Jesse Malin, alma 'rock' del East Village

En el mundo del rock, East Village es tierra de faraones. De sus calles, al este del bajo Manhattan, han salido algunas de las bandas m¨¢s influyentes de la historia, como la Velvet Undreground, los Ramones o Television. Tambi¨¦n ha sido lugar de peregrinaci¨®n por sus locales m¨ªticos como el Fillmore East, abierto por Bill Graham y conocido como la "iglesia del rock'n'roll" por acoger en los sesenta a brit¨¢nicos como The Who, Led Zeppelin o Pink Floyd, y la sala CBGB, cuna del punk con el alumbramiento de Patti Smith, Richard Hell, Johnny Thunders o Talking Heads. Y hoy, en pleno siglo XXI, Jesse Malin coge ese testigo, es un alma del East Village.

Con esas referencias presentes en su m¨²sica y su vida, Malin intenta mantener vivo el mismo fuego. "Me perd¨ª a esa generaci¨®n de la que soy seguidor. Pero me siento parte de ella, de algunos de esos d¨ªas duros de Nueva York con su basura, sus sesiones de noche, sus botas de motero, su anarqu¨ªa y su tofu", explica Malin, de 42 a?os, nacido en el vecino barrio de Queens, y que recibi¨® el calificativo de icono del East Village por el semanal Village Voice, faro de las tendencias y sonidos de Nueva York.

El m¨²sico presentar¨¢ la pr¨®xima semana en Espa?a su ¨²ltimo disco, Love it to life, otro alegato de pop-rock trepidante, salpicado de buenas baladas, en la l¨ªnea de la cosecha tradicional del ambiente musical del este neoyorquino. "Siento que es una destilada, directa y distorsionada versi¨®n de todas las cosas que he hecho desde que era un adolescente en un sencillo y crudo pu?etazo de diez canciones", afirma. Tras el alto en el camino que supuso On Your Sleeve, su anterior disco de versiones, Love it to life guarda conexi¨®n directa con casi toda su obra, y mantiene el nivel de efusividad del gran Glitter in the Gutter. Canciones como Burning the Bowery o St. Marks Sunset as¨ª lo testifican.

Para este disco, Malin sale reforzado en su vertiente m¨¢s rock por su nueva banda, St. Marks Social Scene, un combo que tira de su pasado en D Generation, destacado grupo de glam-punk de los noventa. "Todd Youth, quien toc¨® conmigo en D Generation en el ¨²ltimo ¨¢lbum, me ha ayudado a formarlo. Siento que la banda es un circo triste, r¨ªtmico, mel¨®dico de 'punk folk' para ser tocado lo m¨¢s alto posible", cuenta el cantante, quien explica que la nueva formaci¨®n, tanto en nombre como en actitud, tiene el esp¨ªritu del East Village: "Saint Marks es hoy un centro comercial japon¨¦s, pero en su d¨ªa fue un lugar de la ciudad de Nueva York repleto de gente de todas partes. Acogi¨® a 'beatniks', 'punkis', a Lenny Bruce, a los New York Dolls, tiendas de discos, tiendas de ropa, drogas, libros, poes¨ªa y era una v¨ªa que llevaba al parque de Tompkin's Square".

Malin se sabe de memoria el abecedario del rock, y es como un calco retro de los chicos malos de la calle Bowery, en el rollo de Joey Ramone o Richard Hell. Sin embargo, ha conseguido labrarse su propia carrera art¨ªstica e incluso superar los apadrinamientos como el de Ryan Adams, quien apost¨® por ¨¦l en solitario y produjo su primer ¨¢lbum, The Fine Art of Self Destruction. Luego, se lo llev¨® de gira como telonero y colabor¨® con ¨¦l en otros trabajos. Sin duda, Adams, ahora algo perdido en una borrachera compositiva sin mucho orden ni concierto, es una de sus grandes influencias pero no la ¨²nica. "Tambi¨¦n est¨¢n de The Replacements, Sam Cooke, Francis Ford Coppola, The Dickies, Cheap Trick, Bob Dylan, Wilco, Spoon y el sonido de la gente riendo, llorando y rezando", confiesa Malin. Y, ciertamente, aunque suene extra?o decirlo, mucho de todo eso se refleja en el rock en¨¦rgico de Jesse Malin, una m¨²sica nacida de las vibrantes calles del East Village.

Jesse Malin & The St. Marks Social Scene