El chupinazo de Chamber¨ª da la bienvenida a San Ferm¨ªn en Madrid
La iglesia de San Ferm¨ªn de los Navarros acoge los festejos madrile?os del patr¨®n pamplon¨¦s entre p¨®lvora, chistorra y vino de la regi¨®n
El carill¨®n de la iglesia de San Ferm¨ªn de los Navarros anunciaba con sus campanadas las doce del mediod¨ªa. Sonaban a continuaci¨®n los compases del himno de las Cortes de Navarra y el primer cohete sal¨ªa disparado hacia el cielo. Decenas de pa?uelos rojos extendidos con ambas manos ante la fachada del templo esperando el estallido del chupinazo. ?Viva San Ferm¨ªn!
Esta era la estampa hoy en los alrededores del n¨²mero 10 la castiza calle de Eduardo Duato, en pleno barrio de Chamber¨ª, sede de la ic¨®nica iglesia. Centenares de pamplonicas residentes en Madrid han acudido a su cita anual con la fiesta de su patria chica. Muchas parejas j¨®venes con los ni?os en sus cochecitos, abuelos orgullosos bailando jotas con los nietos y no pocos madrile?os y turistas atra¨ªdos por las txapelas, los pa?uelos rojos y el olor a chistorra.
"Ahora empieza la fiesta de verdad" dec¨ªa Conchita Tarifa mientras se anudaba al cuello el pa?uelo nada m¨¢s terminar los cuatro chupinazos. Los 34 a?os que lleva en Madrid no han mermado la devoci¨®n que siente por su tierra: "Ojal¨¢ pudiera estar ahora en la plaza Consistorial de Pamplona". Como compensaci¨®n, ella y el resto de los cerca de 6.000 navarros que viven en Madrid tienen la oportunidad de celebrar el inicio de su festividad de manera simultanea al chupinazo original. "A 400 kil¨®metros est¨¢n ahora mismo nuestros paisanos dando botes ", explicaba Conchita con cierta a?oranza pero con la mirada puesta en los platos de chistorra que ya luc¨ªan en las mesas colocadas en patio lateral de la iglesia.
La tricentenaria Real Congregaci¨®n de San Ferm¨ªn de los Navarros lleva 24 a?os organizando este evento, que en esta edici¨®n ha contado con 90 kilos de chistorra de Irurzun y 375 botellas de rosado y tinto con denominaci¨®n de origen. "Desde esta tarde ya empezamos a preparar las bodas de plata. Ser¨¢ una fiesta muy especial" declaraba impaciente el viceprefecto de la congregaci¨®n, Fernando Aizp¨²n.
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