Ni?os de todas las culturas agasajan a Mario Vargas Llosa
El Nobel de Literatura 2010 se re¨²ne con un grupo de estudiantes del colegio Rinkeby de Estocolmo
Si hubiera sido presidente de su pa¨ªs, algo que intent¨® sin ¨¦xito en 1990, habr¨ªa hablado, probablemente, ante las Naciones Unidas, y no habr¨ªa tenido el Nobel, por cierto; pero esta tarde, en Estocolmo, Mario Vargas Llosa ha estado m¨¢s cerca que nunca de lo que podr¨ªa haber sido una alocuci¨®n en aquel foro multinacional. Le recibieron en su biblioteca los alumnos de un colegio multirracial y multicultural del Estocolmo m¨¢s profundo y m¨¢s helado, Rinkeby, en cuya biblioteca escuch¨® los c¨¢nticos navide?os, recibi¨® lecciones sobre qui¨¦n fue Alfred Nobel, y se sinti¨® tratado como un maestro de escuela. ?l les habl¨® a los chicos como si estuviera ante una asamblea adolescente de las Naciones Unidas.
Le cantaron las melod¨ªas de Santa Luc¨ªa, la fiesta grande de los suecos, que ¨¦l escuchar¨¢ en la cama uno de estos d¨ªas, como es tradici¨®n aqu¨ª, y eso ya lo saben todos los Nobel: les despiertan con ese sonsonete que aqu¨ª es religi¨®n, y en cierto modo as¨ª saben que de veras han sido premiados con las mieles de un desayuno que los confirma. Y le hablaron de Nobel de tal manera que al Nobel se le debieron erizar los pelos: evocaron la dinamita que descubri¨® el fil¨¢ntropo que dej¨® escrito que su fortuna ir¨ªa "para los que hacen el bien a la humanidad", pero tambi¨¦n le dijeron, con el tono did¨¢ctico que ya fue com¨²n en todas las actuaciones, c¨®mo creci¨® en la pobreza, c¨®mo se enamor¨® y c¨®mo se hizo sabio. Representaron parte de una obra suya, El hablador, sobre la que elaboraron preguntas y respuestas, e hicieron hincapi¨¦ en lo mejor de la biograf¨ªa de Nobel para animar a Vargas Llosa ante la gran fiesta de ma?ana, en la que sin duda alguna Nobel sobrevuela con su estela de gran benefactor de la cultura y la ciencia del mundo...
A Vargas Llosa le falla la voz estos d¨ªas, as¨ª que su alocuci¨®n ante estas naciones unidas de Rinkeby tuvo que salvar algunos escollos impuestos por una garganta que ahora se tiene que cuidar para pronunciar el brindis de ma?ana... A ¨¦l le admiraba la presencia de muchachos y muchachas de m¨¢s de dieciocho pa¨ªses de lenguas conocidas o ex¨®ticas, cuya coexistencia aqu¨ª, en este barrio de Estocolmo, demuestra hasta qu¨¦ punto la coexistencia es posible "a pesar de todas nuestras diferencias superficiales..."
Este es un modelo para el resto del mundo, dijo Vargas Llosa en lo m¨¢s esperanzado de su discurso, que incluy¨® una apelaci¨®n al optimismo; como suele decir estos d¨ªas, y desde hace tiempo, "el mundo est¨¢ mal hecho", pero la literatura, el conocimiento, la ciencia, son elementos "que pueden mejorar nuestras esperanzas", y nos pueden ayudar, sobre todo, "a superar la pobreza, la miseria, la ignorancia, el hambre... Hay tanto sufrimiento en todo el mundo que s¨®lo la voluntad, la emoci¨®n, la sensibilidad, nos puede ayudar a mantener la esperanza".
El Nobel estaba verdaderamente a gusto, ante una audiencia encantada. ?l les dijo a los chicos que el mundo est¨¢ lleno de evidencias de "explotaci¨®n y de discriminaci¨®n", pero hay "extraordinarias herramientas" para combatir esta situaci¨®n... "Los escritores podemos contribuir", dijo, "al entendimiento de los otros, a destruir, con la ficci¨®n, con la escritura, las barreras de soledad de las comunidades a las que nos dirigimos. Podemos hacerlo comunicando ideas y emociones... Somos constructores de puentes".
Esos puentes est¨¢n en los libros. "Lean buenos libros", dijo Vargas Llosa desde el estrado escolar. "?La literatura es el mejor entretenimiento del mundo. Nos anima a desear una vida m¨¢s rica, es el motor del progreso".
Los chicos le aplaudieron cuando se fue por la puerta tap¨¢ndose la garganta.
Babelia
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