Las termas er¨®ticas de Pompeya
Se abre al p¨²blico este espacio del famoso complejo arqueol¨®gico en un pase especial nocturno
Se recomienda la visi¨®n al p¨²blico adulto exclusivamente. La advertencia, con asterisco y negrita, est¨¢ en los folletos que publicitan una apertura nocturna especial del ¨¢rea arqueol¨®gica de Pompeya, la urbe romana sepultada por la erupci¨®n del Vesubio en el a?o 79. Hasta las dos de la madrugada, los visitantes pueden acceder a las ¨²nicas termas que surgen fuera de la muralla que encorseta la antigua ciudad. Lo que ver¨¢n son tres peque?os locales, el primero de ellos adornado con frescos de escenas er¨®ticas que dejan muy poco a la imaginaci¨®n.
"Se trata de termas privadas a donde acud¨ªan, por pocos centavos, sobre todo los navegantes al regreso de d¨ªas de alta mar. Lo demuestra la ubicaci¨®n al lado de la Puerta Marina, al principio de la calle que llevaba al puerto", explica el profesor Antonio Varone, director de las excavaciones de Pompeya. Es normal, entonces, que los marineros, antes de volver a la ciudad quisieran asearse, relajarse y, digamos, permitirse alg¨²n que otro placer.
Las termas suburbanas fueron descubiertas en los a?os cincuenta y hasta ahora han estado pr¨¢cticamente cerradas al gran p¨²blico que diariamente visita la zona arqueol¨®gica (2,5 millones de visitantes al a?o, que generan unos ingresos en las taquillas de 20 millones de euros). El estreno de esta noche sirve de prueba general para la apertura definitiva, programada para el verano. Muy bien conservadas, miden unos 800 metros cuadrados y constan de tres locales principales: el vestuario (apodyterium), la piscina fr¨ªa (frigidarium) y una de agua templada (tepidarium).
"Hombres y mujeres acced¨ªan a los locales por la misma entrada: el vestuario era com¨²n, elemento no muy corriente. All¨ª se quitaban las vestimentas y las sandalias y repon¨ªan sus pertenencias en las taquillas". Justo encima de los armaritos donde guardaban la ropa durante el ba?o, hay 16 peque?os frescos cuadrados -cada uno se corresponde con una taquilla- con las escenas er¨®ticas. Se conservan s¨®lo ocho, mientras que quedan rastros del resto.
Las pinturas est¨¢n dispuestas en un crescendo de intensidad y de n¨²mero de personas involucradas en la pr¨¢ctica sexual. "Creo que era una especie de juego ir¨®nico que permit¨ªa individualizar y acordarse con facilidad en qu¨¦ armario se hab¨ªa dejado la ropa. M¨¢s que en los n¨²meros marcados en las puertas, los marineros deb¨ªan fijarse en la escenita", cuenta, divertido, Varone. No se deja lugar alguno a la imaginaci¨®n. El poeta desnudo, felaci¨®n, amor s¨¢fico, amor de grupo... son algunas de las representaciones que serv¨ªan, seg¨²n los especialistas, tambi¨¦n como cat¨¢logo de los servicios prestados en el interior.
Estas termas, que datan de la edad Augusta (en la transici¨®n entre la Rep¨²blica y el Imperio, entre 44 a.C y 14 d.C), se encontraban tan arrimadas a la muralla de Pompeya que resultaron ser construcciones ilegales. "El propietario las hab¨ªa edificado en terreno p¨²blico. Hemos encontrado los documentos que confiscaban una parte del edificio", dice Varone. Sin embargo, el Vesubio lleg¨® antes que la ley.
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