Asterios Polyp: Arquitecto egoc¨¦ntrico recupera esposa
Se publica en Espa?a la aclamada novela gr¨¢fica del historietista David Mazzucchelli, una s¨¢tira sobre el amor, los mitos griegos y el arte moderno
Que no le vengan con historias al dibujante David Mazzucchelli sobre lo que quiere el lector medio. Su nueva obra, la novela gr¨¢fica Asterios Polyp (Sins Entido), es una s¨¢tira sobre el reencuentro amoroso de un arquitecto y una escultora, trufada de -cojan aire- alusiones a la mitolog¨ªa griega, indagaciones metaficcionales, citas de Arist¨®fanes, Hesse y Calvino, digresiones sobre los Padres fundadores de EE UU, y sesudas disquisiciones acerca de la tensi¨®n entre rigidez formal y sutileza emotiva. Menudo desaf¨ªo al p¨²blico masivo. Un cubo de Rubik de 300 p¨¢ginas, elegante, cerebral y divertido, galardonado con tres premios Eisner, que se acaba de publicar en Espa?a
Es la hora de Mazzucchelli (Rhode Island, EE UU, 1960). Tras renovar el g¨¦nero de superh¨¦roes a mediados de los ochenta , despu¨¦s de ilustrar los juegos metaficcionales de Paul Auster en los noventa y firmar varias portadas del semanario New Yoker, Mazzucchelli toma ahora los mandos por primera vez con su obra m¨¢s personal y ambiciosa, en la que explora obsesivamente el concepto de dualidad. Su protagonista, Asterios Polyp, es un arquitecto arrogante y genial que jam¨¢s ha construido nada. Su prestigio se basa en unos dise?os espectaculares sobre el papel, pero nunca edificados. Lo suyo son las abstracciones. Todo lo ve en forma de dualidades tajantes. Forma y contenido, raz¨®n y emoci¨®n. Su misma cabeza es bidimensional: un semic¨ªrculo y dos curvas. Y que no le hablen de matices emocionales.
Huida hacia el apogeo
La historia arranca en pleno desastre. Polyp cumple los cincuenta y su mundo se viene abajo. Su mujer, Hana, le abandona y su sofisticado apartamento de Manhattan arde en un incendio. Tras perderlo todo, toma un autob¨²s que le lleve lo m¨¢s lejos posible, en un intento de huir de s¨ª mismo. Y llega a un pueblo en medio de ninguna parte, Apogee, donde encuentra empleo en el taller del corpulento mec¨¢nico Stiff Major. As¨ª que tiene que aprender a trabajar con las manos. All¨ª conoce a la mujer de Stiff, la m¨ªstica Ursula ("No te preocupes si te enamoras de m¨ª, le pasa a todo el mundo... Soy una diosa"), y la banda de country-punk radical The Radniks.
Mientras vive su retiro espiritual, se intercalan los flashbacks. Los narra una presencia fantasmal, Ignazio, el hermano gemelo de Asterios, que falleci¨® en el parto, pero que aun as¨ª merodea el relato como un contrapunto on¨ªrico al protagonista, en una especie de di¨¢logo interior. Recuerda c¨®mo Asterios conoci¨® a su mujer, la encantadora escultora japoalemana Hana, y c¨®mo encajaron desde el principio. Y eso que eran sim¨¦tricamente opuestos. En la descripci¨®n del enamoramiento, Asterios es un conjunto de r¨ªgidas l¨ªneas azules que poco a poco se entrelaza, en una especie de ¨®smosis formal y crom¨¢tica, con la figura de Hana, una mara?a de nerviosos trazos rojos. Cuando discuten, la unidad se desgarra y vuelven a su aislamiento. Lo que suele suceder a menudo, debido a la personalidad asfixiante de Polyp. "?Qu¨¦ te hace pensar que siempre tienes raz¨®n?", se queja Hana. "Eso no es verdad y lo sabes", zanja Polyp."S¨®lo la tengo a menudo".
Combates dial¨¦cticos
Buena parte de la narraci¨®n, de hecho, son las elevadas discusiones en las que se enzarzan los personajes. Abordan cuestiones de dise?o ("si no es funcional, es decorativo"), religi¨®n ("la historia de 'santos' que oyen voces, tienen visiones y se creen perseguidos por su relaci¨®n personal con lo divino") y memoria ("todo recuerdo es recreaci¨®n, no reiteraci¨®n"). Uno de los m¨¢s dogm¨¢ticos es el core¨®grafo Willy Ilium, un enano grandilocuente ("?C¨®mo se puede aspirar al triunfo rodeado de imaginaciones fl¨¢cidas y mentes d¨¦biles cuando mi mente... mi mente est¨¢ llena de Nietzsche?") y bastante salido, que vive de la posmoderna costumbre de refundir obras c¨¦lebres. Su nuevo montaje es un Orfeo (Underground) para el que quiere contar con las esculturas de Hana.
