Discurso ¨ªntegro de Alex de la Iglesia en la entrega de los Goya

Buenas noches. El d¨ªa de hoy ha llegado porque hace 25 a?os, doce profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis tan grave como la nuestra, caminaron JUNTOS a pesar de sus diferencias. Quiero empezar este discurso felicitando a los fundadores de la Academia.

No s¨®lo ellos, sino todos los que me han precedido en esta instituci¨®n, vicepresidentes, miembros de las juntas directivas y el conjunto de los acad¨¦micos, nos han tra¨ªdo esta noche aqu¨ª, al Teatro Real, para celebrar el 25? aniversario de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematogr¨¢ficas y la existencia misma de los premios Goya. A todos, much¨ªsimas gracias.

PUEDE PARECER que llegamos a este d¨ªa separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA M?S. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que est¨¢is aqu¨ª, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.

Internet es, precisamente, la salvaci¨®n de nuestro cine

Una pel¨ªcula no es pel¨ªcula hasta que alguien se sienta delante y la ve

Si queremos que nos respeten, hay que respetar primero

Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras ¨¦l surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusi¨®n no es en vano, no es fr¨ªvola y no es precipitada.

No podemos olvidar lo m¨¢s importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos NADIE sin ese Todo. Una pel¨ªcula no es pel¨ªcula hasta que alguien se sienta delante y la ve. La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin p¨²blico esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso JAM?S.

Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa "cambio". Y el cambio es ACCION. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atr¨¢s. De las decisiones que se tomen ahora depender¨¢ todo. Nada de lo que val¨ªa antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado.

Hace 25 a?os, quienes se dedicaban a nuestro oficio jam¨¢s hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionar¨ªa el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras pel¨ªculas no iba a ser s¨®lo cuesti¨®n de llevar al p¨²blico a las salas.

Intenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir informaci¨®n, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen as¨ª. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro PUBLICO.

Ese p¨²blico que hemos perdido, no va al cine porque est¨¢ delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a internet, porque internet es, precisamente, la SALVACION de nuestro cine.

S¨®lo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelant¨¢ndonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, p¨¢ginas web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine.

Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el p¨²blico. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento.

Las pel¨ªculas de las que hablamos esta noche son la prueba de que en este pa¨ªs nos dejamos la piel trabajando. Sin embargo, el mismo esfuerzo o mayor hicieron tantas otras pel¨ªculas que NO HAN LLEGADO a los sobres de las candidaturas. Ellos tambien se merecen estar aqui, porque han trabajado igual de duro que nosotros.

Quiero despedirme en mi ¨²ltima gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya TAN S?LO una cosa: qu¨¦ m¨¢s da ganar o perder si podemos hacer cine, TRABAJAR en lo que m¨¢s nos gusta. No hay nada mejor que sentirse LIBRE creando, y compartir esa alegr¨ªa con los dem¨¢s. Somos cineastas, contamos historias, creamos mundos para que el espectador viva en ellos. Somos m¨¢s de 30.000 personas que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sue?os. Tenemos que estar a la altura del PRIVILEGIO que la sociedad nos ofrece.

Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.

Y Por ¨²ltimo, me gustar¨ªa contarle algo al pr¨®ximo Presidente de la academia, que ya me cae bien, sea quien sea: estos han sido los dos a?os m¨¢s felices de mi vida. He conocido gente maravillosa de todos los sectores de la industria. He visto los problemas desde puntos de vista NUEVOS para m¨ª, lo que me ha enriquecido y me ha hecho mejor de lo que era. He comprobado que trabajar para los dem¨¢s es una experiencia extraordinaria por muy duro que resulte en un principio, y sobre todo: han pasado 25 a?os MUY BUENOS, pero nos quedan muchos m¨¢s, y seguro que ser¨¢n MEJORES.

Buenas noches.

En este texto se han respetado las may¨²sculas enfatizadoras del discurso.

Discurso de Alex de la Iglesia en los Goya