Dario Fo recuerda a Saramago
El ganador del Nobel el a?o anterior al portugu¨¦s habla de las conversaciones con su amigo
"Una noticia horrible. Todav¨ªa no me lo creo". La voz de Dario Fo llega extra?amente apagada y emocionada a trav¨¦s del tel¨¦fono. El actor y escritor italiano (Varese, 1926), premio Nobel de la Literatura en 1997, est¨¢ a punto de emprender otra tarde de ensayos en Parma, pero no quiere renunciar a recordar al amigo que acaba de morir. "Jos¨¦ y yo no solo ¨¦ramos compa?eros de trabajo. ?ramos amigos de verdad", afirma. "Nos ve¨ªamos a menudo, con Franca [Rame, pareja sentimental y art¨ªstica de Dario Fo] y su mujer, Pilar del R¨ªo. Pasamos muchos bonitos momentos todos juntos". La ¨²ltima vez, fue hace dos a?os en Granada, con ocasi¨®n de un premio otorgado a ambos y que, de com¨²n acuerdo, devolvieron a la Isla canaria del Hierro, para que la administraci¨®n local procediera con su proyecto de hacerla 100% eco sostenible. "?l vino a Italia a presentar su ¨²ltimo libro el a?o pasado, pero yo no estaba y as¨ª no volv¨ª a verle nunca m¨¢s".
La nostalgia se destempla con los recuerdos de las muchas conversaciones telef¨®nicas. "Habl¨¢bamos a menudo y de todo un poco. Le puedo jurar que con ¨¦l consegu¨ªa no charlar de literatura", la voz deja imaginar una sonrisa. Berlusconi ("y su torpe censura"), la pol¨ªtica, la depredaci¨®n por parte de los bancos y el hundimiento de la econom¨ªa ("que siempre acaba pesando sobre las espaldas de la pobre gente"), el ambiente, eran algunos de los temas de las conversaciones entre los dos premios Nobel. Sin embargo, para saludar al amigo portugu¨¦s, Dario Fo s¨ª echa mano a la literatura. Y precisamente a aquel autor del renacimiento italiano, Ruzzante Beolco, que es uno de sus grandes inspiradores junto con Moli¨¨re. Un actor y escritor del que se mofaban los intelectuales contempor¨¢neos porque llevaba a la escena el cotidiano, las miserias y las alegr¨ªas de la gente de a pie, la hipocres¨ªa y la fatua arrogancia del poder. "Ruzzante dice que siempre llega el momento en que intentas echar las cuentas de tu vida. Lo que te da la medida de c¨®mo has vivido es lo que le va a faltar al mundo cuando t¨² ya no est¨¦s. Hoy que Jos¨¦ no est¨¢, a m¨ª me falta todo, me han arrancado un trozo de vida, un amigo que nunca se ha rendido, que siempre se ha mantenido integro y de pie en el medio de la batalla".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.