Con un dominio absoluto del arte secuencial, Mazzucchelli compone un complejo engranaje de forma y contenido, en el que cada episodio y cada personaje cuenta con gama de color, su trazo y su atm¨®sfera. Incluso con sus correspondientes leitmotivs: una navaja suiza, un reloj con imanes y un encendedor zippo. Para empezar, limita la paleta a los tres colores primarios. Aplica el cian (Polyp) y el magenta (Hana) para los flashbacks. El amarillo ilustra el presente de redenci¨®n en el pueblo de Apogee (apogeo, o "la culminaci¨®n de un proceso"). All¨ª Ursula Major (Osita mayor) gu¨ªa la catarsis de Polyp, que mira como un espejo el gran cr¨¢ter que se abre justo en mitad del libro. Los colores, separados a lo largo de la narraci¨®n, van confluyendo hacia el final, con mezclas m¨¢s suaves, justo antes de la ir¨®nica y brutal conclusi¨®n.
Mazzucchelli compone escenas de una gran fuerza evocadora. Como el espl¨¦ndido cap¨ªtulo del descenso a los infiernos. Asterios-Orfeo se adentra en un tenebroso metro de Nueva York en busca de Hana-Eur¨ªdice. Vigorosos trazos en blanco y negro, con toques de expresionismo alem¨¢n y Lynn Ward, que convocan una atm¨®sfera fantasmag¨®rica. De una belleza singular es el episodio de la ampolla en el pie izquierdo de Polyp, en el que una escena cotidiana se intercala con detalles de la convivencia diaria junto a Hana. Un idilio desmenuzado en fragmentos de una gran intensidad po¨¦tica. Otra imagen memorable es la deliciosa epifan¨ªa de Polyp tras construir una casa de madera con sus propias manos.
Saltos metaficcionales
Dos caras, Polyp y Hana, raz¨®n y emoci¨®n. ?Una trama demasiado simple? En una de las piruetas metaficcionales de la novela, el propio protagonista responde. La dualidad "s¨®lo es un principio organizativo c¨®modo", explica Polyp. "Al elegir dos aspectos de un tema que parecen opuestos, puede examinarse cada uno a la luz del otro, para as¨ª ver con m¨¢s claridad el conjunto". Siempre que no se confunda ese sistema con la realidad, matiza su hermano. "Exacto", asiente Polyp. Y cita como ejemplos Narciso y Goldmundo, de Hermann Hesse, y El vizconde demediado, de Italo Calvino. "Habr¨¢ quien argumente que semejante simplificaci¨®n es m¨¢s adecuada para los cuentos infantiles, o para los c¨®mics", advierte Ignazio. "Eso es completamente distinto", responde Polyp.
?Una novela gr¨¢fica muy compleja? Pues al autor no se le van a poder pedir explicaciones, porque, desde su cargo de profesor de arte en la School of Visual Arts de Nueva York, ha renunciado a conceder entrevistas a cualquier medio de comunicaci¨®n, seg¨²n se?alan desde su editorial espa?ola. Asterios Polyp es un desaf¨ªo para el lector y pide varias relecturas. Al menos, ese es el consejo que ofrece el historietista y ensayista Scott McCloud , autor de Entender el c¨®mic (Astiberri) , para paladear apropiadamente esta odisea visualmente l¨²dica, a menudo divertidamente erudita, y de un gran vuelo po¨¦tico.
Mazzucchelli, sin¨®nimo de hito del c¨®mic
Cerebral y algo hura?o, el historietista David Mazzucchelli cuenta sus obras por hitos del c¨®mic. Renov¨® el g¨¦nero de superh¨¦roes junto al guionista Frank Miller a mediados de los ochenta, con las miniseries Daredevil: Born again (acabada de reeditar en Espa?a por Panini) y Batman A?o Uno (Planeta de Agostini), obra que sirvi¨® de inspiraci¨®n al cineasta Christopher Nolan en la refundaci¨®n de la franquicia cinematogr¨¢fica del hombre murci¨¦lago. Una d¨¦cada despu¨¦s marc¨® otro punto de inflexi¨®n junto a Paul Karasik con una relectura de la novela Ciudad de cristal, de Paul Auster. El novelista neoyorquino qued¨® tan entusiasmado por el trabajo que puso el apellido Mazzucchelli a uno de sus personajes de Brooklyn Follies. Desde entonces, compaginaba trabajos menores, como la ilustraci¨®n de portadas del semanario New Yorker o la revista autopublicada Rubber Blanket (junto a su mujer, la colorista Richmond Lewis), con su trabajo de profesor de dibujo en la prestigiosa School of Visual Arts de Nueva York. Quince a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo gran trabajo regresa con su creaci¨®n m¨¢s personal, Asterios Polyp, una s¨¢tira sobre el reencuentro del amor y una sesuda disquisici¨®n sobre la tensi¨®n entre forma y contenido. Ah¨ª es nada.
Babelia
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