢gina como un territorio expresivo sin l¨ªmites. Es cierto que Mallarm¨¦ o Sterne hicieron cosas en este sentido, pero ahora las posibilidades son infinitas.