Hallados restos de un barco del siglo XVIII en la 'zona cero' de Nueva York
Los expertos creen que la embarcaci¨®n podr¨ªa haberse hundido en la zona sur de la ciudad donde en 1797
La zona cero de Nueva York ha escupido un vestigio del pasado: los restos pr¨¢cticamente completos de un nav¨ªo del siglo XVIII de casi diez metros de eslora. Los trabajadores que tratan de completar la aparentemente imposible tarea de construir sobre el solar que dejaron a su paso los atentados del 11-S hace nueve a?os -solo uno de los siete edificios proyectados est¨¢ en pie a causa de las m¨²ltiples disputas pol¨ªticas y problemas econ¨®micos que han ralentizado la construcci¨®n-, tropezaron el martes con una serie de maderas paralelas a unos ocho metros bajo tierra.
"La forma era claramente la del contorno de un barco" asegur¨® en el diario The New York Times Michael Pappalardo, un arque¨®logo que trabaja con la Autoridad Portuaria de Nueva York documentando todo lo que va apareciendo en la zona cero y que estaba en el ¨¢rea cuando los obreros le alertaron. Seg¨²n todos los indicios, el barco, de casi diez metros de eslora, podr¨ªa haber sido utilizado como relleno para arrancarle espacio al r¨ªo Hudson al sur de Manhattan hace unos 200 a?os.
Un ancla de unos 50 kilos fue encontrada el mi¨¦rcoles a pocos metros de donde aparecieron los restos del nav¨ªo, que seg¨²n The New York Times incluso podr¨ªa llegar a tener nombre, puesto que mapas antiguos de Nueva York indican que en las cercan¨ªas de donde se hall¨® el barco hab¨ªa, hacia finales del siglo XVIII, dos muelles, el Lake y el Lindsey. No obstante, los diferentes arque¨®logos que acudieron el martes a la zona cero y que desde entonces trabajan a mano para tratar de rescatar los fr¨¢giles restos del barco prefieren no avanzar demasiado hasta que estos sean analizados en los laboratorios.
Durante los ¨²ltimos dos siglos el barro ha protegido los restos del nav¨ªo pero al dejarlo al descubierto, el contacto con el ox¨ªgeno tiene un efecto devastador sobre la madera, que se deteriora r¨¢pidamente. De ah¨ª que un equipo de arque¨®logos se haya trasladado a la zona para tratar de conseguir el m¨¢ximo de informaci¨®n sobre el artefacto antes de que la madera comience inevitablemente a romperse.
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