El Prado lleva Rubens a la Red

"Estoy convencido de que para lograr la mayor perfecci¨®n en la pintura es necesario comprender a los antiguos". Peter Paul Rubens (1577-1640) ilustraba de esta forma esa b¨²squeda de lo esencial en su obra a trav¨¦s de las representaciones y mitos de la Antig¨¹edad cl¨¢sica. El Museo del Prado, poseedor de la colecci¨®n m¨¢s rica en ¨®leos del maestro de Amberes, presenta Rubens 360?, un v¨ªdeo interactivo que complementa la visita de la muestra dedicada al artista, abierta hasta el 23 de enero de 2011, y ofrece una aproximaci¨®n para aquellos que no puedan acercarse al museo.

Las visitas virtuales en los grandes museos del mundo abundan en la actualidad. En el caso de Rubens 360?, sin embargo, el Museo del Prado ha apostado por ampliar las herramientas que ofrece la Red y aporta algunas posibilidades catalogadas desde la instituci¨®n como "in¨¦ditas". A saber: Im¨¢genes con movimiento natural en las que el visitante detiene con el rat¨®n de su ordenador en la obra o aspecto que m¨¢s le interesa; completas fichas de algunas obras y comentarios de Alejandro Vergara, Jefe de Conservaci¨®n de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del museo madrile?o. Desde el Prado han explicado que las reproducciones virtuales, basadas en fotograf¨ªas en 360?, pueden contar con movimiento y acceso a otros contenidos pero resultan m¨¢s "fr¨ªas y artificiales" y no permiten un "enfoque tan completo y cuidado como el que permite un audiovisual interactivo".

En el caso de Rubens 360?, al estar basado en im¨¢genes con movimiento natural, permite la posibilidad de acceder a contenidos adicionales en diferentes formatos. Se trata de un "acercamiento m¨¢s profundo emocional e intelectualmente".

Rubens visit¨® Espa?a en dos ocasiones. La primera en 1603, y la segunda en 1628. En la actualidad se conservan 1.500 cuadros y cerca de 9.000 dibujos de su autor¨ªa. Noventa de estas obras pueden apreciarse en el museo madrile?o. Las j¨®venes y hermosas ninfas y los acezantes s¨¢tiros, asi como los ap¨®stoles y bodegones del considerado artista m¨¢s renombrado del siglo XVII se pueden ver ahora desde un ordenador y con las notas de un sutil piano como acompa?amiento musical.